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INMIGRACIÓN Y TRABAJO EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN.
REFLEXIONES SOBRE EL DISCURSO POLÍTICO EN TORNO A
Anyes Segura Fernández
(Universidad de
Almería)
Resumen.
La inmigración regular e irregular ha venido apareciendo
en los medios de comunicación vinculada a la vertiente laboral como único lei motiv de su razón de ser. Sin
embargo, los procesos relativos a la inter – relación de las personas emigradas
con la sociedad receptora no han abarcado grandes titulares en las distintas
vertientes editoriales. Con la llegada de la crisis financiera mundial de 2008,
y las consiguientes repercusiones en la destrucción de empleo, los desajustes
sociales provocados por la situación económica parece que tienden a centrarse
en la figura de los inmigrantes.
En este breve estudio se intentará analizar no sólo los
cambios provocados por la situación vigente de crisis en el empleo de las
personas inmigrantes, sino su repercusión y su matización en los medios de
comunicación escritos. La consecuencia lógica que se desprende del estudio
apunta a una concepción casi exclusiva del emigrante como mano de obra.
Palabras clave:
Inmigración, trabajo y medios de
comunicación; crisis financiera; desempleo.
Abstract.
Regular and irregular migration has been appearing in the media linked to the
workplace as the only lei motiv of its existence. However, proceedings relating
to the inter-relationship of people emigrated to the host society have not
covered the headlines in the various strands publishers. With the advent of the
global financial crisis of 2008 and the consequent impact on the destruction of
jobs, the social dislocation caused by the economic situation seems to tend to
focus on the figure of immigrants.
In this short study we will attempt to analyze not only the changes caused by
the current crisis situation in the employment of immigrants, but its impact
and nuance in written media. The logical consequence is that the survey points
to an almost exclusive use of migrant labour.
Keywords:
Immigration, labour and media; financial crisis; unemployment.
Durante
los últimos meses, y quizás con el objetivo de lanzar un mensaje de alivio ante
la situación actual, hemos venido escuchando la posibilidad de abordar la
crisis financiera mundial como una oportunidad de cambiar aquellos factores del
sistema que no funcionan, y que consecuentemente han provocado la vorágine
económica actual.
Adoptando esta
idea para los fines que perseguimos en el presente trabajo, podíamos también
aprovechar esta nueva coyuntura económica y social para reprensar las pautas
interpretativas del discurso elaborado hasta ahora en torno a los inmigrantes,
que vinieron a nuestro país en un momento de bonanza económica, pero que hoy
ven temblar su relativa estabilidad debido a la actual crisis económica.
Muchas de las pautas interpretativas
dominantes hasta ahora han centrado sus objetivos en presentar un argumento
discursivo en torno a la emigración y la inmigración siempre en íntima conexión
con los procesos de inserción laboral. El minifundio del inmigrante siempre ha
tenido vigencia dentro del latifundio laboral, y hasta ahora, sólo ha centrado
la atención del análisis del discurso sobre la emigración solo en conexión
directa con el plano laboral, obviando aquellos procesos discursivos
relacionados con la interculturalidad.
Siguiendo
las afirmaciones del profesor Teun van Dijk[1],
el análisis crítico del discurso es, pues, la herramienta perfecta para
analizar, y también debatir, cómo el uso de la lengua es un mecanismo más para
redefinir o reinterpretar estos mecanismos de legitimación política en función
de un contexto cambiante e interesado. Si bien en palabras del investigador
antes citado “el análisis crítico del
discurso se enfoca en los grupos e instituciones dominantes, y en la forma en
la que estos crean y mantienen la desigualdad social por medio de la
comunicación y el uso de la lengua”, estamos ante un momento igualmente
decisivo y apasionante en tanto que vivimos en estos momentos la redefinición
de este discurso ante un contexto nuevo, cambiante e imprevisible.
Y es que, tal y
como afirman otros autores[2],
partimos de la premisa de que existen una “política
del discurso sobre la inmigración, y la construcción de un discurso en torno a
la misma no deja de ser un acto político, y puede por tanto analizarse como una
política en sí misma”[3]. Otorgándole al mismo discurso la categoría de
acción, estamos ante una encrucijada decisiva sobre el futuro de la inmigración
en nuestro país, ya que repensar y volver a definir los discursos actuales es
fundamental a la hora de girar las políticas dirigidas a acciones propias de un
proceso de interculturalidad, y no sólo a una concepción mercantilista de la
inmigración.
Para
el objetivo fundamental de este trabajo, acercarnos al corpus bibliográfico es
adentrarnos en el mundo del análisis crítico del discurso, y abordar el aspecto
tratado de la inmigración desde la perspectiva multidisciplinar que relaciona
la formalidad del discurso (político y mediático en nuestro caso) con las
causas que determinan su producción y su difusión mediática. Y referirnos a
este ámbito significa abordar las conceptualizaciones ya realizadas en torno al
discurso e inmigración, no sólo focalizando nuestra atención en las estrategias
argumentativas de las élites políticas, sino en los efectos ideológicos de esta
realidad mediada.
Tal y como
recuerda Antonio Bañón, “la influencia de
los medios es poderosa e interviene en la educación emotiva y sentimental del
público”. Así ejemplifica el mismo autor cuando afirma que los efectos
atemorizadores (marginación y delincuencia asociados a la inmigración, o la
ocupación por parte de los inmigrantes de los pocos puestos de trabajo
ofertados en tiempos de crisis) superan a los de la compasión (sugerida por
tópicos relativos a la explotación laboral de los inmigrantes, o la necesidad
que sufren en tiempos de crisis), pesando más los primeros que los segundos, y
creando así una reacción negativa[4].
En esta misma
ocasión, el profesor Bañón distingue los marcos discursivos del compromiso, la
reivindicación, la discriminación, la condescendencia y la prevención, y escoge
los tres primeros como marcos primarios de la producción discursiva en torno a
la inmigración[5].
