REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS FILOLÓGICOS


LA MUERTE DE FRANCISCO UMBRAL, ACONTECIMIENTO CULTURAL EN PRENSA

 

Emy Armañanzas y Fernando Sánchez Gómez

(Universidad del País Vasco)

 

Resumen: El objetivo de esta investigación es analizar cómo la noticia del deceso del escritor y columnista Francisco Umbral (28.08.07) se convierte en acontecimiento cultural en la prensa, al cumplir los requisitos teóricos de publicarse en portada, extenderse desde la sección de ‘Cultura’ a otras a través de diferentes géneros periodísticos y prolongarse en días sucesivos.

La muerte de los personajes egregios de la Cultura, la concesión de los premios mayores de las Artes y las Letras (Nobel, Cervantes, Príncipe de Asturias) así como las grandes subastas de arte (Christie’s, Sotheby’s) son los tres acontecimientos culturales que se construyen desde los medios de comunicación (Tuñón Sanmartín: 1986, Armañanzas: 1993a).

Esta investigación concluye que la muerte de Francisco Umbral se convirtió en acontecimiento cultural. Nuestro análisis pormenorizado, en el periodo 29.08.07-04.09.07, muestra distintas intensidades y enfoques: en El Mundo, El País, La Razón y La Vanguardia se cumplieron los citados requisitos mientras que ABC no dio la noticia en portada ni prolongó temporalmente su eco.

Este artículo revela también nuevas características teóricas sobre la construcción del acontecimiento cultural.

Palabras clave: Francisco Umbral, Acontecimiento Cultural, Columnistas, Periodismo Cultural, Periodismo de opinión.

 

Abstract: The death of Francisco Umbral, cultural event in press

The aim of this paper is to analyze how the news of the death of columnist and writer Francisco Umbral becomes a cultural event in press. This article shows how the Umbral’s death (28.08.2007) became a cultural event in the newspapers analyzed as it reachs all the theoretical requirements as to be published in the front page, also in Cultural pages, and others, through differents genders along the days.

 

The death of the characters egregia of Culture, the award process over the Arts et des Lettres (Nobel, Cervantes, Principe de Asturias) as well as major art auction (Christie's, Sotheby's) are the three cultural events that are built from the media (Tuñón Sanmartín: 1986, Armañanzas: 1993a).

This investigation concluded that the death of Francisco Umbral became a cultural event, but our detailed analysis, in the period 29.08.07-04.09.07 shows different intensities and approaches: in El Mundo, El País, La Vanguardia and La Razón is fulfilled the above requirements while ABC did not give the news or temporarily extended its echo.
This paper also shows new features on the theoretical construction of the cultural event.

Key words: Francisco Umbral, Cultural Event, Columnists, Cultural Journalism, Opinión Journalism.

 

 

No me gusta hacer necrológicas. La muerte, como género literario, es un género demasiado fácil.

Todo queda bien con un muerto de por medio. Y no digamos si el muerto es uno mismo.

Francisco Umbral

 

Si buscáis los máximos elogios, moríos

Enrique Jardiel Poncela

 

1. Umbral: más allá del obituario

Los clásicos llamaban al morir «irse con la mayoría». En el ceremonial periodístico de la muerte hay personas de cuyo fallecimiento tenemos noticia a través de las esquelas, que son, según León Portilla (2003: 14), «el filete negro que separa al pudiente del pobre que no tiene acceso al escaparate periodístico».

Otras personas, de mayor repercusión pública, son, en cambio, objeto de más atención por parte del diario, y su muerte aparece en la sección ad hoc titulada, indistintamente, ‘Obituarios’, ‘Necrológicas’, ‘Tránsitos’, entre otros nombres.

Distintas denominaciones para albergar una misma tipología textual: la necrológica (López Hidalgo, 1999) o perfil de muerte, texto periodístico conmemorativo que algún redactor pule con adjetivos llenos de sensibilidad y prudencia. Porque en esos momentos, lo primordial es acertar con los mejores términos, los más suaves o memorables, para eclipsar la muerte o, por el contrario, aprovechar el suceso para que el periódico pueda ofrecer algún dato más oculto [1] .

Con independencia de la posición social, o cultural en este caso, la muerte es la noticia más importante de la vida de una persona. Por lo que hay estudiosos del significado y la representación de la muerte en las distintas culturas, como Eulalio Ferrer (2003: 17), quien opina que:

En la actualidad podrá apreciarse que todo cuanto se relaciona con la muerte, como si fuese por sí sola un disparador máximo de notoriedad, constituye habitualmente la noticia más destacada de los medios de comunicación, trátese de guerras, atentados, catástrofes, accidentes, crímenes o del fallecimiento de hombres célebres o personajes singulares, en toda su impresionante escala de relieves y matices. Sin excluir aquellos que han hecho de la muerte inventada una especulación o anécdota periodística.

En el ceremonial periodístico de la muerte, decíamos, también podemos encontrarnos con otros personajes públicos que parecen clamar a voces que han fallecido. Muertos ilustres que no se conforman con la simple esquela familiar o empresarial, ni tampoco con el esfuerzo del autor encargado de su necrológica sino que, recorriendo el staff de arriba abajo, ponen en jaque fúnebre a toda la redacción, a todo el periódico desde el director al redactor, pasando por las plumas más cualificadas, que son invitadas por el diario para glosar los valores del finado y se disputan las mejores páginas   —desde la primera a la última― en este velatorio periodístico.

Estos muertos ilustres no se conforman con el trasiego informativo originado con la noticia de su fallecimiento, sino que producen un torbellino de reacciones que arrastra a todos los medios. Este el caso de la muerte de Francisco Umbral que revoluciona la agenda del día de los medios, ya que es un acontecimiento que hay que construir (Sàdaba y Rodríguez: 2007).

El fallecimiento de los grandes creadores de las Artes y la Cultura, se convierte en un acontecimiento cultural, como ha ocurrido con Francisco Umbral, que pertenece a esa clase de muertos ilustrados que constituyen sucesos de gran resonan­cia y que la prensa ordenará creando su propio acontecimiento. Su deceso, acaecido el 28 de agosto de 2007, consiguió que todos los medios de comunicación españoles ―periódicos, radios, televisiones― se hicieran eco de su partida.

 

Umbral había escrito más de un centenar de libros y fue la firma estrella en las publicaciones periódicas de mayor difusión e influencia (El Mundo, El País, Diario 16, La Vanguardia, ABC, El Norte de Castilla, El Correo Español-El Pueblo Vasco, La Estafeta Literaria, Interviú, entre otras). En su carrera logró los más prestigiosos premios literarios que se otorgan en España. Fue, es y será referencia del columnismo de este país, y se le incluye de manera inexcusable en las antologías del articulismo español (Gutiérrez Carbajo, 1999: 281-283; Sinova, 2002: 492-494 y De Miguel, 2004: 178-180).

