REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS FILOLÓGICOS


INTRODUCCIÓN A LA MEDIACIÓN INTERCULTURAL EN EL ÁMBITO EDUCATIVO

 Begoña García Pastor

(Directora del taller de empleo «Entreculturas», Fundación Punjab de Castellón[1])

 

Resumen:

La mediación llamada hoy intercultural constituye un puente para favorecer el paso desde una realidad multicultural a otra intercultural. La tarea mediadora, vista desde esta perspectiva, empieza en el esfuerzo por construir la interculturalidad, a partir del conocimiento de las culturas, de las realidades culturales múltiples y del análisis de los diferentes procesos de contacto e interacción social (asimilación, exclusión, mestizaje, etc.).

Palabras clave:

Mediación, mediación intercultural, interculturalidad, familia gitana, escuela, prejuicios, estereotipos.

 

Abstract:

What we now call ‘intercultural mediation’ is a bridge which helps to take the step forward from a multicultural reality towards an intercultural one. The mediation task, seen from this viewpoint, begins with the effort in order to construct interculturality, from cultural knowledge, multiple cultural realities and the analysis of the diverse processes of contact and social interaction (assimilation, exclusion, hybridization, etc.).

Keywords:

Mediation, intercultural mediation, interculturality, Gypsy family, school, prejudices, stereotypes.

 

 

 

Actualmente soy directora y profesora del Taller de Empleo “Entreculturas” organizado desde la Fundación Punjab y financiado por el SERVEF de Castellón. Su objetivo es formar en mediación intercultural a personas adultas, mayores de 25 años y con distintos niveles escolares, para intervenir en ámbitos educativos y, particularmente, con la minoría gitana.

A continuación resumo el propósito de mi intervención:

-         Justificar brevemente la necesidad de mediación intercultural en los diferentes ámbitos de interacción social  

-         Plantear el objetivo fundamental de la mediación intercultural y el papel que debe desarrollar la persona mediadora en el ámbito educativo escolar  

-         Proponer, desde la interdisciplinariedad que orienta la investigación antropológica, una reflexión acerca de lo intercultural que, en mi opinión, debe orientar la formación que necesitan las personas mediadoras.    

Pero, antes que nada, me gustaría puntualizar que, en esta breve intervención, al hablar de ámbito educativo voy a centrarme en el escolar, aunque no es él único ámbito dónde las personas nos educamos, ni el considerado más importante por todo el mundo. Sabemos de la relevancia que, en el aspecto educativo, adquiere la familia, el grupo de iguales, el barrio o la televisión. Por ejemplo, entre la población gitana, sin menospreciar la educación que proporciona el sistema escolar, la familia constituye la estructura socioeducativa básica que permite al individuo formarse como persona e ir adoptando sus rasgos de identidad cultural. En este sentido, la familia se considera el contexto fundamental donde se aprende a vivir y a ser gitano (García Pastor, 2005). Me remito, para ilustrar lo anterior, a las palabras de un padre gitano de 36 años:

El ir a la escuela me ha formao como persona, aunque la persona no me la ha formao el colegio, me la ha formao mi familia. Porque yo todas las cosas buenas que pueda tener son los ejemplos que he visto, tanto de mi padre, de mi madre, como de mi familia, tíos, tías, los abuelos... Esos, esos son los ejemplos. La educación se empieza por casa, lo otro te llega a formar de otra manera diferente, pero la formación, la base, está en casa. Y un hijo lo que vea del padre después es lo que va hacer.

(Padre gitano, 36 años)

         La casa es una escuela, (Giménez Adelantado, 1994). Se puede afirmar que para la mayoría de familias gitanas la educación empieza en casa, a través del afecto, los consejos y el ejemplo que las y los niños reciben de sus mayores. Empieza, sí, pero no termina. Al hablar de educación, son muchos los miembros de esta minoría que expresan su arrepentimiento por haber interrumpido tempranamente su escolarización o no haber podido evitar que sus hijos o hijas también lo hicieran. Pocas familias rechazan explícitamente la escuela, a pesar del alarmante abandono y fracaso escolar que se produce de hecho entre las y los gitanos y continúa ocultando de manera prejuiciosa su éxito e integración socioeducativa. Pensar que la población gitana separa radicalmente el binomio educación-escuela es un grave error fruto, por una parte, del desconocimiento que se tiene de esta minoría y, por otra, de las imágenes estereotipadas negativas que estigmatizan su cultura y muestran a sus miembros como un grupo de población aislada por completo de la sociedad envolvente de la que forman parte. Lo cierto es que, cuando una se aproxima, es fácil descubrir que este tipo de prejuicios impiden ver que las cosas no son siempre ni necesariamente así, y que la escuela, como sucede con el resto de grupos socioculturales, es un recurso a partir del cual la esperanza de una vida mejor se pone en movimiento (Ghiggi, 2002).  