Hablar de marcos
discursivos para la producción de actos políticos relacionados con la
inmigración es fundamental para el propósito fundamental de este trabajo. Esta
concepción parece que podría servirnos en la misma línea que lo hace la teoría
de los marcos profundos de George Lakoff[6].
Según este autor, los marcos estructuran y definen instituciones sociales, y
por supuesto, las políticas y temas que las rigen. Un marco que define, para el
escritor estadounidense, caracteriza un “problema”, reparte las culpas y reduce
posibilidades de soluciones. Pero también, estos marcos inhiben preocupaciones
relevantes si éstas quedan fuera del marco. Estos marcos que definen, según
Lakoff, existen en una profundidad intermedia, es decir, entre los marcos de
superficie que dan forma a los eslóganes y discursos a propósito de una
cuestión, y los marcos profundos que enmarcan valores, principios y
comportamientos fundamentales. Tomando como ejemplo la inmigración, ésta puede
ser definida desde el principio como “inmigración ilegal”, de modo que la causa
principal de un problema serán los inmigrantes, y la causa secundaria será la
incapacidad de las carteras ministeriales para impedir que los inmigrantes
lleguen a nuestras costas. Las soluciones que permite plantear este marco son:
detener a los inmigrantes para que regresen a su país, conceder la nacionalidad
a aquellos que lleven unos determinados años en nuestro país trabajando, y
deportar el resto. Sin embargo, si
cambiamos el marco y definimos el tema como “contrataciones ilegales” el
problema radicará ahora en los empresarios que contratan trabajadores ilegales
para pagar sueldos más altos, o para no pagar impuestos. Las posibles soluciones que se derivan de
este marco son distintas: multar o condenar a los empresarios que contraten a
trabajadores sin documentación reglada, o buscar la manera de que estos
trabajadores dispongan de papeles y puedan trabajar con la debida protección de
la ley. Esto podría llevar aparejada una lucha conjunta por parte de los
trabajadores inmigrantes y los trabajadores no inmigrantes por la defensa de
sueldos dignos, en lugar de dividirse oponiendo sus respectivos intereses para
provecho de un sistema que ha reducido los sueldos indiscriminadamente.
Estos ejemplos
propuestos por Lakoff demuestran algo sencillo: los marcos no sólo definen
temas, problemas, causas y soluciones, sino que también ocultan temas y causas
relevantes. De ahí que los discursos políticos sólo tengan sentido cuando se
realizan dentro de unos marcos que definen los temas.
Y es que, tal y como señala nuevamente
el profesor Bañón, los medios de comunicación cumplen su función fundamental en
la representación social de la imagen de lo que el autor denomina “actores
comprometidos” a favor de los inmigrantes[7],
o de todo lo contrario. Esta cuestión es fundamental, sobre todo cuando
tratamos de analizar la forma en que la representación mediática delimita las
identidades colectivas de los inmigrantes a través de imágenes y otros
dispositivos simbólicos, que no sólo sugieren o enuncian diferencias, sino que
también las confirman en la medida en que inducen a prácticas políticas o
sociales determinadas.
A su vez, el
aspecto relativo a la creación de identidades colectivas en la sociedad no sólo
española sino europea, ha sido ampliamente abordada por la historiadora Mary
Nash, para quien la representación mediática es igualmente crucial para la construcción
sociocultural de la diferencia, del otro, del colectivo social diferente[8].
Estas
representaciones mediáticas tienen mucho que ver con el significado que dan a
la cultura y a los valores sociales predominantes, ya que estos valores
transmitidos son colectivos, compartidos, y construyen imágenes, nociones y
mentalidades con respecto a otros colectivos. Pero cabe incidir aquí que estas
representaciones culturales constituyen un proceso dinámico; no son elementos
estáticos ni inmutables; son sistemas de representaciones que cambian y se
re-elaboran en cada contexto y tiempo. Esta concepción resulta determinante
para la temática que intentamos abordar en este trabajo: la construcción de
identidades colectivas se entiende como una dinámica en constante movimiento,
en continuo proceso de construcción, readaptación, negación o confrontación.
Estamos ante una apreciación básica para entender la redefinición y
readaptación del discurso político y mediático en torno a la inmigración en el
actual contexto de crisis. Introducimos aquí, además, otra noción clave para
nuestro objetivo, como es la de “contexto”; y es que existen otras formas de
creación de identidades que responden a la construcción y reconstrucción
constante de las propias identidades en función de las transformaciones
inducidas por el contexto y los cambios en él.
Según sostiene
Teun van Dijk, los contextos no son sólo espacios exteriores envolventes, sino
que son también estructuras de las mentes de los usuarios de una lengua[9].
Según Teun van Dijk, los contextos no están “ahí fuera”, como si fueran una
situación social determinada, sino “aquí dentro”, en la mente de los usuarios.
De ahí que afirme el profesor que los contextos no son un tipo de realidad
social objetiva o una situación social real, “sino constructor subjetivos de
lo que ahora es relevante en dichas situaciones sociales”[10].
Estos modelos de contexto definidos por van Dijk no suponen un soporte
estático, sino muy dinámico. Y esta idea es fundamental para el objetivo de
este trabajo que venimos realizando, y
es que el discurso también involucra el contexto; por lo tanto, una forma de
controlar el discurso es controlar su contexto.
Por medio del control del modelo de contexto podemos también definir las
características de la situación comunicativa; esto lo dominan bastante bien los
políticos, que pueden definir una sesión de propaganda política o una sesión
pública de adoctrinamiento como una rueda de prensa sobre un tema determinado.
Queda claro,
pues, que la noción de discurso que hemos planteado involucra el texto y el
contexto, por lo que controlar el discurso significa controlar el contexto. Y
esto lo podemos ver precisamente en los medios de comunicación tradicionales,
donde apenas se ha hecho referencia al contexto en el que han vivido los
inmigrantes en nuestro país durante décadas (muy pocas veces hemos visto
situaciones de racismo diario y cotidiano en los medios, y sólo cuando ha sido
publicitada, ha venido motivada por algún altercado o disturbio de tipo
social). Y es que los inmigrantes que sufren discriminación y racismo a diario
no tienen acceso cotidiano a la mayoría de las redacciones de los periódicos o
los platós de televisión para hablar de sus experiencias diarias, ya que éstas
ni siquiera son consideradas de interés periodístico, siempre y cuando no estén
definidas como un problema para “nosotros”[11].