La noticia de la muerte de Umbral se convirtió en un hecho que desbordó la mera noticia del día, expandiéndose por todas las secciones del periódico: la portada, ‘Cultura’, ‘Opinión’, la última página, los suplementos, entre otras. Y, en mayor o menor medida, se prolongó en el tiempo como un luto informativo que puso a los periódicos de duelo por la desaparición de un escritor de raza. «Uno de los más grandes de nuestro tiempo», en palabras de Félix Grande (1999: 7).

El estudioso del «Nuevo Periodismo Español», Albert Chillón (1999: 359) sitúa a Francisco Umbral, junto a Manuel Vicent y a Manuel Vázquez Montalbán, entre los tres principales autores de esta corriente que comienza en la década de los 70 y llega hasta nuestros días.

Esta investigación analiza la puesta en práctica de la teoría de la construcción del acontecimiento cultural de la muerte de Francisco Umbral en El Mundo, El País, ABC, La Razón y La Vanguardia, entre el 29.08.07 y el 04.09.07. Son diarios donde el columnista publicó sus textos en diferentes etapas profesionales; excepto en La Razón, elegido por la gran atención periodística que el diario ha prestado siempre a los acontecimientos culturales, y porque su fundador, Luis Mª Anson, era director durante el breve paso de Umbral por ABC [2] .


2. Construcción de la realidad y del acontecimiento cultural

La realidad se construye en los medios de comunicación a través del texto, «de acuerdo a unas alternativas lógicas particulares y sociales» (Carrillo Guerrero, 2006). Dice el topoi que lo que no sale en los periódicos no existe. Entendida así, la información puede definirse como una forma de cons­trucción lógica de la realidad social. Para D. L. Altheide (1976: 179) el proceso informativo «contribuye a des­con­­­textualizar o a bo­rrar un acontecimiento del con­texto en el que se ha producido, para poder recontextuali­zarlo en el for­mato informativo».

La actividad periodística, en su «imitación» de la reali­dad, toma como refe­rencia los dos ejes por los cuales el hombre cataloga su ha­cer: el tiempo y el espacio. Crea la noticia dando primacía a los mensajes periodísti­cos en cuanto a una se­lección para­digmática o temporal teniendo presente la referencia de la ac­tualidad, y distribuye los conte­nidos sintag­mática o espacial­mente en las páginas del diario.

La prensa crea el discurso periodístico como si orde­nara el mundo. De entre todos los asuntos ocurridos, selecciona los que se consideran más importantes y los traduce a datos periodísticos convirtiéndolos en géneros textuales convenidos, tras hacerlos pasar por los códigos previamente pactados entre todos los medios. El público sabe distinguirlos unos de otros y discierne la función y la importancia que cada género aporta. El profesor Yanes Mesa (2004: 19) los define como:

Los distintos modelos de mensajes periodísticos que encontramos en la prensa, que se distinguen por su estructura formal, su estilo y sus fines.

El tratamiento periodístico que la prensa en España da actual­mente a los temas de Cultura es el resultado de una de las más impor­tantes modificaciones que ésta ha experimentado en los últimos treinta años democráticos (Armañanzas, 1993a). La positiva transformación que ha vivido este país en las esferas política, económica, social, incluye también la cultural. Esta última ha ido aglutinando mayores medios económicos y, con ello, más infraestructuras, además de mayor nivel cultural de la población que demanda y consume más obra de creación, así como más textos informativos, ensayísticos y críticos sobre ella.

A la hora de trabajar los temas culturales en una redacción, hay hechos que el periódico los reduce a asuntos progra­mados de antemano, como conferen­cias, inaugura­ciones de exposicio­nes, un concierto previsto con los que el medio ya cuenta en el calendario. Por ello, el diario puede empezar a prepa­rar los textos informativos referentes a esos hechos antes de que se produzcan.

A veces, estos hechos asoman a la primera página desde la sección de ‘Cultura’, pero en clarísima desven­taja con res­pecto a los acontecimientos po­líticos, económicos, sociales y deportivos que copan diariamente las portadas y que son las que igualan a unos periódicos con otros. La Cultura, en cuanto supeditada a los cri­terios de actuali­dad, tiene que ser de­fendida con insis­tencia por los respon­sables de las secciones culturales para que sea incluida en portada (Armañanzas, 1993b: 93).

Pero no siempre los hechos de la Cultura se comportan de esa manera en los periódicos, sino que, por el contrario, resultan algo imprevisto que salta a las primeras páginas, ocupando un lugar preeminente, y de ahí se extienden a otras secciones impregnando de acontecimiento cultural todo el ejemplar.

En estos casos, el diario no se conforma con ofrecer los datos del día, la mera noticia que narra lo más importante del hecho sino que, a través de ese conjunto de textos y a lo largo del tiempo, lo analiza, lo valora: estudia su repercusión, cómo afecta a la sociedad y cómo responde ésta desde diversos ángulos ante ese determinado asunto. Es lo que opina Tuñón (1986: 118, 119):

El acontecimiento presta a la información un continuo afán de saber, le da una plusvalía en la demanda de algo nuevo por parte del público que ningún dato consigue acallar [...] el tiempo, de manera ilusoria, se alarga en el acontecimiento [...] el aconteci­miento iguala: to­dos los medios se hacen masivos. Prensa, radio, televisión dejan traslucir esa semejanza de la diferencia. Una noticia puede ser recogida por unos y si­lenciada por otros. No hay acontecimiento ciego.

 

 

En todos los periódicos seleccionados se informó del fallecimiento de Umbral, en el periodo analizado 29.08.07-04.09.07. Aunque la diferencia entre la atención periodística dedicada por El Mundo a cubrir la muerte de su columnista estrella, frente a la del resto de diarios elegidos es porcentualmente extraordinaria, como se aprecia en el gráfico nº 1 [3] .

3. Gloria, muerte y dinero

La prensa española ha construido siempre el aconte­cimiento cultural a través de los grandes premios y la muerte de los personajes de las Artes y la Cultura. Como afirma Rodríguez Pastoriza (2006: 37):

La concesión de los Premios Nobel de Literatura y Cervantes forma parte de las grandes noticias culturales del año, sea quien haya sido su ganador o ganadora.

Algu­nos de estos grandes premios de la Cultura, los más valorados (también el Príncipe de Asturias), aportan a los galardonados el reconocimiento y la gloria.

Los premios de reconocido prestigio ya convirtieron a Umbral en acontecimiento cultural desde que recibiera el Príncipe de Asturias de las Letras el 10 de mayo de 1996 o el Premio Nacional de las Letras Españolas en 1997 y el Cervantes, el 12 de diciembre de 2000. Entonces también ocupó las primeras páginas de los diarios, con gran despliegue en el interior, y los medios se hicieron eco de sus galardones al igual que ha ocurrido tras su fallecimiento [4] .