Dicho lo anterior, paso a justificar brevemente la necesidad de mediación intercultural en el ámbito educativo escolar.   

El aumento de la inmigración procedente de otros países en los últimos años ha puesto en evidencia que nos encontramos en una España plural, mezclada y muy rica desde el punto de vista sociocultural. No obstante, aunque no pongo en cuestión el protagonismo que hoy en día tiene toda la población inmigrante de origen extranjero, no se trata de algo nuevo. Lo atestigua la población española gitana, con una presencia histórica documentada desde el siglo XV, nuestros ancestros árabes y judíos, así como las combinaciones culturales fruto de contactos y fenómenos más recientes como pueden ser la emigración española a otros países, los procesos de urbanización unidos al éxodo rural, o el turismo. Pues bien, la necesidad que surge de comunicación y entendimiento entre individuos y grupos de distinta procedencia cultural en la interacción social cotidiana es lo que está en la base de lo que denominamos Mediación Intercultural.

En nuestro paisaje actual de diversidad sociocultural, la Mediación Intercultural se plantea como un tipo de intervención social encaminada a amortiguar la incomunicación y los desencuentros no entre culturas, sino entre personas y grupos con realidades socioculturales y puntos de vista diferentes. Cada día más, se hace absolutamente necesario, disminuir, mediante el respeto y la comprensión del «otro», las tensiones y los conflictos que, de una u otra manera, surgen en todos los ámbitos sociales de interacción y, particularmente, en el ámbito educativo escolar.

En todas las comunidades humanas, son las y los adultos quienes se encargan de introducir a la infancia en el mundo. Atender a las y los niños y proporcionarles las herramientas necesarias para hacer posible su participación e integración en la comunidad social envolvente es responsabilidad de las personas adultas que son importantes en su vida. De acuerdo con esta pauta de inclusión en el mundo, para introducir a los individuos en las redes ciudadanas de participación social y política, el sistema democrático moderno cuenta con la institución escolar. Jugando un papel primordial en los procesos de socialización y educativos, la escuela es un lugar de tránsito entre la familia y ese mundo de relaciones más amplio que incluye a los diferentes grupos culturales presentes en la sociedad. Básicamente, los diez años de escolarización obligatoria que contempla el actual sistema educativo son para ofrecer a las y los niños la oportunidad de aprender cómo funciona el mundo que les rodea. En teoría, durante todo este tiempo, desde la institución escolar, se les intenta formar en igualdad de condiciones, enseñándoles los contenidos científicos y culturales que se consideran socialmente imprescindibles, y al mismo tiempo, invitándoles a que utilicen ese saber, lo que aprenden, para vivir y convivir como individuos libres.

Con esa ambiciosa expectativa, es un hecho que, desde que se implantó la reforma educativa contemplada en la LOGSE (Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo, Ley 1/1990 de 3 de octubre), la conciencia del multiculturalismo y el respeto a la diversidad, venga de donde venga, ha ido creciendo en el conjunto de nuestra sociedad. Sin embargo, eso no significa que en el ámbito educativo escolar, como en el resto de ámbitos de contacto e interacción entre individuos y grupos culturalmente diversos, se haya podido evitar que aparezcan problemas, tensiones y conflictos que, a mi juicio, se gestan muchas veces, más que en las diferencias o peculiaridades culturales de los individuos y los grupos implicados, en el tipo de interacción sociocultural que produce el proceso de contacto.

El tránsito de la infancia por la escuela es una decisiva experiencia socioeducativa de contacto cultural, que se inscribe y forma parte de un proceso de construcción social más amplio y complejo. En consecuencia, considero que la comprensión de dicho proceso va más allá de los individuos y los grupos culturalmente diferenciados e implica a toda la población como el conjunto de fuerzas generadoras de un determinado mundo social.  