El control del contexto es la principal forma que las élites emplean para
controlar el discurso, de ahí que la creación de determinados contextos (o el
aprovechamiento de unos contextos dados, como el actual de crisis económica)
sea el ariete que utilicen dichas élites para alinear el discurso sobre
inmigración como amenaza u oportunidad.
Otra
idea que apunta el mismo profesor es que no sólo es importante controlar los
temas sino también los significados locales de los mismos.
Uniendo las dos
últimas ideas apuntadas –tanto la importancia de la creación de un contexto
como base de un discurso, así como su traducción en el significado local,
entiendo por local el contexto más definido- vemos cómo el contexto actual de
crisis puede servir de “excusa” o
herramienta perfecta para llevar a cabo políticas determinadas sobre el
“concepto” de inmigración, algo que nos permite adentrarnos en lo que Zapata
Barrero[12]
denomina discurso reactivo y discurso pro-activo. Para este
autor, el discurso reactivo reacciona contra el proceso de multiculturalidad
que supone la llegada del emigrante, busca gestionar el conflicto y se preocupa
por las alteraciones que implica el proceso multicultural al que hacíamos
referencia. Por el contrario, el discurso pro-activo acompaña dicho proceso de
multiculturalidad, aspira a proporcionar a las personas recursos e instrumentos
para que gestionen los conflictos, algo percibido como un hecho histórico irreversible[13].
El discurso re-activo formula su argumentación teniendo en cuenta sólo a una
parte de la población, la ciudadanía, entendiendo como tal aquellos ciudadanos
legalizados en un país. El discurso pro-activo, por su parte, toma como
referencia para su argumentación política a toda la población, sin tener en
cuenta el estatus político de ciudadano o no ciudadano. Pero en la formulación
de dichos discursos no sólo cuenta la intención de las élites, sino también la
opinión de la propia ciudadanía. Y esto es algo que podemos ver fácilmente a
través de las encuestas de tipo sociológico que se realizan en nuestro país.
Por
lo que respecta a España, los datos periódicos del Centro de Investigaciones Sociológicas,
los informes regularmente publicados indican que la inmigración está siempre
situada como uno de los principales problemas que preocupan a los españoles,
oscilando entre los cinco primeros puestos. En concreto, en el estudio 2654 de
septiembre de 2006, la inmigración era el principal problema para el 59,2% de
los españoles encuestados (por delante de la violencia contra la mujer -2,5%-,
los problemas de índole económica -15,6%-, la vivienda -20,9%- ETA -18%- y el
paro-42%-[14]. La situación no resulta excepcionalmente
diferente en otra encuesta más cercana en el tiempo. El barómetro CIS del mes
de mayo de 2009 (estudio 2801)[15]
relata que el principal problema en España era el paro -77,3%-, seguido de las
cuestiones de índole económica -48,7%- y la inmigración -16,3%. Seguían en el
listado de problemas aquellos relacionados con el terrorismo de ETA -15,5%-, la
vivienda -13%- y la inseguridad ciudadana -11,4%-. Sin embargo, hay otro dato que también nos
interesa en este estudio para relacionar el contexto económico con el factor de
la inmigración; según el total de encuestados, la situación económica es
regular para el 25,6%, mala para el 40,1% y muy mala para el 30,4%.
Después
de leer estos datos, que no han variado mucho en tres años, las opciones de
interpretación por parte de las élites son dos. O bien elaboran argumentos que
reaccionan contra este dato y proponen políticas destinadas a detener la
inmigración (entonces, la premisa “a más inmigración, más generalización de
esta imagen negativa”); es decir, políticas restrictivas destinadas a
“tranquilizar a la ciudadanía”[16].
La otra opción es
interpretar que este porcentaje no debe ser considerado como algo normal, de
modo que la propuesta pasa por canalizar la respuesta política hacia
estrategias más conciliadoras y socializadoras, ya que parten de la base de que
este dato no es normal (en lo referente a la percepción negativa por parte de
la población), con lo que el objetivo es reducirla lo máximo posible. Por lo
tanto, queda evidenciada la capacidad discriminatoria del enfoque del discurso
según los intereses que lo muevan y según el contexto que deseemos crear.
A lo
largo del presente trabajo hemos venido observando cómo la capacidad discursiva
es fundamental a la hora de establecer políticas concretas en torno a la
cuestión de la inmigración. Sin embargo, recientemente nos estamos enfrentando
a situaciones nuevas, sin parangón en nuestra cultura democrática, que pueden
volver a modificar el discurso sobre la inmigración para conseguir fines
similares hasta ahora, o bien radicalmente distintos según el contexto del que
partamos.
La
crisis económica actual está creando un caldo de cultivo excepcional para
llevar a cabo políticas que, en otros contextos diferenciados, no habrían sido acertadas.
Durante los
últimos años, el crecimiento de la inmigración real y potencial desde países en
vías de desarrollo ha movilizado a los gobiernos y a la opinión pública de los
países de la Unión Europea, siempre con el objetivo de “controlar” o
“disminuir” en cuotas tales flujos. Las dificultades de nuestro mercado laboral
ha parecido siempre ser la razón para tales políticas, si bien es cierto que
los últimos años de bonanza económica –en los que la mano de obra extranjera
participó activamente- esta imagen se ha hecho más laxa, con el objetivo de proporcionar
superávit a las cuentas gubernamentales de los países desarrollados.