La construcción del acontecimiento cultural a raíz de la muerte de un personaje egregio de la Cultura no es un hecho nuevo en los periódicos. Podríamos mencionar numerosos ejemplos de distintas épocas, como el que la prensa dio al fallecimiento del filólogo e historiador Ramón Menéndez Pidal. En esa ocasión, ABC le dedicó 11 páginas del ejemplar diario del 16 de noviembre de 1968 ―día siguiente de su fallecimiento— con artículos de ilustres plumas como la de José Mª Pemán, Pedro Sáinz Rodríguez; el perfil de José Mª Areilza; las elegías de Gregorio Marañón, Julián Marías, Juan Antonio Zunzunegui, Guillermo Díaz-Plaja, Luis Mª Ansón. Pero no sólo ABC respondió así; este acontecimiento cultural tintó otras publicaciones como Informaciones y La Vanguardia.

Los artistas crean para lograr la inmortalidad y tienen que luchar por ella con otros iguales, que es lo que afirmaba el filósofo Miguel de Una­muno (1971: 47):

Nuestra lucha a brazo partido por la sobrevi­vencia del nombre se retrae al pa­sado, así como aspira a conquistar el por­venir; pe­leamos con los muertos, que son los que nos ha­cen sombra a los vivos [...] el cielo de la fama no es muy grande, y cuantos más en él en­tren, menos toca a cada uno de ellos.

 

Este mismo sentido se aprecia en las palabras de Umbral en «El columnista» del 10.01.98, columna citada por Arcadi Espada (El Mundo, 29.08.07, p. 2):

Hay teatro del absurdo y poema surrealista en eso de llevarse uno flores a sí mismo todos los días. Yo lo venía haciendo durante muchos años sin saber por qué ni para qué. Y hasta creía que el artículo era por ganarme la vida. Y era por ganarme la muerte.

Cabe recordar que a los mencionados referentes culturales —grandes premios y muerte de los personajes ilustres de la Cultura— se les unió las más importantes su­bastas de arte internacionales, convertidas en aconteci­miento periodístico tras romper, a partir de 1987, el techo de los precios alcanzados en pin­tura hasta entonces y lograr los récords de cotización (Armañanzas, 1993a).

4. La muerte de Umbral como acontecimiento cultural

La muerte de Francisco Umbral se convierte en acontecimiento cultural desde los periódicos analizados, aunque cada uno de ellos lo construye con distinta intensidad. El análisis del tratamiento periodístico del óbito desde los diarios elegidos (El Mundo, El País, ABC, La Vanguardia y La Razón, del 29.08.07 al 04.09.07) se ha hecho atendiendo a las tres variables que componen la construcción periodística del acontecimiento cultural:

 

a.     El anuncio de la noticia en primera página.

b.     Su expansión a través de distintas secciones y géneros.

c.      La prolongación del hecho en el tiempo.

 

Apuntamos un cuarto aspecto que engrandece dicha construcción: la firma masiva de personalidades del mundo periodístico, político y cultural, que glosan la figura del fallecido (cfr. epígrafe 5). Además, se aprecian nuevas características en la construcción de este acontecimiento que sobrepasan las comunes a otros personajes de la Cultura: en el caso del diario El Mundo, la consideración de Umbral como héroe y la intervención de su director, presente en todos los hechos inmediatos al fallecimiento del escritor, promotor de las 100 columnas de duelo que este diario publicó en su honor, así como organizador de homenajes en los que le dio gran protagonismo a la esposa del columnista fallecido, a quien arropó en todo momento.  

Los cinco periódicos estudiados se refirieron a la muerte de Umbral en 45 páginas de los ejemplares diarios del 29.08.07, día siguiente de su fallecimiento, donde se incluyeron textos sobre el autor; en algunos casos dedicándole páginas y páginas enteras. El Mundo fue el que más espacio destinó a la construcción del acontecimiento cultural de la muerte de su columnista estrella: en 18 páginas del ejemplar diario se insertaron textos sobre Umbral, más 16 páginas enteras del suplemento DocumentosUmbral Inmortal’.

En el resto de los diarios esta atención fue menor: en La Razón apareció el tema de la muerte de Umbral en 8 páginas; en ABC y El País, en 7, respectivamente y en La Vanguardia pudo leerse en 5.

4.1. Umbral desde la portada

El 29.08.07 se dio la noticia del óbito de Umbral en la primera página de todos los diarios elegidos para este estudio, menos en ABC, que la retrasó a la segunda. Ese día, lamentablemente, el mundo del deporte también sufría un gran impacto con la muerte de la joven figura del fútbol Antonio Puerta, que cayó casi fulminado en el terreno de juego el 25.08.07. Este trágico hecho compartió portada con el fallecimiento de Francisco Umbral.

De todos los periódicos analizados, es El Mundo el que mayor protagonismo dio a la muerte de su columnista estrella. La Razón destinó más espacio a la foto del futbolista, aunque la imagen del escritor, a pesar de ser de menor tamaño, llamaba la atención al romper la mancheta del diario junto con un titular a todo lo ancho de página.

Por su parte, El País y La Vanguardia tendieron al equilibrio al informar de ambos fallecimientos, si bien se dedicó más espacio a la muerte del jugador.

La noticia de la muerte de Umbral portada de los periódicos del 29.08.07

 

        

 

      

 

4.2. El acontecimiento surca secciones y géneros

Desde la portada de los periódicos, la noticia del fallecimiento de Umbral, dada el 29 de agosto de 2007, se dirigió a la sección que le corresponde por su temática, la de ‘Cultura’, pero la sobrepasó extendiéndose a otras como ‘Opinión’, ‘Necrológicas’, última página, Suplementos. Las de ‘Cultura’ y ‘Opinión’ fueron las que mayor número de textos dedicaron a completar la noticia a través de los diversos géneros periodísticos, (cfr. Gráficos 3 y 4).

Sección de ‘Cultura’. Encontramos que entre los cinco diarios analizados del 29.08.07 suman 23 páginas las secciones de ‘Cultura’ que incluyeron textos sobre Francisco Umbral. Estas planas aglutinaron la mayor parte de los textos dedicados al escritor (51 textos que suponen un 33,33% del total de los dedicados a Umbral ese día en todas las secciones), como puede comprobarse en el gráfico 2 [5] . A la sección de ‘Cultura’ se le han sumado los textos publicados bajo el título ‘Vivir el verano’ (La Razón), ‘Revista de Verano’ (El País) y ‘40º Fotoblog’ (ABC), ya que en dichas secciones se publicaron textos de Cultura, entre ellos, los de Umbral, en esas fechas.

En las ocho páginas de la sección ‘Cultura / En la muerte de un maestro’ de El Mundo del 29.08.07, entre los textos informativo / interpretativos se incluyó la noticia del fallecimiento del escritor que daba Pilar Ortega Bargueño. Asimismo, se reproducía en sus páginas la conversación/entrevista que mantuvo Luis Mª Anson con Francisco Umbral cuatro días antes de su fallecimiento. También la crónica de Luis Alemany, un reportaje de Antonio Lucas y otro fotográfico de Kike Para y Antonio Martín Xoubanova.

