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LA
PROBLEMÁTICA DEL VERBO GUSTAR EN LOS MANUALES UNIVERSITARIOS DE E/LE
Loreto Catoira
(Stanford University, CA, EE.UU)
Resumen: El verbo gustar
forma parte de uno de los tópicos gramaticales que presentan mayor problema
para los estudiantes de español como lengua extranjera (E/LE). Su compleja
conjugación y la dificultad de equipararlo semántica y sintácticamente a un
verbo en inglés genera problemas de aprendizaje habituales que a menudo
perpetúan los libros de texto. Este artículo examina la presentación y práctica
gramatical de gustar en 10 manuales de E/LE utilizados en programas
universitarios en los Estados Unidos.
Palabras clave: verbo gustar; manuales;
español como lengua extranjera
Abstract: The Spanish verb gustar is one of the most problematic grammatical
points that students of Spanish as a foreign language usually encounter. Its
complex conjugation and the lack of a similar verb in English in meaning and
structure result in recurrent learning problems that are often perpetuated by
textbooks. This article examines the grammatical presentation and practice of gustar
in 10 Spanish language textbooks used in college programs in the United States.
Key words: gustar verb; textbooks; Spanish as a second language
1.
Introducción
En su artículo del 1921 “The Spanish
Text Book”, Cony Sturgis ya aludía a la particular idiosincrasia de los
libros de texto de lengua española, parafraseando un dicho tradicional: “Hay
suficientes cosas buenas en lo peor de ellos y suficientes cosas malas en lo
mejor de ellos como para que no hablemos demasiado en contra de ninguno de
ellos” (Sturgis, 1921, p. 256). Aunque pocos son los estudios que han analizado
el contenido de los libros de texto de idiomas, no por ello la investigación en
ese ámbito deja de ser esencial en la medida en que el manual continúa dictando
los parámetros de aprendizaje del alumno.
A medio camino entre lo bueno en lo
peor y lo malo en lo mejor, que mencionaba Sturgis, se encuentra la proyección
que recibe el verbo gustar en los
manuales de español como lengua extranjera (E/LE) que se utilizan en el ámbito
docente universitario en los Estados Unidos. Infravalorado por unos y
sobreentendido por otros, el verbo gustar tal y como aparece en los
libros de texto puede suponer un reto para el profesor y el alumno. “Yo me
gusta”, “Me gusto cantar”, y “María le gusta matemáticas” son algunos ejemplos
ilustrativos que inundan las composiciones de nuestros estudiantes universitarios
de nivel principiante e incluso intermedio. En este estudio se examinarán 10
manuales de E/LE con el objetivo de desarrollar una reflexión metodológica en
torno a la presentación y práctica gramatical del verbo gustar como
posible vínculo con los recurrentes errores de aprendizaje por parte del
alumnado.
En una aproximación inicial al tópico,
podemos establecer dos núcleos problemáticos que afectan a gustar:
definición y estructura. Whitley (2002, p. 143) explica que, al equiparar a
este verbo con el inglés “to like”, el alumno angloparlante se puede encontrar
con un problema morfosintáctico referente al régimen verbal. Mientras que en
inglés to like rige un objeto directo (“Mary-SUJ likes
oranges-OD”), en
español requiere un objeto indirecto (“A María-OI le
gustan las naranjas-SUJ”). A
esto hay que añadir el problema de la estructura inversa o “reverse
constructions” cuando el alumno compara automáticamente la mecánica sintáctica
de gustar con su equivalente en inglés. Dvořak (1983, p. 25), por
ejemplo, señala que este contraste estructural es responsable de un uso no
estándar de gustar entre la comunidad portorriqueña de Nueva York. En
este caso, los hablantes tienden a realizar la concordancia verbal con el
pronombre de objeto indirecto (ejemplos 3 y 4), en lugar de hacerlo con el
sujeto que sigue al verbo, atendiendo al orden SVO típico del inglés.