España,
sobre todo la fachada mediterránea, es
valorada positivamente por los norteafricanos como espacio de inmigración, dado
los factores de proximidad geográfica o, también, las posibilidades de trabajo
para la inmigración irregular en la agricultura intensiva o en los servicios
poco cualificados. Tal y como sucedió en los años centrales de la década de los
noventa, la situación de precariedad de los inmigrantes, combinada con la alta
tasa de paro que padece España en este momento histórico, parecen ser factores
que, unidos, podrían desatar conflictos sociales y xenófobos. Por otra parte,
la antigua concepción del inmigrante sólo como fuerza laboral necesaria ha
intentado ser sustituida por la del inmigrante dentro del proceso de
integración social, sobre todo después de que quedara demostrado que los flujos
migratorios han sido crecientes y han considerado nuestro país como su
asentamiento definitivo.
Las
actuaciones de las administraciones públicas españolas siempre estuvieron
centradas en la inmigración de extranjeros naturales de países en vías de
desarrollo; es decir, inmigrantes de países asiáticos, latinoamericanos, y
norteafricanos. Estos estados parecían tener una capacidad casi ilimitada para
el envío de trabajadores y de reagrupaciones familiares, al tiempo que en
nuestro país se iba gestando una grave crisis financiera y el desempleo se iba
convirtiendo en una auténtica bomba de relojería.
El
paro existente resulta primordial, pues, para explicar las actuales políticas
sobre inmigración, ya que la competencia entre inmigrados y “nacionales” poco
cualificados en el mercado del empleo,
sobre todo a partir de la regularización del inmigrante, ha ido creciendo al
ritmo de las cifras de parados[17].
A modo de
ejemplo, en mayo de 2009 la cifra total de parados en nuestra provincia, según
fuentes provinciales del INEM[18],
era de 58.666, de los que 13.121 eran extranjeros (22.3%). Los parados
procedentes de la agricultura eran 3.410, de los que 1.727 eran extranjeros
(50,65%). Los parados de la construcción eran 16.725, de los que 4.326 eran
extranjeros (26,08%). Del total de desempleados
en nuestra provincia, 40.077 habían sido beneficiados con prestaciones, de los
que 10.723 son extranjeros (26,76%). En términos brutos, si el 22.3% de los
parados son extranjeros, un porcentaje mayor cobra prestaciones (26,7%), lo que
significa que el 3% de los extranjeros que cobran prestación por desempleo en
nuestro país viven en nuestra provincia. Por lo que respecta a la afiliación a
Los extranjeros
que han perdido su empleo representan el 20% del total de los puestos de
trabajo destruidos, lo que casi coincide con su participación en el total de
afiliados a la Seguridad Social. De esta forma, no se puede hablar de que los
extranjeros estén perdiendo su trabajo en mayor medida que los españoles.
Con estas cifras, y con estas
referencias sobre la mesa, a continuación vamos a proceder a analizar la
repercusión en medios de las distintas políticas llevadas a cabo de forma
urgente sobre la inmigración con motivo de esta crisis económica. Para ello,
analizaremos distintos momentos de la actual crisis, así como los discursos de
los principales partidos políticos que configuran el actual panorama político
en nuestro país. La llamada “directiva
de la vergüenza” y el “retorno voluntario” marcarán nuestro interés como
ejemplo de políticas nacionales y supranacionales en nuestro objetivo; del mismo modo, también analizaremos las notas
de prensa enviadas desde los principales partidos políticos españoles. El
periodo cronológico establecido es el correspondiente al año 2008 y primer
semestre de 2009, ya que si bien es cierto que los indicadores económicos
españoles no empezaron a dar muestras inequívocas de debilidad hasta el segundo
semestre de este año, en otros países de la zona Euro, y sobre todo en EE.UU.,
los síntomas financieros empezaron a parpadear durante el primer semestre del
año 2008. Por lo que respecta a las fuentes utilizadas para dicho análisis, nos
serviremos tanto de la hemeroteca digital de los dos diarios nacionales de
mayor tirada –El País y El Mundo- así como de las webs del Ministerio de
Trabajo y de los partidos políticos con representación parlamentaria, si bien
es cierto que dedicaremos mayor atención a aquellos que estén en gobierno o
tengan opciones de gobernar.
Para
abordar de forma clara las noticias estudiadas, así como el contenido de las
mismas, hemos decidido crear dos bloques temáticos con correspondencia
cronológica.
4.1.
Primer bloque.
El
primer bloque estará dedicado al año 2008, en el que la gran mayoría de
noticias relacionadas con inmigración y trabajo estuvieron cercadas por la
denominada “directiva de la vergüenza”. La eurocámara ratificó en junio de este
año la polémica norma que autoriza la retención de inmigrantes irregulares
hasta 18 meses. Según dicha directiva, los menores podrían ser enviados a
países distintos a los del origen, en función de la capacidad del país
interceptor de retener temporalmente a dicho inmigrante. El aspecto positivo de
esta norma es que también ofrecía asistencia jurídica gratuita para
determinados casos. La cobertura mediática de los medios en este caso estuvo
centrada en las diversas respuestas que se sucedieron a lo largo del mundo,
unas respuestas que son un claro ejemplo de discursos pro-activos y re-activos,
según vimos en anteriores apartados.
Como
claro ejemplo de la creación de un discurso re-activo tenemos que nombrar los
casos de Francia e Italia, que dieron lugar a noticias durante en el 2008 donde
explicaban las peculiaridades italiana y francesa de la adaptación a la
normativa europea. En Italia, el recién nombrado gobierno de Silvio Berlusconi
impulsó una reforma legal que convertía la inmigración irregular (si bien en la
noticia pertinente aparece como “ilegal”[19])
en delito y que podría ser castigada hasta con cuatro años de cárcel. Del mismo
modo, también otorgaba poderes especiales a los delegados del gobierno para
“evacuar y expulsar” a los gitanos y autorizaba a que 2.500 militares
patrullasen junto a la policía para combatir la inseguridad, a la que vincula
la inmigración ilegal. Por su parte, Francia exigiría a los inmigrantes un
“contrato de integración” que comprometía a conocer francés y a respetar las
costumbres de
Las
respuestas internacionales contra esta nueva directiva no se hicieron esperar,
y los medios hablaban de protestas en Perú contra la directiva de retorno
europea, así como la creación de un “frente común” en Suramérica contra esta
normativa. Estos países latinos condenaban esta iniciativa por ser
“discriminatoria” y por violar los derechos humanos, sobre todo el derecho a la
libre circulación.