Entre los argumentativos, El Mundo trató la muerte de su columnista estrella en cinco comentarios (Piergaetano Marchetti / Antonello Pericone, Pedro J. Ramírez, M. Rajoy, J. De Esteban y J. V. Herrera), cuatro artículos (Luis Antonio de Villena, Alberto Ruiz Gallardón, Antonio Colinas y J. Bárcena) y una viñeta (Ricardo y Nacho). Además de los informativo/interpretativos y de los argumentativos se incluía un texto creativo de Cristino de Vera.

En ABC se trató la muerte de Umbral en la sección ‘Cultura y Espectáculos’, dedicándole cuatro páginas, una bajo el cintillo ‘Cultura y Espectáculos / Muere Umbral, mortal y rosa’.  En ellas incluyó un reportaje (Antonio Astorga) y seis textos de opinión: dos artículos (Miguel García-Posada y Anna Caballé), dos comentarios (Miguel Delibes —su mentor desde El Norte de Castilla— y César Alonso de los Ríos).  Finalmente, un perfil firmado por Fernando R. Lafuente y, en la página ‘40º Fotoblog’, una columna de Rosa Belmonte.

La Vanguardia dedicó a la construcción del acontecimiento tres páginas de ‘Cultura’. Una bajo el cintillo ‘Cultura / Francisco Umbral (1932-2007) El narrador’ y otra  ‘Cultura / Francisco Umbral (1932-2007) El personaje’. En ellas podía leerse la noticia de Pedro Vallín, un despiece informativo (Jordi Galves), dos artículos (Baltasar Porcel y Anna Caballé, con su correspondiente despiece) y la reproducción de una antigua columna de Umbral dedicada a la mítica sala de fiestas barcelonesa Bocaccio. Se recogían también las declaraciones del mundo de las Letras comentando la triste pérdida: el ministro de Cultura, César Antonio Molina; Francisco Rico; Miguel Delibes y Antonio Colinas.

El País titulaba bajo el cintillo “Cultura / Fallece el cronista irreverente”, dos páginas en las que incluía un reportaje (José Andrés Rojo), tres artículos (Manu Leguineche, Juan Cruz y Vicente Verdú), una viñeta de Máximo, fotografía de Raúl Cancio, una caricatura de Sciammarella y un despiece (E.S.). El diario también destinó una página de la sección ‘Revista de verano’ para incluir la noticia del fallecimiento de Umbral.

La Razón, en vez de introducir los textos sobre Umbral en la sección de ‘Cultura’, los agrupó en cuatro páginas, tituladas: ‘Vivir el verano / La última página de Umbral’. Allí dieron la noticia M. Calderón y J. Arnáiz, incluyendo además seis artículos firmados por otras tantas personalidades de distintos ámbitos (Joaquín Marco, Ramón Tamames, Jorge Berlanga, Jaime Urrutia, Francisco Nieva y Antonio López).

 

 

Sección de ‘Opinión’. Los cinco periódicos del 29.08.07 prolongaron la atención sobre el deceso del escritor y su importancia en el mundo de las Letras a otras secciones. La sección de ‘Opinión’ se sitúa en segundo lugar tras la de ‘Cultura’ tanto por el número de páginas (15) que incluyen textos y viñetas dedicadas a Umbral, como por el número de éstos que se recogen en ellas (40 textos, 26.14%).

El Mundo amplió la sección de ‘Opinión’ y, en ocho páginas, fue el diario que más textos introdujo: el primer editorial del día, cinco columnas de colaboradores del diario (Arcadi Espada, David Torres, Rafael Martínez Simancas, Pedro García Cuartango y Antonio Gala), una glosa (Erasmo), un artículo (Justino Sinova), un obituario (Javier Villán), siete cartas al director y tres viñetas (Guillermo, Ricardo y Ulises).

ABC incluyó en dos páginas tres columnas (firmadas por Antonio Burgos, Ignacio Camacho y Manuel Martín Ferrand) y dos viñetas (Mingote y Martínmorales).

La Razón, en dos páginas, publicó un suelto y dos columnas (Gabriel Albiac y Faustino Fernández Álvarez).

La Vanguardia le dedicó el tercer editorial y El País incluyó, en dos páginas, una viñeta de Forges y la opinión de un lector a través de una carta al director.

Última página. Queda, para finalizar, el vacío que había dejado Umbral en la última página de El Mundo, que el director del diario reservó para que cien columnistas escribieran consecutivamente haciendo honor a ese espacio, bien sobre Umbral o sobre cualquier tema. Titulada ahora ‘En la columna de Umbral’, la inauguró el propio Pedro J. Ramírez el 29 de agosto de 2007 con «Las uvas doradas», donde glosaba la figura del escritor y columnista.

Le siguieron Raúl del Pozo, la nº 2 del 30 de agosto, «Entrañas de yogurín»; Carmen Rigalt, la nº 3 del 31 del mismo mes, «Etcétera»; la nº 4 de Luis Mª Anson, «Hombre de la esquina rosada». Finalmente, el elegido para sustituir a Umbral en su columna diaria fue Raúl del Pozo.

 

                             Fotografía Efe                                                                                                                                                                   

                         Fotografía Miguel Gener

 

 

Gén. opinión

N

%

 

Gén. inf. / inter.

N

%

Columna

42

35.29 %

Noticia

8

24.24 %

Artículo

     27

22.68 %

Reportaje

7

21.21 %

Comentario

11

9.24 %

Sumario

4

12.12 %

Viñeta / Caricatura

11

9.24 %

Llamada

4

12.12 %

Carta al director

10

8.4 %

Crónica

3

9.09 %

Perfil

5

4.2 %

Pie de foto

3

9.09 %

Suelto o glosa

3

2.52 %

Entrevista

2

6.06%

Epístola

3

2.52 %

Despiece

1

3.03%

Editorial

2

1.68 %

Cita

1

3.03%

Despiece

2

1.68 %

 

33

 

Obituario

1

0.84 %

Tabla nº 1: N y % de géneros periodísticos

Discurso fúnebre

1

0.84 %

Declaraciones

1

0.84 %

 

119

 

 

4.3. Prolongación temporal del acontecimiento

La información sobre la muerte de Umbral se prolongó en la semana posterior a su fallecimiento en todos los diarios de la muestra, excepto en ABC.

30.08.07. El entierro de las cenizas de Umbral, en el madrileño cementerio de La Almudena, también fue recogido por los diarios como prolongación en el tiempo del acontecimiento cultural, con la mencionada excepción del diario ABC. Desde el 30.08.07, El Mundo, fue el que más textos ofreció, dando la noticia acompañada de una fotografía. De allí se pasaba a la sección de ‘Opinión’ con una columna de Federico Jiménez Losantos y la «Glosa II» de Erasmo.