1. A él
le gustan los deportes (estándar)
(He
likes sports.)
2. A ustedes les gusta este libro
(estándar)
(You all like this
book.)
3. A él le gusta los deportes (no estándar)
(He
likes sports.)
4. A ustedes les gustan este libro (no
estándar)
(You all like this
book.)
Un ejemplo de cómo los manuales resuelven la
problemática referente al aspecto semántico y sintáctico de gustar para
el alumno angloparlante lo encontramos en Communicating in Spanish
(Briscoe, Bull, y LaMadrid, 1974), cuyos autores elaboran una estrategia
inicial en torno a to disgust “disgustar” como un verbo similar en significado
y uso al español gustar. Según los autores, “Mangos disgust Mary” sería
similar a “A María le disgustan los mangos”, a pesar de la discordancia en
régimen y orden. A partir del tandem to disgust-disgustar Briscoe y
otros emparejan la forma agramatical gust con to disgust en
calidad de antónimo: “Mangos disgust Mary but oranges ‘gust’ her a lot”. El último
paso consiste en identificar gust con gustar como verbos afines
que rigen objeto indirecto. Otros autores (Newman, 1963, p. 461; Whitely, 2002,
p. 144; Van Patten, 2008, p. 60) optan por simplificar el concepto de la
estructura inversa al definir gustar como “to be pleasing” y no como “to
like”, aunque esta forma también puede hacer caer al alumno en error al
traducir “Oranges are pleasing to me” como “Las naranjas son gustan me”, “Las
naranjas gustan a mí”, etc.
Dificultades y complicaciones
lingüísticas aparte, el enfoque de esta compleja situación parece apuntar a la
necesidad de mejorar las estrategias didácticas de la presentación y práctica
de gustar para que sean rentables para la comprensión y posterior
práctica del alumno. No se puede esperar, por ejemplo, que un estudiante
comprenda el funcionamiento de le como objeto indirecto de gustar
cuando este verbo aparece en el manual antes del capítulo que trata los
pronombres de objeto indirecto. Así, Briscoe (1989) advierte acertadamente en Making
gustar Meaningful que la única manera de hacer llegar el verbo gustar
a los estudiantes es después del conocimiento afianzado de las conjugaciones
del presente de indicativo de los verbos terminados en -ar y de los
pronombres de objeto indirecto. A estos dos requisitos habría que añadir un
conocimiento básico de la dinámica estructural arbitraria del español en cuanto
al orden de los elementos en la frase, algo que, como indica Dvořak
(1983), genera gran confusión ante el uso de gustar. Sin estos
requisitos, puntualiza Briscoe (1989, p. 747), la comprensión de la dinámica
verbal de gustar “requerirá más tiempo en la enseñanza y en la
compresión de lo que se esperaría en caso contrario”. Parte de este estudio
investigará si los manuales de E/LE atienden a esta tendencia propuesta por
Briscoe.
Finalmente se encuentra la
problemática que implica a las actividades que acompañan a la presentación
gramatical. Durante décadas, el enfoque de los manuales solía limitarse a
actividades mecánicas desconectadas que incluían frases completas o incompletas
que el alumno debía modificar. Aunque hoy en día este tipo de actividades han
quedado relegadas a un segundo plano, algunas metodologías continúan limitando
la sección de práctica gramatical a actividades mecánicas que no dejan mucha
opción en la respuesta (Walz, 1989, p. 160). En contraposición a esta tendencia
de enseñanza, el método comunicativo entró en el campo de la enseñanza de
segundas lenguas para aumentar el aspecto interactivo y creativo. Dentro de este marco teórico, Omaggio (1993)
establece además la importancia de contextualizar la práctica gramatical con
contenido y vocabulario afín al tópico de la unidad. La aplicación de esta
nueva corriente pedagógica a metodologías de segunda lengua parece haberse
generalizado durante las últimas décadas, tal y como indica Terrell (1990) en
su estudio de 16 manuales de E/LE de nivel universitario y 5 de nivel de escuela
secundaria: “La contextualización claramente se está aceptando, ya que once de
los 16 manuales de universidad y todos los de las escuelas han contextualizado
más de la mitad de sus actividades” (Terrell, 1990, p. 207).