El
análisis de estas reacciones mediatizadas en los medios nos puede llevar a los
siguientes puntos de análisis:
Las noticias
publicadas previamente a la votación de la directiva en cuestión hablaban de “Europa
está al comienzo de una nueva política en materia migratoria”[20].
El propio Ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos
apuntaba que era preciso “contemplar la inmigración como una oportunidad que
enriquece y nunca como una amenaza”[21].
El discurso inicial parecía adoptar claramente un tono pro-activo -totalmente
ejemplificado en la premisa que enmarca este discurso: “la inmigración es una
oportunidad”- que luego quedaría soterrado por las medidas adoptadas por países
referenciales del marco comunitario.
Las iniciativas
planteadas en Italia y Francia, por el contrario, están totalmente ubicadas en
el centro del discurso re-activo. Estos discursos por parte de las élites
italianas y francesas contribuyen a crear una percepción negativa de la
inmigración, criminalizando a este colectivo y minando las amplias relaciones
que Europa y América Latina han mantenido durante siglos.
Las palabras
“castigo”, “delito”, “ilegal”, “cárcel”, “evacuar”, “expulsar”, “inseguridad” o
“cuotas” predominan de forma significativa en la noticia sobre las medidas
italianas y francesas[22].
El campo semántico creado por parte tanto del discurso político como por parte
del discurso periodístico es ampliamente negativo; su contenido, pues, forma
parte del ideario lingüístico del discurso re-activo, y de unos marcos
referenciales que, según la teoría de la lingüística cognitiva de Lakoff,
podrían partir de la premisa “la inmigración es un problema”.
Las reacciones
provocadas por tal directiva que fueron recogidas por los medios de
comunicación se limitaron a las provenientes de los presidentes de los
gobiernos afectados por dicha normativa europea[23].
No se hace ni una sola referencia al testimonio de un ciudadano inmigrante
integrado en la sociedad de recepción, que contrarreste el efecto negativo
creado por las noticias dominadas por el discurso re-activo.
El resto de
noticias referentes a este hecho estuvieron centradas en los detalles formales
de la normativa europea, así como al posicionamiento de los distintos partidos políticos
al respecto. Así, por ejemplo, se publicaron varias noticias centradas en los
días propuestos por el Parlamento Europeo como plazo máximo en el que un
inmigrante en situación irregular puede ser retenido antes de ser repatriado, o
la aparente propuesta por parte de otros partidos en esta cuestión[24].
Posteriormente no
se ha realizado ningún seguimiento del cumplimiento de esta normativa, ni se ha
publicado ninguna noticia relativa al respecto.
4.2.
Segundo bloque.
El
segundo bloque está dedicado al Plan de Retorno Voluntario, puesto en marcha
desde el Ministerio de Trabajo e Inmigración a finales de 2008. Dicho plan de
retorno voluntario de trabajadores extranjeros no comunitarios permite a
personas desempleadas no comunitarias que deseen regresar a su país percibir el
abono anticipado y acumulado de la prestación contributiva. El plan estaba
dirigido a los inmigrantes de los 19 países que firmaron convenios en materia
de seguridad social con España, facilita la prestación por desempleo íntegra, y,
a cambio, no podrán volver a España en tres años.
El tratamiento
informativo realizado en torno a este nuevo plan, así como los mensajes
lanzados desde distintas instancias -que van desde el responsable ministerial,
a ONGs, o a expertos y académicos que valoran y opinan sobre este plan- es
distinto al realizado en torno a la iniciativa europea, antes estudiado:
En primer lugar,
nuevamente se vuelve a ofrecer una versión mercantilista del plan, y las
noticias relativas a los primeros momentos de iniciación del mismo corresponden
a cifras de supuestos inmigrantes favorables a acogerse a cantidades económicas
o a contingentes laborales de otros países no comunitarios[25].
Las opiniones
nacidas en torno a este plan dejan verse en forma de artículo de opinión o de
reportajes sobre los propios inmigrantes que deciden acogerse al plan.
Contamos, pues, con testimonios que superan la circunscripción de élite
gubernamental, algo que no ocurría en el primer bloque analizado. Así, por
ejemplo, el artículo “Buscar empleo a la desesperada”, publicado en el diario
nacional El País el 20 de mayo de 2009, personaliza las implicaciones de
este nuevo plan en la figura de un matrimonio rumano[26].
Además de estos
datos, la supuesta visión pro-activa de este discurso viene acompañada por la
demanda de empleo en sus países de origen, algo que quizás evite asimilar la
definición de “retorno voluntario” a la de “expulsión voluntaria”. Así, por
ejemplo, lo vemos cuando se afirma que “Rumanía está muy interesada en que
vuelvan sus trabajadores, ya que en los últimos años el Gobierno de dicho país
ha tenido que utilizar mano de obra china. El gobierno español ha dicho que
hablará con las autoridades rumanas por si la ayuda al retorno se puede
subvencionar entre ambos países. De hecho, el ejecutivo de Bucarest calcula que
a medio y corto plazo necesitará un millón de trabajadores para compensar la
pérdida de población activa derivada de la emigración”[27].
Los artículos de
opinión son, igualmente, un aspecto que destacar dentro de este bloque. En
ellos podemos encontrar distintas variantes de discursos re-activos y
pro-activos, bien teniendo en cuenta la fuente política de la que proceden,
bien atendiendo a la inclinación ideológica de los diarios nacionales
utilizados. Aquí se apuntan otras alternativas, soluciones o tareas pendientes
en esta cuestión[28].
La riqueza del
origen del discurso es mayor en este bloque de noticias, en tanto que también
podemos encontrar información y artículos dedicados a los propios inmigrantes o
a ONGs colaboradoras. Así por ejemplo, el diario El País incurría en un
discurso más cercano a la cotidianeidad de los ciudadanos inmigrantes[29].