Como el día anterior, este diario recogía un buen número de textos en las tres páginas de ‘Cultura / En la muerte del maestro’, donde encontramos el discurso fúnebre del director, Pedro J. Ramírez: «Tres cuartetas y un terceto», además de dos crónicas (Antonio Lucas, Pilar Ortega Bargueño), un reportaje gráfico (Alberto Cuellar, Kike Para y D. Sinova), dos artículos (Francisco Nieva, Ignacio Amestoy), un perfil (Fanny Rubio) y un comentario (Luis Blanco Vila). En la última página, en el lugar de la columna de Umbral, ese día firmaba Raúl del Pozo.

El País, con un sentido más político que cultural, dio en primera una foto con pie de algunos políticos asistentes al entierro de las cenizas de Umbral, y en la 17, correspondiente a la sección ‘España’, se publicaba otra foto parecida con el siguiente pie: «Ruiz Gallardón y Rajoy, en el cementerio de La Almudena, donde acudieron ayer a la incineración de Francisco Umbral». En la sección de ‘Opinión’ se incluía una carta al director.

La Razón incluyó en ‘Opinión’ dos columnas (Iñaki Ezkerra y Mª José Navarro) y un pie de foto en la de ‘Punto de mira’. Asimismo, reflejó la asistencia de los políticos a la despedida del escritor ese día en página 5, sección ‘Punto de mira’, pero en otro sentido: «Ningún miembro del Gobierno asistió a la incineración de Umbral». En La Vanguardia se publicaron una carta al director, una columna (Francesc-Marc Álvaro) y un comentario (Alfredo Abián).

31.08.07. No se publican más textos sobre Umbral en ninguno de los diarios analizados, salvo en El Mundo, que continúa buscando columnista para su última página. La publicada el tercer día, en el hueco dejado por Umbral, tiene la firma de Carmen Rigalt, que la titula «Etcétera».

01.09.07. El Mundo es el único diario que sigue prolongando la atención sobre Umbral. En ‘Opinión’ aparece la columna de Martín Prieto, «Como un intruso»; en la de ‘España’, una carta firmada por Arcadi Espada, «El verano peligroso»; en ‘Cultura / En la muerte de Umbral’, el artículo de Alfonso Pinilla García, «Un ejemplo de ‘prosía’ desgarrada», que viene ilustrado con una romántica viñeta de Valerio Veneras. En última página, la columna viene firmada por otro grande de nuestras letras: Luis María Anson, «Hombre de la esquina rosada».

02.09.07. El Mundo sigue prolongando en solitario los textos sobre la muerte de Umbral. Una llamada en primera —«España: 48 años de amor por Umbral»― del ejemplar de este día 2 de septiembre remite al perfil publicado, por J. M. Plaza en el suplemento Crónica, que publica a doble página, acompañado de dos fotografías, el texto «48 años de amor por Umbral», que recoge las declaraciones de María España, esposa del escritor, a la que El Mundo ha dado gran protagonismo, arropándola en todo momento.

De vuelta a las páginas diarias, en la sección de ‘Opinión’ se incluye la carta dominical de Pedro J. Ramírez «Nación sin cabeza», acompañada de una caricatura de Francisco Umbral firmada por Ricardo Martínez. En la de ‘Cultura’ se encuentra la columna de Fernando Arrabal «Celebrando con gratitud y ‘casi con violencia’ mi homenaje a Umbral». En la última del diario, el espacio ‘En la columna de Umbral/5’ incluye la de Javier Villán, «Maldita palabra».

Más allá de la semana posterior al fallecimiento de Umbral —que es la que en esta investigación se contabiliza―, prosigue el goteo de textos en homenaje al escritor y columnista desde estos periódicos a los que nos referimos vamos a referir. Los géneros de opinión estaban rubricados por firmas que aún no habían intervenido en este acontecimiento cultural o que los periódicos escalonaban en su publicación; otros informaban de hechos que ocurrieron posteriormente.

12, 13 y 14.09.07. Se publican en la página 10 de La Razón, sección ‘Opinión’, tres columnas consecutivas de José Luis Alvite en homenaje a Umbral, bajo el título «Manchas limpias I», «Manchas limpias II» y «Manchas limpias III».

27.09.07. El País anuncia que «Jesús de Polanco y Francisco Umbral tendrán calles en Madrid».

03.11.07. El Mundo incluye dos columnas. Una de Juan Bonilla en ‘Cultura’, «Umbral, siempre en vanguardia» y otra de Arcadi Espada en la última página, «Cuándo, cómo y dónde».

04.11.07. David Gistau firma en la última de El Mundo la columna «¡Miau!», que dedica a Umbral.

09.11.07. Se dedica una calle en la madrileña localidad de Mahadahonda a Francisco Umbral. «Umbral, la leyenda que crece día a día», titulaba su reportaje Emma Rodríguez, en la pág. 53 de la sección ‘Cultura’ de El Mundo, narrando dicho acto celebrado con la presencia de la viuda del escritor, María España; de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperaza Aguirre; del alcalde del municipio, Narciso de Foxá Alfaro y del director de dicho diario, Pedro J. Ramírez.

20.11.07. ABC anuncia que «Rocío Jurado, Umbral y Loyola de Palacio tendrán calle en Torrijos».

17.12.07. Tres meses y medio después se publica en El Mundo la columna número 100, la que cierra la serie. La firma la viuda de Umbral, María España, «Amado mío». Tras ella se revela el nombre del elegido para sustituir al escritor. Será Raúl del Pozo, también columnista de El Mundo que salía así de su rincón parlamentario interior al escaparate diario de la última. El espacio se llamará a partir de ahora ‘El ruido de la calle’. La columna, que se publicará de lunes a viernes, presenta la novedad de venir acompañada por una viñeta del dibujante Ulises.

En su estreno, el 18 de diciembre de 2007, Raúl del Pozo abre su columna saludando: «Buenos días a casi todos, salud y libertad» y pasa a ironizar sobre la visita del líder libio titulando: «Treinta vírgenes de Gadafi». Ni rastro de Umbral en su estreno.

La atención dedicada a Umbral por El Mundo ha sido numérica y temporalmente muy superior a la del resto de los periódicos con los que el escritor colaboró, incluido El País, donde Umbral firmó durante doce años (1976-1988), hasta que la convivencia entre diario y columnista no fue cómoda. Como bien dice la periodista de El Mundo, Carmen Rigalt en su columna «Etcétera», (31 de agosto de 2007, u. p.): «En España, o te entierra mal El Mundo o te entierra mal El País».

Hasta la muerte de Umbral, el acontecimiento cultural no superaba la semana. Fecha a la que se llegaba con la columna semanal de algún rezagado, por lo general un columnista con el que no se había contado de manera excepcional para tratar la muerte cuando se produjo, pero que, en su espacio fijo, se daba a sí mismo libremente una vela tardía en el entierro.

