REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS FILOLÓGICOS


JUEGOS DE LENGUAJE. EN TORNO A LA NARRATIVA ESPAÑOLA ACTUAL,

DE EPICTETO DÍAZ NAVARRO

 

por Juan Antonio López Ribera

 

 

Juegos de lenguaje. En torno a la narrativa española actual, Epicteto Díaz Navarro, Llibros del Pexe, Gijón, 2007. 173 págs.

 

         El creciente número de publicaciones acerca de la narrativa de nuestro tiempo da buena muestra del interés que suscita esta parcela de nuestra literatura en el ámbito teórico. Nadie podrá negar que la crítica ha ido estableciendo, cada vez con más solidez y rigor, unos parámetros desde los que abordar eficazmente el estudio de la narrativa más reciente. Eso sí, siempre habrá que actuar con prudencia y sin abarcar más de lo que la escasa distancia temporal con la materia tratada permite, so pena de que los árboles no nos dejen ver el bosque.

         Por eso, este valioso trabajo del profesor Díaz Navarro (Universidad Complutense de Madrid) se nos presenta como un ensayo, una tentativa «que deberá ampliarse y completarse, sin duda, con reflexiones futuras y desde puntos de vista diferentes» (13). El ejercicio teórico que se lleva a cabo sobre la narrativa actual es objeto de constante reformulación, por lo que es recomendable reducir las pretensiones de exhaustividad al mínimo. Aún es necesario dejar pasar un tiempo para intentar sentar cátedra en esta cuestión, y eso lo sabe muy bien el profesor Díaz Navarro.

         Mientras tanto, habrá que ir abonando el terreno. En ese sentido, la aportación de Díaz Navarro es rigurosa y precisa, y además planteada de forma clara y amena. El primer capítulo es una introducción donde se exponen los principales factores que han marcado la narrativa española de nuestro tiempo. Tras examinar algunos de los intentos de clasificación periódica más aceptados, como los de Santos Sanz, Gonzalo Sobejano o José-Carlos Mainer, Díaz Navarro afirma que, a partir de 1975, «se puede señalar como el rasgo más visible la diversidad».

         En una narrativa tan diversa, Díaz Navarro señala que uno de los principales rasgos es la perspectiva lúdica (de ahí el título del libro). No quiere esto decir que la novela se haya convertido en un objeto de puro entretenimiento, «sino que la narración es vista primero como objeto artístico que no obtiene suficiente fundamento por su contenido y cuya función no es competir con los medios de información ni con elaboraciones filosóficas» (16). Un poco más adelante, Díaz Navarro explica brevemente el origen de esta nueva concepción de la literatura: «el arte ha dejado de ser un absoluto y de proporcionar trascendencia. No se trata de que la posición desde la que se escribe haya cortado amarras con el pasado, sino de la incertidumbre que rodea lo que se dice. La ambición del novelista no puede ser ya la de Balzac, la de querer representar «toda su sociedad», ni resulta posible tener las claves de la totalidad social» (16). Las páginas siguientes ahondan en esta cuestión, abordando temas como la recurrente muerte de la novela, la relación entre la realidad y la novela, la irrupción del mercado en el ámbito literario y, sobre todo, el concepto de Posmodernidad. Acaba la introducción con una breve mención a los novelistas más jóvenes, «quizá la mayor línea de ruptura» (26).

         El resto de capítulos del libro actúan a modo de calas donde se analizan más detalladamente distintos aspectos y autores de la narrativa española actual. El primero de ellos (segundo del libro), titulado «Extrañamientos del mundo», se ocupa de tres novelas: El expediente del náufrago de Luis Mateo Díez, Lejos de Veracruz de Enrique Vila-Matas, y Ventajas de viajar en tren de Antonio Orejudo. El porqué de esta reunión se encuentra en que estas tres novelas muestran «tres modos conflictivos en los que la tradición mimética realista es desafiada desde el punto de vista del sentido, de la lógica que gobierna el mundo representado» (29). Son textos donde la ironía va más allá del papel y trastoca la interpretación de la materia narrativa que siempre llevamos a cabo como lectores.

