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INTEGRACIÓN DE CONOCIMIENTO
EN LAS RELACIONES DE DISCURSO
Eladio Duque
(Universidad Complutense de Madrid)
Resumen
Las diferentes perspectivas sobre el estudio de las relaciones entre
oraciones ubican el conocimiento del mundo en lugares opuestos. Por una parte, el
modelo de la conectividad (Renkema 2009) parte de un conocimiento del mundo independiente
de la información lingüística para la justificación de las relaciones; por
otra, desde la construcción de discurso (Garrido 2007), se parte de la expresión
que impone un determinado conocimiento al que se accede por medios lingüísticos.
El objetivo de este artículo es enfrentar las dos explicaciones. Para ello se
procede a un reanálisis de diferentes ejemplos con los que Renkema ilustra la
participación del conocimiento del mundo. Los resultados muestran la
superioridad de la explicación de la construcción de discurso: es aplicable a
una mayor variedad de ejemplos y reduce la ambigüedad al delimitar dónde, cómo
y por qué propiedades lingüísticas participa un determinado conocimiento.
Abstract
There are different
theoretical perspectives on World Knowledge and Context in the study of
Discourse Relations. The Connectivity Model (Renkema 2009) grounds on World
Knowledge to justify discourse relations. The Construction of Discourse
approach (Garrido 2007) is based on linguistic features as triggers for a fixed
knowledge. The aim of the article is to confront these approaches through a
re-analysis of some examples of the Connectivity Model as viewed from the
Construction of Discourse's perspective. The results show the superiority of
the Construction of Discourse analysis. Firstly, it reduces ambiguity in the
role of World Knowledge. Further it can be applied to a wider range of
examples, also leading to the creation of new hypotheses on other theoretical
matters.
Key words: Discourse
Relations, World Knowledge, Context, Connectivity, Construction of Discourse
1. Introducción
Podemos diferenciar dos perspectivas teóricas que
abordan el tema de las relaciones entre oraciones. En la primera, destaca por
su difusión, la Teoría de la Estructura Retórica (RST) de Mann y Thompson.
Dentro de esta primera perspectiva, el modelo de la conectividad (Renkema 2009)
propone que el conocimiento del mundo actúa de manera independiente a la
expresión, está fuera del discurso; se parte de él para aplicarse al análisis.
En este sentido, sigue a la propuesta de Mann y Thompson (2002), para los que
el reconocimiento de relaciones de discurso depends on knowledge about authors,
about social facts and about purposes of texts. Otro de los acercamientos
clásicos al estudio de relaciones de discurso (Hobbs y otros 1993) parte de una
lógica del sentido común para la identificación de relaciones.
Frente a estos acercamientos, una segunda
perspectiva teórica propone que las relaciones de discurso pueden estudiarse
como procedimientos de construcción de unidades mayores que la oración e
incorporación de un determinado conocimiento del mundo en la representación. De
lo que se trata es del estudio de los procedimientos língüísticos por los que
se incorpora contexto en la representación. En este sentido, Asher y Lascarides (2003) proceden al estudio
de las relaciones de discurso desde la Teoría de la Representación del Discurso
con Segmentos; Smith (2001) caracteriza los diferentes tipos de unidades
formadas por oraciones relacionadas, los modos de discurso. El enfoque de la
construcción de discurso (Garrido 2007) se enmarca dentro de esta segunda
perspectiva.
El modelo de la conectividad relega la
explicación de la RST sobre la plausibilidad como criterio de elección ante
relaciones dudosas y redirige el análisis a otras manifestaciones más
concretas. La polémica comienza con la primera decisión: qué oraciones están conectadas
entre sí. El modelo de la conectividad propone cinco fuentes mediante las que
se establecen las relaciones entre oraciones (2009 p.28 y ss.): repetición,
sustitución, colocación (de dos tipos: basada en la lengua y basada en el
conocimiento del mundo), marcadores de discurso y zero-linkage (cuando
aparentemente no hay ningún elemento de unión). También propone un método para
la identificación de relaciones, en el que incluye la máxima de buscar fuera
del discurso, en el conocimiento del mundo y conocimientos sobre los géneros
textuales: if there are no cues, try to find any outside the discourse (Renkema
2009 p.105). En sus análisis se realza este paso del método; así como el
conocimiento del mundo extralingüístico como fuente de formación de relaciones.
En la construcción de discurso, de lo que se
trata no es solo conectar la información
de una oración con la de las otras, sino sobre todo introducir la información correspondiente
a la oración en la unidad más amplia (Garrido 1997 p.204). Frente al modelo de
la conectividad, el procedimiento es gramatical en el sentido de que no actúan
principios graduales; tampoco se incorporan nuevas unidades pragmáticas, como
los enunciados de la explicación relevantista. En dicha explicación, por una
parte, se propone el significado de la oración: constante y que existe fuera de
una unidad mayor y de contexto; por otra, un contenido del enunciado, que
depende de la situación de comunicación y
donde interviene el principio de relevancia: a las oraciones se le añade
contexto lo que produce ciertos efectos contextuales. Como en el modelo de la
conectividad, con el principio de relevancia se propone un procedimiento de
adición a un significado fijo y constante. Sin embargo desde la perspectiva
relevantista, las relaciones retóricas no existen como tal (Blakemore 2003),
son un epifenómeno del proceso inferencial extralingüístico.