4.4. ¡Umbral vivo!

En esta línea de prolongar el recuerdo de Umbral tras haberlo convertido en héroe en el lecho de muerte (cfr. epígrafe 6), El Mundo organizó la celebración del acto ‘Homenaje a un maestro’. Un acontecimiento que se fue anunciando durante cuatro días de enero de 2008 con los siguientes cintillos: ‘Faltan tres días’, ‘Faltan dos días’, ‘Falta un día’ y ‘Hoy es el día’. A ello se sumó un especial en internet de elmundo.es titulado «Adiós, Umbral», y que continuó generando informaciones días después.

10.01.08. El Mundo: p. 55 de la sección ‘Cultura’, bajo una gran fotografía a cinco columnas de Francisco Umbral sentado en su famoso ‘sillón Emmanuelle’, firmada por Chema Conesa, se publica el reportaje de Emma Rodríguez, «El Mundo y sus lectores, con Umbral», donde se anuncia que distintos artistas del espectáculo leerán fragmentos de la obra de Umbral en el homenaje del día 14. Se hace una llamada al especial «Adiós Umbral» en elmundo.es.

11.01.08. El Mundo: p. 55 de la sección ‘Cultura’ (con el cintillo ‘Homenaje a un maestro/Faltan tres días’) Emma Rodríguez firma el reportaje «A la búsqueda del Umbral más íntimo y esencial».  

Este mismo día, Raúl del Pozo hace referencia a la responsabilidad de heredar la columna de Umbral:

Pesa mucho un muerto como Umbral. Es muy difícil alcanzar una gloria y por eso procuro irme por otro lado, pegarme más a la actualidad, aunque él también aprendió el oficio en las esquinas.

12.01.08. El Mundo: p. 56 de la sección ‘Cultura’ (con el cintillo ‘Homenaje a un maestro/Faltan dos días’), Emma Rodríguez firma un nuevo reportaje: «La intensa vida de Francisco Umbral» y un despiece sin firma: «Los clásicos interiorizados». 

13.01.08. El Mundo: p. 55 de la sección ‘Cultura’ (con el cintillo ‘Homenaje a un maestro/Falta un día’) J. M. Plaza firma el reportaje «Seis actores y tres cantantes leerán mañana textos de Umbral».

El mismo día, en el Suplemento dominical ‘Crónica’, se incluye en la sección ‘Tránsitos’, p. 11, una sentencia de Francisco Umbral en calidad de «Filósofo de la escritura», que antecede al comentario que J. A. Marina hace del homenaje que se le dedicará a Umbral al día siguiente.

14.01.08. El día del homenaje que El Mundo organizó en honor de Francisco Umbral, en la p. 3 de ‘Opinión’, Erasmo dedicó su glosa a «Umbral».

En las pp. 40 y 41 de la sección ‘Cultura’ (con el cintillo ‘Homenaje a un maestro/Hoy es el día’), se publicaron dos reportajes de Emma Rodríguez «Retrato de Umbral con jardín de fondo», acompañado del despiece «Vivía en escritor, lo suyo no era una pose» y «Será una función en cinco actos y epílogo», con el despiece «La ceremonia de la despedida ya había comenzado».

15.01.08. El homenaje se relató en El Mundo con estos titulares: «Gran consenso en torno a Umbral» (portada), «Umbral, más de todos que nunca» con el despiece «El siguiente paso, crear una fundación» (Emma Rodríguez, p. 52, sección ‘Cultura’); «Una literatura para nueve voces» (Antonio Lucas); «Convención de negritas, manifestación de lectores», (Ángel Vivas). La columna «Disidencias», de Sánchez Dragó y «Oficio de difuntos Paco Umbral», soneto de Joaquín Sabina.

16.01.08. El Mundo: se publica un reportaje de A. Lucas (p. 46) en la sección ‘Cultura’: «Claves de una amistad, itinerario de un escritor», un perfil de María España: «El perfil de su rostro, el temblor de su mano». En ‘Cultura’ también se publicaron tres comentarios de César Antonio Molina, «Escribir era escribir, existir era existir», de Esperanza Aguirre «Nuestro cronista» y de Alberto Ruiz Gallardón «El James Joyce de Madrid», (p. 47).

20.01.08. En El Mundo Carmen Rigalt dedica su columna dominical de sociedad a Francisco Umbral, bajo el título «El año de la patata», con el despiece «Sinfonía en malvas», (u.p.).

El Mundo logró que 600 artistas, intelectuales y políticos de todas las tendencias — algunos bastante alejados ideológicamente del diario—, junto a público anónimo, homenajearan a Umbral cinco meses después de su fallecimiento. Lo que no había ocurrido antes, puesto que buena parte de estos partícipes no acudieron a su funeral ni firmaron elegías dedicadas al escritor en los medios. Sólo la Real Academia persistió en su ausencia [6] .

Queda así Umbral más vivo que nunca con este homenaje celebrado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y con el anuncio, por parte de Pedro J. Ramírez, Caronte de este acontecimiento cultural, de mantener viva la memoria de Umbral con la creación de una Fundación dedicada al escritor «que prolongue el clima del homenaje, que luche por mantener vivo el espíritu de su obra y por promocionar la literatura de las nuevas generaciones a través de la creación de becas y premios», (Emma Rodríguez, ibid.).

Pero la verdadera novedad es, en esta ocasión, que El Mundo batió la marca de prolongación temporal del acontecimiento, publicando cien columnas diarias en homenaje a Umbral, titulando el espacio “En la columna de Umbral”. Participaron el director del diario, P. J. Ramírez, L. Mª Anson, R. Del Pozo, C. Rigalt, Martín Prieto, Erasmo (José Luis Gutiérrez), A. Espada, J. Sinova, F. Jiménez Losantos, J. Bonilla, D. Torres, R. Martínez Simancas, P. García Cuartango, J. Villán, I. Amestoy, F. Rubio, M. Hidalgo, D. Gistau, y así hasta cien firmas.

Continuando con el goteo de informaciones sobre Umbral en distintos diarios, que mencionábamos al principio, recordamos que el diario ABC, que no se había volcado como los otros periódicos en la construcción del acontecimiento de la muerte de Umbral, daba voz a María España y al crítico Miguel García-Posada para que glosaran la figura del autor, («La escritura perpetua de Umbral llega al Aula de Cultura de ABC», Antonio Astorga, 27.03.08).

5. La rúbrica de los expertos

La importancia que estos diarios han dado a la opinión a la hora de valorar la dimensión de una figura de la Letras como Umbral queda demostrada puesto que los textos argumentativos han supuesto un 77,77% (119 textos) del total de todos los publicados en estos diarios con motivo de su fallecimiento, (cfr. gráfico nº 5).