El método comunicativo tiene como
objetivo principal enfocarse no en simples estructuras lingüísticas sino en las
funciones, es decir, “lo que la gente quiere hacer o lo que quieren lograr por
medio del habla” (Brumfit y Finocchiaro, 1983, p. 4). La competencia comunicativa no sólo hace el
aprendizaje de formas más atractivo al alumno, sino que le concede la
oportunidad de dirigir discusiones, crear con la lengua, y conectar elementos
culturales (Glisan y Shrum, 2005, p. 227). Las actividades dejan de ser estrictamente mecánicas y
pasan a adoptar matices comunicativos esperando que los estudiantes se
involucren en interacción espontánea con sus compañeros. Terrell (1990) también
analizó el parámetro comunicativo en los manuales de su estudio, observando una
clara tendencia mayoritaria hacia las actividades comunicativas en contraste
con los tradicionales ejercicios gramaticales.
De la misma manera que se recomienda
que la gramática se practique dentro de un contexto y con miras hacia la
comunicación, otros autores también han señalado la importancia de introducir
aspectos culturales en la práctica gramatical. En los años ochenta se empezó a
proclamar la necesidad de integrar la cultura en la enseñanza de lenguas
extranjeras. Crawford-Lange y Lange (1984), por ejemplo, mostraron un panorama metodológico
del momento en el cual la lengua y la cultura parecían estar levemente
conectadas, cuando lo cierto es que están intrínsicamente unidas. En esta misma
línea, Strasheim (1981) enfatizó la importancia de integrar la cultura en la
práctica gramatical especialmente en la enseñanza escolar. Sin embargo, décadas
después, la realidad que ofrecen algunos manuales de E/LE muestra que la
cultura es todavía un elemento ajeno a la práctica gramatical, como así se
recoge en el estudio de Frantzen (1998) sobre las actividades de gustar,
saber/conocer y la hora en 10 manuales de E/LE.
Este artículo examina la problemática
de aprendizaje que surge ante la presentación del verbo gustar en 10
manuales de E/LE del ámbito académico estadounidense. En concreto, se quiere
enfocar en la idiosincrasia de la explicación gramatical y en la aplicación (o
en la falta de aplicación) de la teoría en torno al contexto, la comunicación y
la cultura a la práctica didáctica que acompaña a gustar.
2. El
estudio y los parámetros
El corpus de este estudio incluye 10
manuales de E/LE orientados a programas de español de primer año de
universidades estadounidenses. En cada uno de los 10 manuales se analizaron un
total de 8 parámetros que se expusieron en dos tablas. En la Tabla I se
observaron los parámetros 1-5. Los parámetros 1-2 tenían como objetivo ofrecer
una visión general del verbo gustar en cada metodología (¿A qué altura
del manual se introduce este complicado verbo? ¿En qué contexto se introduce?).
A continuación, se observaron los parámetros 3-4 que entroncan con los
argumentos de Briscoe (1989) y, siguiendo sus recomendaciones, querían
comprobar si los manuales están en acorde con ellos en cuanto a introducir el
verbo gustar después de las conjugaciones verbales -ar del
presente de indicativo (parámetro 3) y de los pronombres de objeto indirecto
(parámetro 4). Por último, el parámetro 5 indagó sobre la cantidad y calidad de
la presentación del tópico gramatical: completa (C) cuando se explican las
formas de gustar con los pronombres de objeto indirecto y con la forma
enfática encabezada por la preposición a, y parcial (P) cuando sólo se
explica gustar parcialmente o faltan aspectos gramaticales sobre el
tópico.