A diferencia de estos dos acercamientos, desde el
punto de vista de la construcción del discurso el procedimiento es metonímico;
de construcción y reorganización de significados. En lugar de la dicotomía
significado más contexto, lo que hay siempre es un proceso de representación de
un todo mediante la parte que hace obvio el resto de ese todo (Garrido1997:
139). En lugar de añadir la información contextual, se quita; mediante la
expresión es obligada su recuperación: siempre interviene un determinado
conocimiento del mundo. Este conocimiento es impuesto mediante el principio de
conexión: toda unidad se conecta a las otras empleando necesariamente
información adicional, que no está representada explícitamente en la expresión
resultante y que está exigida por la construcción (Garrido 2007, p.142).
En definitiva, hay consenso en que el contexto y
el conocimiento enciclopédico participan en la construcción de relaciones de
discurso. Las diferencias se manifiestan en sus diferentes modos de actuación y
la propia naturaleza de las relaciones.
Frente a un acceso pragmático, mediante procesos inferenciales
extralingüísticos como las máximas griceanas, el principio de relevancia o el
principio dialógico (Renkema 2009, p.14), pueden proponerse modos de acceso
lingüísticos al contexto. En este sentido, una aportación del léxico mucho más
rica, la jerarquía del discurso, ciertas categorías aspectuales y de tipos de
entidades, la progresión textual, la temporalidad y la modalidad oracional
intervienen en la conexión y guían la incorporación de un conocimiento del mundo
obligatorio.
2. Objetivos y método
En el apartado anterior se introdujeron dos
perspectivas diferenciadas sobre el estudio de las relaciones de discurso. La
primera, representada por el modelo de la conectividad, parte de un
conocimiento del mundo extralingüístico e independiente de la expresión como
justificación de las relaciones. La segunda, representada por un enfoque de
construcción de discurso, parte de la expresión que impone un determinado
conocimiento del mundo al que se accede por medios lingüísticos. El objetivo de
este artículo es enfrentar las dos explicaciones.
Para ello, en los próximos apartados se procede a
un reanálisis de diferentes ejemplos con los que Renkema ilustra la actuación
del conocimiento del mundo, conocimiento enciclopédico, conocimiento cultural,
conocimiento esquemático sobre tópicos y contexto en la formación de relaciones
de discurso. Cada apartado trata diferentes propiedades lingüísticas que desde
el enfoque opuesto, de construcción de discurso, resuelven el análisis. Más que
una comparación representativa del corpus utilizado en la presentación del
modelo de la conectividad, de lo que se trata es de ilustrar y valorar
diferentes estrategias de abordar el análisis de los mismos ejemplos.
Además de este reanálisis de los ejemplos del
modelo de la conectividad, la exposición se completa con otros ejemplos afines cuya
principal razón de ser es facilitar la exposición. Con todo, estos ejemplos
pueden ser un indicio de si las dos perspectivas, la de la construcción y la de
la conectividad, son aplicables a la
mayor variedad posible de hechos; dicho de otro modo, si nos permiten descubrir
regularidades empíricas. Parte de estos ejemplos son modificaciones de los
aportados por Renkema; constituyen un paso de la observación a la experimentación.
Las modificaciones pueden afectar, o no, a la conexión entre oraciones y con
ello, ponen a prueba las diferentes explicaciones.
3. Relaciones de discurso, léxico y conocimiento
del mundo
Más que cuestionar la influencia del conocimiento
del mundo y contexto en la formación de relaciones, de lo que se trata es del
estudio de dónde y cómo se incorpora a la representación del discurso y su
importancia para el estudio de las relaciones retóricas. Para ello, entre otras
observaciones, debe suplementarse la tradicional aportación del léxico y
considerarla como una fuente de información mucho más productiva (cfr. Pustejovsky
1995, Bouillon y otros 2001, además de diferentes perspectivas no formales). Asher
y Lascarides (2003, p. 249 y ss.), Danlos 2007 y Garrido (1997, p. 154 y ss.),
entre otros, explotan el léxico en el estudio de relaciones retóricas.
Siguiendo esta línea, el léxico puede completarse
con esquemas que incluyan relaciones potenciales, parcialmente abstractas, con su
contexto (concreto en la construcción); el análisis debe trascender los límites
de elementos léxicos aislados: además de incluir sus propiedades de
construcción también se debe valorar las propiedades de otras unidades y
atender a la jerarquía del discurso, cuestiones de las que trata el apartado 4.
Este es el modo por el que se recupera contexto, incluso cuando la información
requerida pueda atentar contra el conocimiento del mundo o el sentido común.
