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MOZA, PALURDO, MENOS
GUASA...
Las series de época recuperan la memoria histórica de las
palabras
SUSANA PÉREZ DE PABLOS - Madrid - 16/11/2008
http://www.elpais.com/articulo/Pantallas/Moza/palurdo/guasa/elpepirtv/20081116elpepirtv_1/Tes
Los chavales de Cuéntame (TVE-1)
empezaron diciendo "macho" (en 1968), de pequeños, y en los últimos
capítulos (ya en los setenta) dicen "tío". Las series de época,
como ésta, que empieza en el franquismo, ayudan a recordar las palabras que
se han dejado de usar, las expresiones y la forma de hablar, pero también
reflejan lo que pasaba y pensaba la sociedad de entonces. La falta de libertad
de las mujeres ("es una señora decente", "una chica alegre"),
el trato despectivo a algunos colectivos, como los homosexuales ("bujarro,
marica, pierde aceite"), el lenguaje políticamente incorrecto o incluso
la influencia de la política en la forma de hablar se ven en las expresiones
y en la entonación. También hay un contraste en el tiempo que se dedicaba
a ello y en el ritmo del lenguaje, que era el de la vida. El día a día transcurría
más tranquilamente. Los guionistas y productores de estas series intentan
equilibrar la fidelidad lingüística con el uso de un lenguaje que no resulte
muy chocante al espectador. ¿Los que más arriesgan? Los que escriben las series
que transcurren en años de los que hay testigos vivos, es decir, en casi todo
el siglo XX.
"Lo importante es que los personajes hablen conforme
a la época en la
que está situada la serie, reflejen cómo se pensaba, las actitudes, la
visión del mundo que había, o de la mujer, por ejemplo", explica Alberto
Macías, uno de los coordinadores de guiones de Cuéntame. "Tenemos
cuidado de no utilizar argot o modismos de ahora porque basta con que un
solo elemento rechine para que se tenga la sensación de que no es
creíble".
Las situadas en el siglo XX se escriben con el corazón. Los guionistas
rinden homenaje a la historia que están contando, porque es la de su
familia, sus abuelos o sus padres. "Hemos hecho mucho trabajo de
documentación pero luego hubo que distanciar el lenguaje un poco para
que no chocara demasiado, se ha buscado un equilibrio y una forma de
expresión más ágil", explica la coordinadora de guiones de La señora
(TVE-1), Virginia Yagüe, autora de la idea original.
La productora ejecutiva de Águila Roja (que empezará pronto a emitir
TVE-1), María Penedo, ambientada en
Los guionistas se inspiran en la literatura, pero los de
las series que
transcurren en el siglo XX, también en la radio, la televisión, el
NODO... Una de las dialoguistas de Amar...,
Julia Altares, pone
algunos ejemplos. "Está prohibido decir 'vale', que no se usaba, se
buscan alternativas como 'de acuerdo'. Tampoco se decía 'tener una
depresión', sino 'estar de los nervios' o 'bajo de ánimo'. Y había gran
variedad de saludos, sobre todo referidos a Dios, como 'Con Dios' o
'Dios te ampare'. El lenguaje era más formal, más correcto y más
ingenuo", dice Altares. Alcoba, mozo, arrea, arrejuntarse... A las
mujeres se les llamaban con diminutos, aunque fueran mayores: Rosita,
Teresita, Maripili, Sole...
Muchos guionistas perciben que antes había más riqueza en
el lenguaje.
Pero lo cuestiona el director del diccionario histórico de
El catedrático hace un apunte final: "Los escritores
no escribían como
se hablaba. No conocemos realmente el léxico de la calle de otros
siglos. Pero es atractivo que se recupere léxico pasivo a través de
estas series".
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"Esa dama está bajo mi protección"
"Esta dama está bajo mi protección, caballero",
"¡es una gran señora sin
una pizca de frivolidad!", "¡elige bien tus palabras!". Son tres
típicas
expresiones a las que recurre de forma habitual uno de los mejores
adaptadores de guiones de series de televisión y películas de época, el
británico Andrew Davies (Rhiwbina, Gales, 1936).
Lo más importante a la hora de adaptar el lenguaje a una
serie de época
para televisión es "trazar un delicado sendero entre los dos
extremos",
explica Davies. "Intento usar palabras y
expresiones que se utilizan en
el tiempo de la novela, pero que también suenen naturales ahora".
Su currículo como guionista de cintas de época es impresionante: decenas
de series, la mayoría para
Davies opina que las series situadas en
tiempos recientes (como Life on Mars,
que transcurre en los años setenta y ochenta) "ilustran muy bien cómo
era la gente entonces y cómo somos ahora". Davies
enumera las razones por las que este tipo de series tienden a ser muy atractivas:
"Por la evasión, la nostalgia, la atracción de los preciosos vestuarios
y de las casas. Pero, a un nivel más profundo, los grandes clásicos cuentan
historias maravillosas, con personajes interesantes, y exploran temas universales,
por ejemplo, cómo debemos de vivir nuestras vidas". A lo largo del siglo
XX, los cambios se han sucedido mucho más rápidamente que en los anteriores.
La vida ha experimentado inmensos cambios en escasas décadas y la tecnología
ha hecho el resto para acusar las diferencias y para permitir muchas más opciones.
"Esto es así, pero sólo en cosas superficiales", dice el guionista
británico, "como la ropa, los hábitos, la tecnología... Eso ha cambiado
rápidamente, en efecto, pero la naturaleza humana se mantiene básicamente
igual, creo yo".
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