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Recuerdos de Murcia: José Ballester. Escritos inéditos y autobiográficos, de José López
Rico
por Juan Antonio
López Ribera
José Ballester. Escritos inéditos y autobiográficos. Murcia. 2009.
Es éste un libro familiar, íntimo,
pequeño en pretensiones pero grande en logros. Es un sentido homenaje a uno de
los más grandes autores murcianos (y murcianistas): José Ballester (1892-1978).
El autor, José López Rico, yerno de Ballester, reconstruye el periplo vital de
su suegro a través de unas notas autobiográficas que éste dejó escritas para
sus descendientes y con las que, si la muerte no lo hubiera impedido, iba a
componer sus memorias, que llevarían por título Zarangollo autobiográfico: «como tenemos la suerte de estar ante un
escritor, una persona que necesita expresarse, cuyas vivencias tienden a
convertirse en palabras, creo que podemos reconstruir gran parte de su
biografía entresacándola de sus escritos» (pág. 45). A esta fuente principal
habría que sumarle los recuerdos y vivencias del propio autor fruto del trato
personal con Ballester, lo cual nos brinda la oportunidad de conocer, de
primera mano, a la persona detrás del escritor.
La “Presentación” que encabeza el libro
comienza con una triste pero cierta verdad: «para la mayoría de los murcianos
hoy José Ballester es un desconocido» (pág. 11). El autor de Otoño en la ciudad (1936), «una de las
mejores creaciones del género [novela] que se ha escrito con Murcia como
protagonista»[1], es
actualmente un autor muy poco leído, un autor que sólo se reivindica desde
círculos muy minoritarios, y que «se merece que no se borre su recuerdo en
Murcia, y que le conozcan las nuevas generaciones interesadas por la cultura»
(pág. 12). Sin duda, lo más interesante de esta presentación se encuentra en
sus últimos párrafos, donde López Rico relata el gran número de vicisitudes
que, a lo largo de estos años, han dificultado sobremanera la óptima
conservación, así como una correcta clasificación, de los escritos originales
de José Ballester.
Seguidamente, y antes de entrar de
lleno en la vida de Ballester, López Rico, en el capítulo titulado “Notas
genealógicas”, reconstruye el árbol genealógico de la familia del escritor
murciano, llegando a remontarse hasta cuatro generaciones atrás. El siguiente
capítulo está dedicado al “Nacimiento y niñez” de Ballester; López Rico
reproduce los pasajes del Zarangollo
referidos a su infancia y aprovecha para corregir algunos datos erróneos (sobre
todo fechas y lugares) de la biografía del autor que
El capítulo más extenso es el titulado
“Una vida larga, laboriosa y fructífera”. López Rico lo elabora de una
particular manera: «Algunos expertos en psicología proponen un ejercicio
retrospectivo que consiste en recordar ocho o diez hechos significativos de
nuestra vida, que sirvan como hitos separadores de las etapas o capítulos en
que puede dividirse nuestra historia personal. De este modo, el libro de
nuestra vida se compone de varios capítulos, a los que hemos de dar un título
que resuma la esencia de esa etapa vivida» (pág. 45). Siguiendo este método,
López Rico divide la extensa vida de José Ballester en nueve etapas, desde una
infancia marcada por la figura por su madre y una adolescencia dedicada al
descubrimiento del arte, hasta su muerte en el verano de 1978, pasando por su
incansable labor como periodista de
“Los últimos veranos” es un capítulo de
corte más personal, en el que López Rico narra su experiencia y trato personal
con Ballester durante los últimos veranos que pasaron junto con la familia, en
una finca de Pinoso. Especialmente emotivos son los pasajes en que retrata al
viejo escritor leyendo bajo un pino centenario mientras sus nietos revolotean a
su alrededor, así como la visita a la casa de Azorín en Monóvar. El siguiente
capítulo, “Un bello imposible”, reproduce un texto escrito por Ballester
alrededor de 1940, nunca publicado, perdido durante muchos años y al final
felizmente recuperado, escrito única y exclusivamente para sus hijos.
El último capítulo, “Confidencias y
recuerdos”, retrata el lado más humano de José Ballester mediante recuerdos y
anécdotas de sus últimos años, cuando López Rico tuvo la oportunidad de
conocerlo más profundamente. En los momentos en que no se encontraba ocupado
con su ingente tarea literaria y periodística, Ballester se mostraba como una
persona con mucho sentido del humor, además de un gran conversador que hacía
gala de un enorme talento narrativo a la hora de contar, por ejemplo, algunas
de sus vivencias durante
El libro finaliza con un “Apéndice” en
el que se recogen documentos personales de José Ballester inéditos hasta el
momento y detalladas listas con toda su bibliografía y correspondencia. Sin duda,
este apartado resulta inestimable desde un punto de vista filológico, y
constituye un valioso aporte documental para posteriores investigaciones sobre
la figura de José Ballester y, sobre todo, servirá «para conocerle mejor» (pág.
99).
Volvamos a la idea del principio.
Estamos ante un libro sencillo, cercano. En él se funden con acierto la memoria
escrita y la memoria oral, con el fin de reconstruir la figura de José
Ballester, indiscutible primer espada de las letras murcianas que merece una
justa recuperación, pues, como afirma López Rico, su suegro es «una parte de la
historia de Murcia» (pág. 11). Este sincero y valioso acercamiento al escritor
y a la persona debería servir como estímulo no sólo para recuperar la figura de
José Ballester, un propósito sin duda interesante y necesario, sino también para
dar nueva vida a la memoria literaria de la región murciana.
[1] F. J. Díez de Revenga y Mariano de Paco, Historia de la literatura murciana, Universidad
de Murcia, Academia Alfonso X el Sabio y Editora Regional de Murcia, 1989, pág.
362.
[2] Íbid., pág. 362.
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