Sin embargo, esta
cotidianeidad a veces es utilizada con
distintos fines; el diario El Mundo publicó una serie de reportajes
sobre ciudadanos rumanos y brasileños que transmitían un mensaje de retorno =
solución, reflejando una experiencia en nuestro país muy negativa. Tomando una
referencia ilustrativa, se incluyen testimonios del tipo “no podemos
aguantar más, la única opción es regresar. No queríamos retornar, pero aquí,
ahora, no hay futuro, y estamos solos. Allí al menos tenemos una familia que
nos echa una mano”[30];
o también “Aquí lo que ganamos se va en alquiler, aunque sólo es una
habitación y una cama para los tres; los recibos… y no queda nada para ahorrar.
Pensábamos que iba a ser distinto, que tendríamos papeles, pero no ha sido así.
Si los españoles no tienen trabajo, los inmigrantes legales tampoco, imagínate
nosotros…”[31].
Por último, las
condiciones laborales y la “economía sumergida” que la crisis económica parece
haber traído para este colectivo también son noticia. Esto es fundamental, ya
que en lugar de aludir a los efectos negativos de la crisis sobre el colectivo
inmigrante, se apunta directamente a las causas que los provocan. Así, merece
especial mención un reportaje a doble página publicado por el diario El País,
en el que se hacía eco de la situación empeorada de los trabajadores
inmigrantes, ahora en situación de desempleo[32].
4.3.
Partidos Políticos
Capítulo
aparte merecen las distintas noticias publicadas por parte de los partidos
políticos con representación parlamentaria, en forma de nota de prensa, y que
pueden ser consultadas en sus respectivas webs:
Por lo que al
partido socialista se refiere, tal y como era de esperar, defienden y respaldan
la gestión realizada desde instancias gubernamentales; aportan una visión
positiva e interpretan esta política como una nueva oportunidad para los
inmigrantes que se acojan al plan de retorno voluntario. Así lo interpreta su
secretaria federal de inmigración: “El plan de retorno voluntario ayudará a
aquellos trabajadores inmigrantes que hayan perdido su empleo y deseen volver a
su país, a comenzar una nueva etapa de su vida y convertirse en un potente
estímulo para el desarrollo de los países de origen. Este Plan, que permite
entre otras ayudas la posibilidad de capitalizar el subsidio de desempleo al
percibirlo de forma anticipada, “convierte lo que fue una salida forzosa en un
retorno voluntario”, dijo la dirigente socialista. La responsable de
Inmigración considera que, con estas medidas, los trabajadores inmigrantes que
hayan perdido su empleo y deseen regresar a su país de origen podrán por una
parte “contar con recursos suplementarios para montar sus propios negocios y poder
así desarrollar su vida profesional y familiar en mejores condiciones que las
que les obligaron a emigrar”; y por otra “convertirse en motores cualificados
del desarrollo de sus propios países, aportando su experiencia y cualificación
profesional”[33].
Por lo que
respecta al principal partido en oposición, el Partido Popular no parece
abordar la cuestión del retorno voluntario desde otra óptica que no sea la
crítica a la proposición del gobierno de la nación. Así queda explícito en su
web: “El Partido Popular ha advertido hoy que el Anteproyecto de Reforma de
la Ley de Extranjería del Gobierno abre nuevas vías de reagrupamiento, como el
afectivo, que pueden convertirse en un nuevo coladero de inmigrantes, además de
fracturar la política nacional en la concesión de permisos de residencia y
excluir a los Ayuntamientos en el proceso de integración. Esta crítica al
Anteproyecto de Reforma de la Ley de Extranjería elaborado por el Gobierno se
ha planteado en la constitución de la Comisión Nacional de Inmigración del
Partido Popular que ha tenido lugar hoy en Madrid, en la que también se ha
hablado de la importancia que ha adquirido el fenómeno de la inmigración en
nuestro país en los últimos años, convirtiéndose en una de las principales
preocupaciones de los ciudadanos y del Partido Popular en estos momentos”[34].Vemos,
pues, que vuelve a incurrirse en una crítica encaminada al discurso re-activo, donde la palabra
“preocupación” vuelve a significar el centro propio de dicho discurso
ideológico.
Por último,
Izquierda Unida opta por un discurso mucho más directo en materia de
inmigración, planteando comparativas con otros ciudadanos extranjeros
residentes y trabajadores españoles, a los que no se considera “inmigrantes”
(alusiones mayoritarias a alemanes e ingleses). Nuevamente, el discurso se
centra en una crítica directa a los dos
partidos mayoritarios.
Las
conclusiones de este breve estudio han quedado levemente marcadas en el
apartado dedicado al análisis de los contenidos, en tanto que las noticias que
hemos incluido son un claro ejemplo de los conceptos básicos que se ha
intentado señalar a lo largo del propio análisis.
Hablar de
discursos re-activos y pro-activos tanto en medios de comunicación como en las
propias intervenciones de las élites parece un trabajo fácil y evidente, en
tanto que el discurso lingüístico parece estar un poco más predeterminado. Sin
embargo, hablar de discursos re-activos y pro-activos utilizando los propios
testimonios de los colectivos inmigrantes que aquí hemos incluido parece estar
convirtiéndose en una técnica tan nueva como peligrosa y subversiva, puesto que
su contenido tendrá una supuesta mayor influencia en los propios receptores de
esa información cuando éstos sean inmigrantes.
Según el profesor
Teun van Dijk[35], las
ideologías son bastante generales, abstractas, y por lo tanto libres de
contexto. La creación del contexto es, por tanto, un acto intencionado y con
unos fines particulares; de ahí que ciertas prácticas periodísticas apuntadas
en este trabajo supongan un uso tradicional de nuevas formas al servicio de
antiguos fines.
Como conclusiones generales al
análisis realizado en este trabajo, podemos destacar las siguientes:
Los ejemplos de
discursos pro-activos que hemos estudiado suelen corresponderse con una idea de
oportunidad, solución o alternativa. Intentan aportar valores positivos
mediante el uso de términos similares a los mencionados, y evitan en la medida
de lo posible transmitir la gestión política del fenómeno de la inmigración
como un problema.