Al hilo de lo anterior, el objetivo fundamental de la Mediación Intercultural y el papel que debe desarrollar la persona mediadora en el ámbito educativo escolar se explican en la necesidad de disminuir y aclarar, mediante la comunicación y el diálogo, las tensiones y desencuentros que provocan la interacción y la diversidad sociocultural de los individuos y los grupos en contacto. En este sentido, la mediación constituye un puente para favorecer el paso desde una realidad multicultural a otra intercultural. La tarea mediadora, vista desde esta perspectiva, empieza en el esfuerzo por construir la interculturalidad, a partir del conocimiento de las culturas y de las realidades culturales múltiples y del análisis de los diferentes procesos de contacto e interacción social (asimilación, exclusión, mestizaje, etc.). Esta dinámica de construcción persigue como meta el entendimiento, la comprensión y un tipo de relaciones sociales más enriquecedoras y menos asimétricas donde se potencie lo común entre las personas implicadas y se eviten los esencialismos culturales estériles.  

Para concluir, propongo una reflexión de la profesora Abdallah-Pretceille acerca de lo intercultural que, en mi opinión, debe orientar la formación que necesitan las personas mediadoras:

«El enfoque intercultural, que con frecuencia se confunde con un enfoque cultural o multicultural, pone en cambio el acento sobre los procesos y las interacciones que unen y definen a los individuos y a los grupos en relación unos con los otros. No se trata de detenerse sobre las características que se atribuyen a los otros o que los otros se atribuyen a sí mismos, sino de llevar a cabo, al mismo tiempo, un retorno sobre uno mismo. En efecto, toda focalización excesiva sobre las características específicas del otro llevan a cierto exotismo así como a episodios de culturalismo, a través de una sobrevaloración de las diferencias culturales y de una acentuación, consciente o no, de los estereotipos e incluso de los prejuicios. El preguntarse por la identidad propia en relación a los otros forma parte integral del enfoque intercultural. El trabajo de análisis y conocimiento se refiere tanto al otro como a uno mismo» (Abdallah-Pretceille, 2006: 2)

Por último, sólo añadiría que, a menudo, nos miramos de manera estereotipada, desde una noción de cultura determinista que encierra al individuo dentro de su grupo hasta el punto de ocultarlo. Esta forma de pensar, al suponernos dentro de realidades socioculturales herméticas, nos puede llegar a privar de nuestra libertad y capacidad para cambiar las cosas.

 

BIBLIOGRAFÍA:

-         ABDALLAH-PRETCEILLE, M.: «Lo intercultural como paradigma para pensar la diversidad» <en línea>. En: CONGRESO INTERNACIONAL DE EDUCACIÓN INTERCULTURAL. Madrid, 15-17 marzo, 2006. Disponible en Internet:

-          http://www.uned.es/congreso-inter-educación-intercultural/pretceille-spagnol.pdf (Consulta: 20 de Noviembre de 2007)

-          La educación de la infancia gitana en la ciudad de Valencia. Del barrio a la escuela, GARCÍA PASTOR, B. Tesis doctoral 2005. Castellón. Universitat Jaume I. (Inédito)

-         A pedagogia da autoridades a serviço da liberdade: diálogos com Freire e profesores em formaçao. GHIGGI, G. Pelotas: Seiva publicaçoes, 2002.

-         Un grupo étnico en el medio urbano. Gitanos en la ciudad, GIMÉNEZ ADELANTADO, A. Tesis Doctoral 1994. Madrid: Universidad Complutense. (Inédito)

 



[1] Licenciada en Geografía e Historia, por la Universidad de Valencia, Doctora en Antropología Social y Cultural, por la UJI de Castellón, profesora-tutora de Técnicas de Investigación Social de la UNED (Centro asociado de Vila-real), Secretaria del Seminario de Investigación Feminista de la UJI de Castellón, Directora y Profesora del Taller de Empleo «Entreculturas». Fundación Punjab de Castellón. (Contribución a JORNADA TÉCNICA: INTERCAMBIO DE BUENAS PRÁCTICAS DE MEDIACIÓN INTERCULTURAL EN LA COMUNIDAD VALENCIANA. Escuela de Mediación Social, Intercultural y de Género. Fundación CeiMigra, 23 de noviembre de 2007).