La Tabla II muestra los resultados de
la aplicación de los parámetros 6-8, los cuales estaban específicamente
orientados a investigar las actividades que acompañan a la presentación
gramatical de gustar. En línea con la investigación pedagógica,
comentada anteriormente, que recomienda el uso de actividades contextualizadas,
comunicativas y con contenido cultural, los parámetros 6, 7 y 8 indagaron estos
tres aspectos, respectivamente. Por “actividad contextualizada” se entiende
aquella actividad que encuadra con el tema principal del capítulo. En la
siguiente actividad de ¡Hablemos Español! (p. 202), por ejemplo, se pide
al estudiante que pregunte a sus compañeros de clase por sus gustos sobre
alimentos, lo cual conecta con el tópico “comidas y bebidas” del capítulo 8 en
el que se encuentra.
A. ¿Te
gusta...? Ask a classmate whether he or she likes the following.
MODELO el pescado ¿Te
gusta el pescado?
1.
el jamón 5. cocinar
2.
los frijoles 6. los postres
3.
viajar 7. las bananas
(los plátanos)
4.
las naranjas 8. el cerdo
Now
ask your instructor the same questions.
MODELO ¿Le gusta el pescado?
Las actividades comunicativas que
estudia el parámetro 7 son, para este estudio, aquellas que piden al alumno
crear comunicación en contraposición a repetir patrones estructurales que
buscan obtener una afirmación/negación o una palabra como respuesta. El enfoque
está en el aspecto creativo de la comunicación, en el que se espera que el
alumno incluya de manera espontánea no sólo lo que se acaba de explicar, sino
también vocabulario y fórmulas aprendidas en capítulos anteriores. Vistas
(p. 221) tiene un claro ejemplo de actividad comunicativa.
7.
Situación En grupos de tres, trabajen con la hoja de
actividades que les va a dar (to give) su profesor(a). Una persona es
el/la dependiente/a en una tienda. Las otras dos personas son los clientes que
quieren comprar ropa y/o zapatos.
Finalmente, las actividades de tipo
cultural que analiza el parámetro 8 hacen referencia a aquellas que tienen
contenido ampliamente cultural (e.g. una lectura corta sobre un aspecto cultural
de un país) y también a actividades en las que se mencionan personajes o
lugares del mundo hispanohablante.
3.
Resultados del estudio
Los resultados del análisis de acuerdo
con los parámetros anteriormente mencionados se presentan a continuación,
seguidos de una discusión de varios ejemplos.
Parámetro 1: De los
diez manuales, seis introducen gustar en capítulos introductorios (i.e.
capítulo preliminar, capítulos 1-2), en comparación con los cuatro manuales que
lo presentan en capítulos intermedios (i.e. 6-8).
Parámetro 2: El
contexto predominante en el que se encuadra el verbo gustar pertenece al
ámbito culinario, aplicándose a un 40% de los manuales del estudio. El 60%
restante de los contextos queda desigualmente distribuido entre la universidad,
la habitación, los amigos, los primeros pasos, pasatiempos y la rutina.
Parámetro
3: Un 40%
de los manuales no introduce el verbo gustar después de la conjugación
verbal de presente de indicativo de los verbos
-ar, lo que contradice las sugerencias de
Briscoe (1989).
Parámetro
4: En contra de la segunda recomendación de Briscoe (1989), un 60% de los
manuales muestra que la presentación de los pronombres de objeto indirecto no
precede a la del verbo gustar.
Parámetro 5: Un 70% de los
manuales contiene una explicación parcial del verbo gustar debido a la
falta de la conjugación completa de gustar o a la omisión del uso
enfático con la frase preposicional.