Los ejemplos de
discursos re-activos utilizados en este análisis siempre utilizan una imagen
del fenómeno migratorio totalmente criminalizada, y emplean sustantivos del
tipo “castigo”, “delito”, “problema”, “ilegalidad” o “expulsión” en casi todas
las intervenciones.
Los discursos
dominantes en los medios de comunicación analizados corresponden en su gran
mayoría a élites políticas, dedicando muy poco espacio a otras impresiones por
parte de ONGs, expertos académicos, o los propios inmigrantes. Sólo en raras ocasiones
se utiliza el testimonio de estos últimos, y cuando se hace, el mensaje a
trasladar es siempre de tipo re-activo.
La gran mayoría
de noticias relacionadas con los dos grandes bloques temáticos abordados son
meras cuantificaciones económicas o administrativas de los procesos indicados.
La versión mercantilista de un fenómeno humano es alarmante.
Por lo que
respecta a los artículos de opinión, éstos suelen pertenecer en su mayoría a
personas vinculadas a los grandes bloques políticos o miembros de los grupos
editoriales en cuestión. No hemos encontrado ningún artículo de opinión firmado
por individuos de origen foráneo.
Los mensajes
analizados en las webs de los partidos políticos son meras repeticiones
reiterativas de los mensajes lanzados por sus élites en los grandes diarios
nacionales. Los mensajes son siempre unificados y homogéneos, algo fundamental
dentro de la comunicación política.
BIBLIOGRAFÍA
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Antonio: Discurso e Inmigración:
propuesta para el debate de un análisis social. Murcia: Universidad de
Murcia. 2002.
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Antonio: Análisis crítico del discurso sobre la inmigración: a propósito de la
representación de los actores comprometidos, en Interlingüística, Nº. 14, 2003.
pp. 15-30.
GONZÁLVEZ PÉREZ,
Vicente: La percepción del Mediterráneo a través de la inmigración: las
actitudes de los españoles hacia los magrebíes. Comunicación presentada al VI
Seminario Internacional La perception
de la Mediterranèe par les pays méditerranèes, organizado por el Comité de
Estudios Mediterráneos. Marsella, 21-22 de noviembre de 2007.
LAKOFF, George: Puntos
de Reflexión: manual del progresista. Madrid: Península, 2008. También en
la web del Rockridge Institute.
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“Representaciones culturales y discurso de género, raza y clase en la
construcción de la sociedad europea contemporánea”, en NASH, Mary y MARRE,
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representaciones culturales e identidades de género, raza y clase. Bilbao:
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VAN DIJK, Teun: “Discurso
y dominación: 25 años de análisis crítico del discurso”. Lección inaugural de
la Facultad de Ciencias Humanas. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. 17
de Febrero de 2004. Traducción de Jennifer Lopera Moreno y Fabio Guerra Acero.
VAN DIJK, Teun: Discurso y dominación. Universidad
Nacional de Colombia. Facultad de Ciencias Humanas. Grandes conferencias en
VAN DIJK, Teun:
“¿Un estudio lingüístico de la ideología?” En Discurso, Cognición y Educación. Ensayos en Honor a
Luis A. Gómez Macker. Giovanni Parodi Sweis, Editor. Ediciones Universitarias de la
Universidad Católica de Valparaíso (Chile), pp. 27-42.
ZAPATA BARRERO,
Ricard: “Política del discurso sobre inmigración en España: discurso re-activo
y discurso pro-activo en los debates parlamentarios”, en Discurso y Sociedad. 2007. http://www.dissoc.org/ediciones/v01n02/DS1%282%29Zapata.pdf
Webs visitadas:
[1] VAN DIJK, Teun: Discurso y dominación: 25 años de
análisis crítico del discurso. Lección inaugural de
[2] ZAPATA BARRERO, Ricard: Política del discurso
sobre inmigración en España: discurso re-activo y discurso pro-activo en los
debates parlamentarios. En Discurso y
Sociedad. 2007. http://www.dissoc.org/ediciones/v01n02/DS1%282%29Zapata.pdf [10 junio 2009].
[3] Ibídem.
[4] BAÑÓN HERNÁNDEZ, Antonio. Discurso e Inmigración: propuesta para el debate de un análisis social. Murcia: Universidad de Murcia, 2002.
[5] Ibíd.
[6] LAKOFF, George: Puntos de Reflexión: manual del progresista. Madrid: Península, 2008. También en la web del Rockridge Institute.
[7] BAÑÓN HERNÁNDEZ, Antonio: Análisis crítico del
discurso sobre la inmigración: a propósito de la representación de los actores
comprometidos. En Interlingüística, Nº. 14, 2003. pp. 15-30.
[8] NASH, Mary: Representaciones culturales y discurso de género, raza y clase en la construcción de la sociedad europea contemporánea. En NASH, Mary y MARRE, Diana. El desafío de la diferencia: representaciones culturales e identidades de género, raza y clase. Bilbao: Universidad del País Vasco, 2003.
[9] VAN DIJK, Teun: Discurso y dominación. Universidad Nacional de Colombia. Facultad
de Ciencias Humanas. Grandes conferencias en
[10] Ibíd.
[11] Las situaciones de racismo o discriminación
mediatizadas en medios de comunicación tradicionales están siempre relacionadas
con delincuencia, altercados sociales, prostitución, etc., y sólo hacen
referencia a malas condiciones económicas y sociales como hechos aislados.
[12] ZAPATA BARRERO, Ricard: Política del discurso
sobre inmigración en España... op. cit.
[13] Tal y como afirma el propio auto mencionado,
actualmente existe un vínculo entre el nuevo conservadurismo y su discurso
reactivo y el nuevo progresismo y el discurso pro-activo.
[14] Para ver el estudio completo, consultar http://www.cis.es/cis/opencms/-Archivos/Marginales/2640_2659/2654/e265400.html [15
de junio 2009].