Básicamente, se trata de ver cómo los periódicos recurren al argumento de autoridad, figura que consiste en confiar la opinión sobre un tema a personas de reconocido prestigio. En la profesión periodística en general, el argumento de autoridad es tan importante que la práctica diaria del periodismo necesita apoyarse en el recurso continuo a esta tipología argumental (Santamaría y Casals, 2000: 242).

También en el caso periodístico concreto que estamos estudiando de la construcción del acontecimiento cultural en la prensa, la presencia de firmas de reconocido prestigio, que justifiquen con sus afirmaciones la importancia como figura de la Cultura que tenía el difunto, resulta inexcusable.

Se recurre a firmas de autoridad académica, aunque se trate de textos retrospectivos, como en este caso hace el director de El Mundo, por lealtad y justicia poética con Francisco Umbral, incluyendo en el suplemento especial de 16 pp., Documentos, «Umbral inmortal», escritos de los ya fallecidos Camilo José Cela («Querido Paco», 22.01.93, p. 6), José Luis Aranguren («Híspido y desquiciador», 22.01.93, p. 7) y José Hierro («¡Bienvenido!», 23.04.01 p. 7), amigos del finado.

La mayoría de los textos publicados en torno a la figura de Umbral en la prensa de esos días que van del 29.08.07 al 04.09.07 corresponden a reconocidas firmas de las letras, pero no están todos los que son, ya que no es ningún secreto que el escritor no concitaba todas las simpatías de sus colegas, y menos entre la mayoría de los miembros de la Real Academia Española de la Lengua.

Entre los firmantes predominan los periodistas, columnistas y escritores que colaboran con El Mundo en el ámbito de la Cultura. Porque siendo este periódico donde Umbral publicaba diariamente, ha sido el que mayor despliegue ha concedido al acontecimiento, dedicándole cien columnas diarias en la contraportada.

A. Gala, L. A. de Villena, F. Arrabal, A. Colinas, F. Sánchez Dragó, A. Pinilla García, L. Blanco Vila, J. Bárcena, así como el crítico S. Sanz Villanueva, el filósofo, J. A. Marina, están entre ellos. Desde fuera también firman conocidos intelectuales de diversos ámbitos e ideología: R. Tamames, F. Nieva (de la Real Academia Española), J. A. Mañas, F. Benítez Reyes. Otras firmas son más mediáticas aunque ajenas al periodismo: C. Guillén-Cuervo e, incluso, personajes, que inspiraron a Francisco Umbral para sus columnas, como la cantante Ana Belén.

 

                                                  La fotografía utilizada en el gráfico nº 3 es la portada del libro póstumo de 

                                                                     Francisco Umbral, Carta a mi mujer. Planeta, Barcelona, 2008

 

6. Umbral, héroe de la escritura

La construcción periodística del acontecimiento cultural de la muerte de Francisco Umbral parte del hecho del escritor largamente enfermo que fallece en un centro sanitario. Este hecho será recontextualizado por El Mundo, que presentará a Umbral como el «héroe» del periodismo que muere esforzadamente intentando dictar su última columna, que hablaba de «uvas doradas», a la que no llega a poner el punto final (Emma Rodríguez, 2004: 56, 57).

Según asegura el titular de primera de la edición del 29 de agosto de 2007: «Umbral murió intentando dictar su última columna». Tras la lectura de esta forma de morir, según hemos mencionado en el párrafo anterior, cabe preguntarse si Umbral muere trabajando a la manera trágica del torero, o estamos ante el estudiado gesto final del último dandy del nuevo periodismo español.

Ninguna de las dos cosas, porque en realidad será su periódico el que le convierta en héroe, esto es: «persona que ha realizado una hazaña admirable para la que se requiere mucho valor», según la prestigiosa lexicógrafa María Moliner (1987: 34).

Afirmamos lo anterior porque en el cuerpo de la noticia, el hecho no queda tan claro como su título promete. Nos preguntamos ¿cómo transcurrieron los últimos momentos de Umbral? La redactora explica que el columnista «falleció con las botas puestas», que llevaba «cuatro años haciendo frente a la parca” y que «se marchó sin previo aviso». Pero sobre todo, se construye esa idea de la muerte heroica de Umbral anunciada en el título, cuando se afirma en la noticia que Umbral «imaginaba dictar a María España, su mujer y compañera, una última columna periodística».

Parece imposible saber qué imaginaba Umbral en esos momentos, cuando de forma tan exigua, «en sus últimos instantes de conciencia», sólo alcanza a que se le entiendan tres o cuatro palabras, entre ellas también «romanticismo» y «clasicismo». Quizá fuera la naturaleza de estos vocablos la que originase la idea de que Umbral estaba intentando dictar su última columna cuando la muerte le adelanta el punto final.

El País, en su texto, «Muere Umbral, la voz de la ironía», afirmaba también ironizando sobre los últimos momentos de Umbral: «Murió Umbral. Y ya circula la leyenda de que lo hizo mientras dictaba su última columna. Lo dijo Esperanza Aguirre que se lo transmitió el doctor Abarca y que a éste se lo había comentado María España, la mujer del escritor». En cambio, La Vanguardia (29.08.97, p. 25) recoge el hecho con más seriedad: «Umbral, la última palabra».

Hemos encontrado una similitud entre el reflejo de la muerte de Umbral y la de César González Ruano, según recuerda Jaime Campmany (1999: 191) la delicada salud de éste:

Siempre estaba haciendo, no una de ellas, sino las dos cosas al mismo tiempo, escribir y morir, porque escribía mientras estaba muriéndose, y se moría a chorros mientras escribía a brazo. Ni terminaba de escribir ni terminaba de morirse, y por eso hizo famosa su mala salud de hierro.

César González Ruano es una figura que ejerció siempre una gran influencia sobre Francisco Umbral, porque también se había construido su propio personaje. Afirma Manuel Alcántara en su semblanza sobre el primero (1979: 10), que González Ruano se había creado a puro pulso una personalidad paralela que con el tiempo usurparía a la legítima, acaso porque también lo fuese, ya que se había elegido libremente.

González Ruano murió con las religiosas que le cuidaban, requiriéndole constantemente que soltase la estilográfica para que no se fatigara el grafómano:

«Por favor, que usted está muy malito, no trabaje, descanse». La monja le quitó la pluma de la mano y le regañó con dulzura, pero César llevó mal las dos cosas, sobre todo la primera, y había una cierta irritación en su voz cuando le dijo:                                                   

— Hermana, a ver si se entera usted de que yo soy escritor    como usted es monja.

Esta claridad con la que Alcántara (ibid.) relata los últimos momentos de César González Ruano no se aprecia en la noticia de la muerte de Umbral de la primera página de El Mundo.