         El tercer capítulo está dedicado al análisis de dos obras de Adelaida García Morales, El Sur y Bene. La primera es una novela de aprendizaje (más conocida por su adaptación cinematográfica), mientras que la segunda es una historia de fantasmas al más puro estilo de la novela gótica.

         El cuarto capítulo tiene como protagonista la novela de Antonio Muñoz Molina Sefarad, como ejemplo claro de lo que Díaz Navarro denomina «escrituras de la Historia». Además, novelas como ésta sirven «para mostrar que la narrativa actual no se ha convertido en un producto de consumo, y no se ha internado en un exclusivo camino privado, en unas preocupaciones minoritarias de una élite intelectual siempre descontenta y un olvido de cualquier dimensión crítica» (78).

         Siguiendo con esta perspectiva histórica, el siguiente capítulo examina las relaciones entre la Biblia y la novela española actual. Se ocupan estas páginas del análisis de tres títulos donde se desarrollan temas bíblicos: el libro de cuentos Los motivos de Circe de Lourdes Ortiz, Sara de Ur de José Jiménez Lozano y El caballero de Sajonia de Juan Benet.

         Cambiando radicalmente de tercio, el sexto capítulo del libro propone una lectura de Los parentescos de Carmen Martín Gaite y de El espíritu del Páramo de Luis Mateo Díez. Son autores de distintas generaciones y son dos novelas de géneros muy distintos, pero si Díaz Navarro propone un análisis conjunto es por la importancia en ambos textos del «espacio castellano».

         Los dos últimos capítulos tienen como protagonistas a los autores más jóvenes de la narrativa española. En el primero de ellos (y séptimo del libro), Díaz Navarro se ocupa de las primeras novelas de Juan Manuel de Prada: Las máscaras del héroe (1996), La tempestad (1997), Las esquinas del aire (2000) y La vida invisible (2003). En ellas se repiten temas como la identidad, la literatura como antídoto contra la desaparición del ser, la adolescencia, el sexo y, en general, el amor.

         Y, para acabar, un octavo capítulo dedicado a los autores jóvenes que cultivan la llamada «novela urbana» y a los que Germán Gullón denomina «neocostumbristas». En ellos es donde se hace más patente el vacío ideológico de las nuevas generaciones, nacidas y crecidas en la era de la comunicación y la globalización. Estas novelas muestran el desapego de los jóvenes hacia el núcleo familiar y, en el ámbito cultural, su rechazo hacia la literatura, la música o el cine españoles, sustituidos mayoritariamente por los nuevos referentes norteamericanos. Como muestra, Díaz Navarro se detiene en dos novelas: Héroes de Ray Loriga y Nunca le des la mano a un pistolero zurdo de Benjamín Prado. Son novelas que tienen como protagonistas a personajes de vida insustancial, banal, que sirven al autor para elaborar una fuerte crítica de la sociedad actual.

         Salta a la vista que la narrativa actual, sobre todo la de los autores más jóvenes, maneja un amplio abanico de temas y estilos. La diversidad a la que se refería Díaz Navarro es fuente de riqueza para la novela de nuestro tiempo, pero a la vez un escollo importante a la hora del análisis crítico. Poner a examen a las letras más recientes requiere precisión, prudencia y seguridad en lo poco que se puede decir con carácter definitivo. Juegos de lenguaje. En torno a la narrativa española actual es un estimable trabajo donde no falta nada de esto y, además, por su sencillez expositiva y su claridad de ideas, es de gran utilidad tanto para los ya iniciados en el tema, que encontrarán rigurosos análisis de las más diversas obras novelísticas de los últimos años, como para los profanos, que tienen en esta obra un valioso instrumento para cimentar sus conocimientos acerca del tema. El profesor Díaz Navarro nos ofrece en estos Juegos de lenguaje unas páginas de gran calibre para un campo de estudio apasionante. Un campo de estudio que merece muchos más libros como éste.