Tabla I. Parámetros
1-5
Manual
E/LE |
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
¡Arriba! |
6/15 |
comida |
√ |
√ |
P |
Así Es |
7/18 |
comida |
√ |
√ |
P |
¡Atrévete! |
2/10 |
universidad |
√ |
- |
C |
¡Claro
que sí! |
2/18 |
habitación |
- |
- |
C |
¡Hablemos
español! |
8/17 |
comida |
√ |
√ |
P |
Mosaicos |
2/15 |
amigos |
√ |
- |
P |
¿Qué
tal? |
preliminar/18 |
primeros pasos |
- |
- |
P |
¿Sabías
que...? |
2/18 |
pasatiempos |
- |
- |
P |
¡Tú dirás! |
1 & 2/14 |
comida & conocerse |
- |
- |
P |
Vistas |
7/18 |
rutina |
√ |
√ |
C |
______________ 1= Capítulo en el que se encuentra
el verbo gustar 2= Contexto del capítulo 3= Presentación situada después
del presente de indicativo de los verbos -ar 4= Presentación situada después
de la presentación de los pronombres de objeto indirecto 5= Presentación gramatical
(C= completa, P= parcial) |
Parámetro 6: La Tabla II muestra que 39 (69%) actividades de
un total de 56 están contextualizadas.
Parámetro
7: Un porcentaje muy bajo, el 19%, de las actividades tiene fines
comunicativos, las cuales están repartidas de manera desigual entre seis
manuales.
Parámetro
8: Sólo un 7% de actividades con gustar tiene cariz cultural, y
éstas aparecen únicamente en dos manuales.
Tabla II. Parámetros
6-8 sobre actividades
Manual
E/LE |
6 |
7 |
8 |
TOTAL |
¡Arriba! |
3 |
1 |
3 |
7 |
Así Es |
3 |
- |
- |
6 |
¡Atrévete! |
4 |
- |
- |
5 |
¡Claro
que sí! |
6 |
3 |
- |
6 |
¡Hablemos
español! |
3 |
3 |
- |
5 |
Mosaicos |
3 |
1 |
- |
3 |
¿Qué
tal? |
2 |
- |
- |
2 |
¿Sabías
que...? |
4 |
- |
- |
4 |
¡Tú dirás! |
1 & 6 |
1 |
1 |
10 |
Vistas |
4 |
2 |
- |
8 |
___________________ 6= Actividades contextualizadas 7= Actividades comunicativas 8= Actividades con contenido
cultural |
4.
Discusión: Gustar en 10 manuales de E/LE
¿Qué patrones muestran los resultados
de las Tablas I y II? Los siguientes ejemplos ilustran las tendencias problemáticas
que presentan la explicación y práctica del verbo gustar en los manuales
de E/LE.
El análisis de los resultados de los
parámetros 3 y 4 podría perfectamente servir para resumir la confusión general
que rige gustar en los manuales. Por un parte, parece sorprendente que
casi la mitad de los manuales no enseñe gustar después de la explicación
de la conjugación verbal -ar del presente de indicativo. El caso de ¿Qué
tal? y ¡Tú dirás! es un poco más extremo, ya que lo introducen en su
capítulo inicial, anteponiéndolo a conjugaciones verbales y a la
familiarización del estudiante con la dinámica del idioma en particular. La
anteposición de gustar a otros tópicos gramaticales busca otorgarle un
puesto prioritario en el aprendizaje gramatical equiparable al alfabeto o a los
pronombres personales de sujeto. Este apresuramiento por enseñar gustar
queda reflejado en su presentación gramatical, en la que en lugar de explicar
la mecánica del verbo se pide directamente memorizar estructuras del tipo “Me
gusta...” para expresar un gusto personal, y “¿Te gusta...?” para preguntar
sobre el mismo.
El parámetro 4, en calidad de
antecedente recomendable y casi imperativo a la introducción de gustar
en los manuales de E/LE, ofrece resultados inesperados. El hecho de que con
frecuencia los estudiantes sustituyan el pronombre de objeto indirecto por el
de sujeto (véase por ejemplo, López Jiménez, 2003, p. 258), o incluso incluyan
ambos con gustar, indica la importancia de presentar este verbo después
de los pronombres de objeto indirecto, algo que seis manuales de este estudio
no parecen reflejar. Incluso, ¡Claro que sí! y ¿Sabías que...?,
dos manuales que no cumplen 3 y 4, no clarifican que me, te,
etc., sean pronombres de objeto indirecto (no equivalentes a yo, tú,
etc.) ni que no puedan ir con pronombres de
sujeto.