[15] Consultar dicho estudio en http://www.cis.es/cis/opencms/-archivos/Marginales/2800_2819/2801/e280100.html
[15
de junio 2009].
[16] ZAPATA BARRERO, Ricard: “Política del discurso
sobre inmigración en España... op. cit.
p. 321.
[17] Un estudio realizado en 1997 por Vicente Gonzálvez
Pérez demostraba que ya en esa fecha, los españoles parecían resentirse con las
cuotas de inmigración. Según los estudios CIS citados en dicho trabajo, los
motivos que conducen a la emigración eran fundamentalmente laborales y de
necesidad económica (58%), creencia que aumentaba ligeramente entre 1991 y
1995. Por ello, la solidaridad de los españoles parecía resentirse, ya que el
56% de los encuestados se declaran partidarios de limitar la entrada en España
de estos inmigrantes. Entre las medidas de control de entrada de inmigrantes,
los encuestados respaldaban notablemente las prácticas llevadas a cabo en
aquellos años: un 42% se declaraba partidario de sanciones penales a los que
transportaran inmigrantes indocumentados, un 34% era favorable a multas a los
que emplearan en condiciones irregulares a los inmigrantes, un 32% era
partidario de la fijación de un cupo anual de trabajadores (algo vigente desde
1993), si bien un tercio de los mismos opinaban que el cupo vigente en ese
momento era demasiado generoso. Más información en GONZÁLVEZ PÉREZ, Vicente:
“La percepción del Mediterráneo a través de la inmigración: las actitudes de
los españoles hacia los magrebíes”. Comunicación presentada al VI Seminario
Internacional La perceptiion de
[18] www.inem.es [15
de junio 2009].
[19] Ver tabla de anexo de noticias.
[20] El País, 3 de agosto de 2008: “Moratinos
apuesta por lo positivo de la inmigración”.
[21] Ibíd.
[22] El País, 22 de junio de 2008: “Las iniciativas de la polémica”.
[23] El País, 29 de junio de 2008: “Protestas en
Perú contra la directiva del retorno europea”, y El País, 20 de junio de
2008: “Frente común en Suramérica contra la directiva del retorno”.
[24] El País, 3 de junio de 2009: “María Badía promete mejorar la directiva de retorno que apoyó en la pasada legislatura. Las garantías que da la norma a los inmigrantes irregulares son ínfimas, según la candidata del PSC”.
[25] Las notas de prensa enviadas desde el propio
ministerio así lo confirman. El día 8 de junio de 2009 fue publicada en dicha
web la noticia “Más de 5.000 solicitudes para acogerse al Plan de retorno
voluntario de trabajadores extranjeros”. Aquí se afirma que el ministerio “ha
recibido 5.088 expedientes de solicitud, de los que ya han sido tramitados
4.753, siendo aprobados 3.977 y denegados por diversas causas 776. están
pendientes de resolver 335. Incluyendo al colectivo de familiares acompañantes,
que asciende a 2.100 personas, el programa ha beneficiado de forma directa o
indirectamente a 6.077 personas”. Posteriormente se habla de los países de
origen de estos solicitantes, así como de los datos económicos del coste del
plan.
[26] La sección de la noticia que mejor ejemplifica
este hecho es la siguiente: “Stephan busca trabajo durante todo el día, y
noche tras noche, regresa a casa sin éxito. Su mujer, Elvira, se hace cargo de
los gastos con el sueldo que gana por limpiar tres casas. Lo cuenta con un
español modesto, recalcando que el empresario que contrataba a su marido,
obrero autónomo, le debe dos meses de salario. Y se pone nerviosa cuando se le
pregunta si quiere regresar. No lo sé. Ahora no tenemos dinero para volver.
Responde. Han contactado con la asociación Trajano, que tiene un proyecto de
ayuda al retorno voluntario financiado por
[27] El País, 4 de mayo de 2009: “El Gobierno
estudia dar ayudas económicas para el retorno de los rumanos”.
[28] Así, por ejemplo, en un artículo publicado en El
Mundo el 27 de septiembre de 2008 se afirmaba que “Esta medida no deja
de ser una solución urgente e ineficaz para bajar las altas tasas de paro que
estamos alcanzando. El problema de la inmigración no son los regularizados que
residen en España, y aún menos los que intentan acceder a nuestro país en
cayucos, que son cifras mínimas, sino los que acceden con un visado de turismo
y no regresan a su país y que con el paso del tiempo adquieren la residencia
por cualquiera de las formas existentes, como por ejemplo el arraigo, por lo
cual sólo nos cabe una reflexión: de qué sirve regularizarlos si después se les
invita condicionalmente a abandonar el país”.
[29] El País, 6 de agosto de 2008. Noticia bajo
el titular “La crisis duplica las solicitudes de inmigrantes que quieren
retornar a su país”: “Es preciso tener en cuenta la experiencia vital del
inmigrante en España y aspectos como las
dificultades de integración, el desarraigo, los desequilibrios emocionales
provocados por la pérdida y la separación de la familia, ola denegación de las
solicitudes de asilo”.
[30] El Mundo, 20 de diciembre de 2008:
“Inmigrantes: ¿resistir o regresar?”
[31] Ibíd.
[32] El País, 29 de mayo de 2009: “La crisis
empuja a 35.000 inmigrantes legales a la economía sumergida”: “Uno de los
efectos inmediatos de la crisis ha sido el afloramiento de una creciente bolsa
de inmigrantes que tras lograr su legalización han vuelto a una situación de
clandestinidad como consecuencia de la destrucción de empelo. Según los datos
del Observatorio de
[33] Para más información, consultar la web www.psoe.es, o esta noticia al enlace http://www.psoe.es/ambito/bienestarsocial/news/index.do?id=208469&action=View
[20 de junio 2009].
[35] VAN DIJK, Teun: ¿Un estudio
lingüístico de la ideología? En Discurso,
Cognición y Educación. Ensayos en Honor a Luis A. Gómez Macker. Chile: Giovanni
Parodi Sweis, Editor. Ediciones Universitarias de
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