|
HUÉRFANOS
DEL MAL, NICOLAS D’ESTIENNE D’ORVES
(DeBolsillo, Barcelona, 2008)
Se
contentó con mirarlo; parecía asustado, del dolor, del ruido, de la luz, del
mundo que ante él se abría de manera tan terrible. En medio de la cara tenía
como una brecha rosada, monstruosa.
- Equarta labia –dictaminó el médico.
La
madre seguía sin decir nada.
- O
«labio leporino», como se lo llama vulgarmente… -explicó con una voz más
neutra, como si diera una clase-. Paladar hendido, ausencia de úvula… Un
ejemplo típico, ¿no?
(p. 14)
Sin
la menor impresión, Vidkun me señala un cartel fijado
sobre el alambre espinoso, es la entrada a este lugar: KONZENTRATIONSLAGER
NATZWEILER-STRUTHOF.
Primero me quedo sin habla, pero luego acierto a
balbucir:
- ¿Un campo de concentración? ¿En Francia?
- Y de los peores…
-contesta Venner, entrando en el recinto-. Ven, te
cuento…
(pp. 104-105)
Al
verlo quise morir.
-
¡Otto!
Pero
a la puerta del subterráneo había un soldado que gritaba:
- Schnell! Schnell bitte!
¡Sí,
rápido, todo iba demasiado rápido!
- ¿Y
Otto? ¿Se quedó en el cuartel? –pregunté entre jadeos y sollozos.
Nadie
contestó. Todos corrían como locos hacia el refugio, mirando al cielo con ojos
despavoridos.
El
cuartel era un montón de ruinas en llamas y me dije, para tranquilizarme: «Se
habrá refugiado en los sótanos».
Como
yo, los Sven, Dieter Schwöll, su mujer, Knut y Hans corrían también, zigzagueando entre los escombros y
las explosiones. Cuando, sanos y salvos, llegamos a la puerta, el soldado nos
empujó hacia la escalera, sin dejar de repetir, frenético: «Schnell, Schnell!».
Me
volví a contemplar por última vez mi paraíso perdido… en ese momento lo que
quedaba en pie del cuartel se desplomó con estrépito.
- Schnell, Fräulein Leni! –me dijo el soldado, y al entrar yo cerró la
puerta y quedamos sumidos en la oscuridad.
(p. 425)
La
mujer parece sorprendida y repite, tendiendo la mano al Vikingo:
- ¿Vidkun Venner?
Venner le estrecha la mano y ella, en una mezcla de
noruego, inglés y alemán, le dice que tiene el coche en el aparcamiento.
- It’s quite a
long way to the «Grosse Schwester»…
- Grosse Schwester
significa «gran hermana» en alemán… -susurra Venner.
(p. 526)
|