7. Conclusiones

(i) La muerte del escritor y columnista Francisco Umbral, acaecida el 28 de agosto de 2007, se convirtió en acontecimiento cultural en los diarios El Mundo, El País, La Razón y La Vanguardia, donde se ha constatado un generoso despliegue periodístico para cubrir ampliamente la noticia del fallecimiento. En los extremos, en cuanto a la intensidad, encontramos a ABC como el que menos atención le prestó y El Mundo el que más, a gran distancia del resto, dado que Umbral era su columnista estrella.

(ii) La construcción del acontecimiento cultural de la muerte de Francisco Umbral cumple las características teóricas dentro de la muestra de prensa analizada, excepto en ABC: todos los periódicos informan ampliamente del evento, éste se da en las portadas, se prolonga en el espacio del ejemplar a través de diversas secciones y géneros periodísticos y se dilata en el tiempo.

(iii) El Mundo fue el que más espectacularmente ha construido este acontecimiento cultural. Al día siguiente del fallecimiento de Umbral (29.08.07), introdujo textos sobre esta noticia en 18 páginas del ejemplar diario y le dedicó un suplemento, Documentos, de 16 páginas.

El resto de los diarios bajaron numéricamente esta atención pero también se volcaron en el personaje: La Razón trató el tema en 8 páginas del ejemplar diario; El País y ABC, en 7 cada uno de ellos y La Vanguardia, en 5. En total, 45 páginas diarias de estos periódicos incluían algún texto sobre Umbral, cuando no eran páginas enteras.

(iv) El número de textos e ilustraciones publicados por los periódicos (cfr. gráfico 1) se ordena de la manera siguiente:

 

1º) El Mundo: 97 textos, 63.39% del total.

2º) La Vanguardia, 16 textos, 10.45% del total.

3º) La Razón, 14 textos, 9.15%.

4º) El País y ABC coinciden en el número de textos dedicados: 13 cada uno, 8.49%.

(v) Todos los diarios analizados, menos ABC, dieron en primera página la noticia del fallecimiento de Francisco Umbral, que coincidió con la prematura muerte del joven futbolista Antonio Puerta, hecho que restó parte del protagonismo de Umbral en las portadas de los diarios estudiados, excepto en El Mundo.

(vi) La noticia de la muerte de Umbral no quedó circunscrita a la sección de ‘Cultura’, sino que en todos los periódicos analizados se extendió espacialmente a otras secciones y suplementos: ‘Opinión’, ‘Necrológicas’, Última Página, Suplementos (Documentos), entre otras, además de la portada.

Las secciones que más textos aglutinaron en la construcción de la muerte de Umbral como acontecimiento cultural son la de ‘Cultura’ (51 textos, 33.33%), ‘Opinión’ (40 textos, 26.14%) y Suplementos (28 textos. 18.30%).

(vii) La muerte de Umbral recorre todos los géneros periodísticos, desde los informativo/interpretativos (noticias, reportajes, crónicas, entrevistas) a los argumentativos (editoriales, columnas, artículos, perfiles, obituarios).

Los 119 textos de opinión en los cinco diarios analizados suponen un 77.77% sobre el total y superan a los 33 textos informativo/interpretativos (21.56%).

Las tipologías textuales con mayor presencia fueron, entre los géneros de opinión, la columna (42 textos, 35.29%), y, entre los informativo/interpretativos, la noticia (8 textos, 24.24%). Como obra de creación, en las páginas diarias del periodo 29.08.07-04.09.07, sólo se ha contabilizado uno, el discurso fúnebre de Pedro J. Ramírez.

(viii) En cuanto a la prolongación temporal del acontecimiento, todos los diarios analizados, excepto ABC, siguieron informando sobre la muerte de Francisco Umbral el 30.08.07.

(ix) Este acontecimiento cultural bate el récord de temporalidad en El Mundo al dilatarse a lo largo de cien columnas diarias, de la mano de sus principales firmas, finalizando con el homenaje que este diario le dedicó a Umbral cinco meses después (14.01.08) y el anuncio de solicitud al Ministerio de Cultura de la creación de la Fundación Francisco Umbral por parte del citado periódico (El Mundo, 08.05.08, p. 69).

(x) En mayor o menor medida, todos los periódicos analizados movilizaron a sus redactores y a sus principales firmas; además recurrieron a opiniones ajenas al diario para crear el acontecimiento. Muy principalmente el diario El Mundo, que ha publicado cien columnas de homenaje en el espacio de la contraportada dejado por Umbral.

(xi) El fallecimiento de Umbral ha aunado, en su homenaje, a personalidades de la Cultura y la política de todas las tendencias. Ha logrado la unanimidad en su reconocimiento público, aunque no completa ya que siguió faltando la Real Academia Española de la Lengua, con la que tanto polemizó.

8. Notas

[1] Para conocer los datos reales de la vida y la obra de Francisco Umbral es muy esclarecedora la biografía «no autorizada» de Anna Caballé, Francisco Umbral. El frío de una vida. El mismo autor tituló una de sus ‘Crónicas de Madrid’ (24.12.77) «El frío» donde afirmaba «siempre tengo frío» y que Caballé toma como una metáfora de su abandono sufrido de niño.

[2] Umbral colaboró con La Vanguardia en la década de los 70 a través de la agencia Colpisa con la columna «Crónica de Madrid». A partir del 8 de junio de 1976 y hasta 1988 fue El País el diario que publicó sus columnas «Spleen de Madrid» y «Diario de un snob». Desde el 23 de octubre de 1989 al momento de su muerte y con un paréntesis de dos meses en ABC (1993), ha sido el diario El Mundo el que ha acogido la columna de Umbral, «Los placeres y los días», (Gómez Calderón, 2004).

[3] La fotografía del gráfico nº 1 es del diario El Norte de Castilla (Fotos el Norte), en: http://www.nortecastilla.es/prensa/20070829/cultura/cronista-mismo_20070829.html

[4] Además de los grandes premios literarios, Umbral recibió a lo largo de su carrera de escritor y periodista un buen número de valiosos premios, que vamos a llamar de ‘literatura menor’, en comparación con el prestigio que suponen los otros. El Premio Mariano de Cavia y el de Cuentos Antonio Machado los recibió Umbral en 1990; dos años después, el Premio de la Crítica; en 1995, el de Periodismo Francisco Cerecedo, y en 1997, el Premio Fernando Lara.

[5] La fotografía del gráfico nº 2 es obra del fotógrafo José Aymá.

[6] Cela, junto con Miguel Delibes, amigos de Umbral, y José Mª de Areilza, propusieron al escritor como candidato para ocupar el sillón F de la Real Academia en febrero de 1990, pero sin éxito ya que, por votación, salió elegido José Luis Sampedro. De ahí la animadversión del perdedor con los ilustres académicos. Por su parte, Francisco Umbral acusó a José Mª de Areilza y a Joaquín Calvo Sotelo de no haberle votado. Para José Luis Sampedro tuvo el calificativo de ser «el candidato de la Moncloa», mientras que él se consideraba «el candidato de la calle», (Gómez Calderón, 2004).

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