El parámetro 5 se encargó de observar
el contenido gramatical de gustar. El método comunicativo que aboga por
una perspectiva menos gramatical que los manuales han ido progresivamente
implementando, comete a veces el error de eliminar explicaciones gramaticales
necesarias. Con frecuencia se tiende a asumir que el alumno va a comprender el funcionamiento
de ciertas estructuras que se apartan de las formas regulares, como es el caso
de gustar, sin enfocarse en la explicación. Se presentan fórmulas
mecánicas (“Me gusta...”, “Le gusta...”) sin llegar a explicar la gama de
posibilidades que se puede dar en cuanto al objeto indirecto y al sujeto. ¡Atrévete!,
¡Claro que sí! y Vistas resuelven esta situación insertando una
tabla del tipo que se muestra a continuación (Vistas, p. 218),
facilitando así la comprensión de la estructura.
SINGULAR me, te, le gusta › la película
gustó › el concierto
›
PLURAL nos,
os, les gustan › las papas fritas
gustaron
› los helados
La ambigüedad semántica en torno al
significado de gustar en inglés también se convierte en un importante factor
de confusión en el aprendizaje del verbo. Por un parte están los manuales (p.
ej. Mosaicos, ¿Qué tal? y Vistas) que simplifican el
asunto indicando que gustar equivale al inglés “to like”, y por otra los
que optan por “to be pleasing” (p. ej. ¡Arriba!), o incluso por ambos
(p. ej. ¡Atrévete!, ¡Hablemos Español!) aduciendo una traducción
más literal del verbo español. Más complicado lo ponen los manuales que niegan
tajantemente que gustar signifique “to like” (“Recuerda que gustar
no significa to like”, ¿Sabías que...? p. 60).
La colocación de la preposición a
cuando se quiere enfatizar a la persona referida por el pronombre de objeto
indirecto es también punto de confusión en los manuales. Mosaicos y ¿Qué
tal?, por ejemplo, no lo tratan; tampoco lo hace ¿Sabías que...?,
pero lo incluye en los ejemplos. Los manuales que optan por explicar este
detalle de carácter enfático suelen usar lenguaje lingüístico del tipo “frase
preposicional” que fácilmente puede confundir al alumno, o recurren a una
estrategia extremadamente simplificadora: “Las palabras en paréntesis (p.ej. (A
él)) son opcionales” (¡Claro que sí!, p. 47).
Los resultados de la Tabla II también
muestran una variedad de contradicciones con la investigación de Terrell
(1990), Omaggio (1993), y Frantzen (1998), en relación no tanto a la necesidad
de actividades contextualizadas sino al aspecto comunicativo y cultural. El
parámetro 6 sobre las actividades contextualizadas presenta resultados
aceptables que permiten al estudiante practicar gustar con el
vocabulario del capítulo. Los parámetros 7 y 8, sin embargo, ofrecen un
panorama diferente. Casi la mitad de los manuales carece de actividades
comunicativas o tiene actividades denominadas “comunicativas” a pesar de no
serlo. ¿Sabías que...? (p. 69-70), por ejemplo, incluye una actividad
bajo la sección “comunicación” en el que se pide al alumno A preguntar al
alumno B sobre actividades favoritas en el fin de semana por medio de una
encuesta proporcionada en la actividad. El estudiante A únicamente tiene que
cambiar el pronombre de objeto indirecto (p. ej. cambiar “me gusta” por “¿te
gusta?”) a lo cual el alumno B debe responder con un “sí” o un “no”.
ACTIVIDAD
D ¿Qué te gusta hacer los fines de semana?
Paso 1 Take the survey on the
following page. Then interview someone else and note his or her responses.
MODELO ¿Te gusta estudiar hasta muy tarde los
sábados si hace buen tiempo? ¿y
si hace mal tiempo?
Si hace Si hace
Los sábados buen
tiempo mal tiempo
SÍ
NO SÍ NO
1. Me gusta estudiar hasta muy tarde
...
□ □ □ □
2. Me gusta ir al cine ... □ □ □ □
......
Otro ejemplo de pseudo-actividad
comunicativa lo encontramos en Así Es (p. 265) en la que se enmascara
una actividad gramatical de tipo mecánica como comunicativa. A pesar de existir
una intención subyacente comunicativa, en realidad, el resultado que se obtiene
es que el alumno encuestado puede responder leyendo las respuestas que escribió
en la primera parte de la actividad.
E.
Preguntas personales. Conteste Ud. las preguntas siguientes con
frases completas. Luego, cambie las
preguntas a la forma tú y entreviste a un(a) compañero(a).
Compare sus respuestas.
1. ¿Le gusta comer en la cafetería?
¿Por qué sí o no?
2. ¿Qué les hace falta a los
estudiantes? ¿A Ud.?
.............
Por último se encuentra el trato que
recibe el contenido cultural en las actividades de práctica. Como indican los
resultados de la Tabla II, hay una clara tendencia a evitar la cultura en la
gramática. Incluso los dos únicos manuales que incluyen aspectos culturales,
como ¡Arriba! y ¡Tú dirás!, no cuentan con actividades
completamente culturales. ¡Arriba! (p. 198), por ejemplo, se enfoca en
una mini-lectura actividad sobre los pingüinos que hace alusión a Chile como
país que alberga a estos animales, pero no hay una proyección cultural en
profundidad. En la actividad de ¡Tú dirás! (p. 21), presentada a
continuación, el aspecto cultural se quiere trabajar mediante el uso de
individuos famosos del mundo hispanohablante para trabajar la gramática de gustar,
pero en realidad no se está proporcionando contenido cultural sobre cada
personaje. Los alumnos bien podrían estar practicando con famosos del mundo
angloparlante sin perturbar el objetivo de la actividad.
G. ¿Qué
te gusta hacer? Imagine that you are one
of the following people. According to the information provided, say one or two
logical things that you like to do. The rest of the class has to guess who you
are.
MODELO: Me gusta mucho escribir. Me llamo...
1. Laura Esquivel (escritora)
2. Enrique Iglesias (cantante)
3. Gabriela Sabatini (tenista)
4. Jon Seda (actor)
5. María Hinojosa (periodista,
corresponsal de televisión)
4. Conclusión
La información presentada en previas
secciones demuestra que los manuales de E/LE pueden a menudo contribuir a
establecer barreras didácticas entre el docente y el alumno. En primer lugar,
se hace importante introducir la conjugación y mecánica de gustar en un
momento apropiado, como sugiere Briscoe (1989), en el que el alumno ya se
encuentre familiarizado con estructuras verbales y morfosintácticas del
español. En segundo lugar, es recomendable desplegar el funcionamiento
gramatical de gustar al completo (conjugación, pronombres, preposición a)
atendiendo a un lenguaje explicativo que resulte de fácil comprensión. Por
último, es necesario hacer un mayor hincapié en el aspecto contextual,
comunicativo y cultural de la práctica gramatical. Un vistazo de nuevo a las
actividades anteriormente mencionadas nos hace preguntar por qué se presenta
una actividad en torno a animales en el capítulo de la comida en lugar de
incluir, por ejemplo, una actividad cultural sobre la cocina chilena.
Escritores, editores de manuales, así
como investigadores de E/LE deben tener en cuenta la importancia de los
parámetros analizados en este estudio como factores influyentes en el
aprendizaje de la lengua, para consecuentemente elaborar medidas didácticas que
faciliten el proceso de adquisición de arduos tópicos gramaticales como el
verbo gustar.
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