Este procedimiento de conexión constituye una manera de ampliar nuestro conocimiento
del mundo.
3.1 Jerarquía del discurso, léxico y coerción
Como ilustración de las diferentes explicaciones
de las dos propuestas expuestas en el apartado introductorio, un primer ejemplo
de Renkema (2009, p. 16) puede resultar
esclarecedor.
(1) (a)
Miss Smith and Mr. Johnson did not attend the meeting. (b) Nevertheless,
we succeeded in making the necessary decisions.
(1’) (a) La señora Smith y el señor Johnson no
acudieron a la reunión. (b) Sin embargo, logramos
tomar las decisiones necesarias.
Renkema propone que, además del marcador, para la
formación de relaciones en el ejemplo (1) es determinante el conocimiento
esquemático sobre las reuniones; un conocimiento del mundo extralingüístico por
el que sabemos que en las reuniones se toman decisiones.
A diferencia de lo que propone Renkema, como se
ha indicado, en el ejemplo hay varios elementos que restringen la importancia
de dicho conocimiento. En primer lugar, en la jerarquía del discurso, la
información sobre las reuniones (1a) está subordinada. Como Renkema señala más
adelante (2009, p. 58), los conectores contraargumentativos como sin embargo
introducen la información más importante. De este modo, en el ejemplo, la toma
de decisiones (1b) es desde donde deben construirse las relaciones con el resto
del discurso. En segundo lugar, como cualquier evento, el tomar decisiones
puede complementarse con una situación o un lugar en el que ocurra.
(2) (a) La señora Smith y el señor Johnson no acudieron a la cena.
(b) Sin embargo, logramos tomar las decisiones necesarias.
(3) (a) La señora Smith y el señor Johnson no
acudieron a la partida de cartas. (b) Sin embargo, logramos tomar las
decisiones necesarias.
(4) (a) La señora Smith y el señor Johnson no
acudieron al Washington Post. (b) Sin embargo, logramos tomar las decisiones
necesarias.
Los ejemplos (2), (3) y (4) apoyan la explicación de la construcción
de discurso. En primer lugar, hay reuniones que no tienen un objetivo preciso:
en la construcción hay un proceso de coerción que limita la ambigüedad del
léxico. Por otra parte, precisamente el lugar o situación donde varias personas
toman decisiones puede ser una reunión. Esto explica que en los ejemplos (2) y
(3) una cena, una dirección o una partida de cartas se entiendan como este tipo
de reuniones y que en (4) el Washington Post no se entienda como un periódico,
sino como un lugar donde tomar decisiones, la sede de la empresa que lo edita
(además de por el mismo fenómeno que ocurre en la construcción de la propia
oración 4a con el verbo acudir complementado con un sintagma preposicional que
indica un lugar, no el periódico). Más que seguir la máxima del modelo de la
conectividad buscar fuera del discurso, solo se entiende por la
construcción del discurso.
Nótese que frente a la explicación de la
conectividad, no se impone el conocimiento esquemático sobre las reuniones;
como no se impone el conocimiento esquemático sobre las partidas de cartas,
cenas o periódicos. El tomar decisiones proporciona un acceso a un esquema que
se impone por su posición en la jerarquía del discurso, hecho lingüístico. En
este esquema las reuniones pueden ser la situación en la que varias personas
toman decisiones. Por otra parte, tampoco se trata solo de acceso a otros
conceptos, se comprueba que la información está organizada. Ese llamado
conocimiento enciclopédico forma parte de la lengua, en el sentido de que las
unidades léxicas lo activan y de que interviene en la conexión en
construcciones más amplias de esa misma unidad. Incluso más allá de los límites
de la oración (Garrido 2009, p. 134).
Frente al análisis de la conectividad que
descansa en la relación reuniones-tomar decisiones, el análisis de la
construcción de discurso también explica los ejemplos afines en los que el par reunión-tomar
decisiones no aparece. Además, reduce la ambigüedad léxica e introduce un
determinado conocimiento del mundo exigido por la expresión.
3.2. Relaciones lexicalizadas
En el apartado anterior
se exponía cómo la información contextual a la que se accede está organizada; lo
que significa que las propiedades de construcción describen relaciones
potenciales, que pueden superar los límites de la oración, propiciando entonces
determinadas relaciones de discurso:
(5) (a)
I sent a postcard last week. (b) My mother was delighted.
En el ejemplo (Renkema 2009, p. 30), además del
conocimiento cultural receiving a present can cause delight, Renkema advierte que, en la línea de nuestra
exposición del ejemplo anterior, con
enviar se evoca una construcción gramatical en la que alguien da algo a
alguien. En otros términos, por enviar se accede a un esquema con información
organizada y de este modo, en la construcción, la madre ocupa el papel de
beneficiario. El verbo organiza en relaciones temáticas la intervención de las
entidades en el acontecimiento, como agente, tema o paciente y afectado o
beneficiario, según que el acontecimiento sea un estado, un proceso (o cambio
de un estado a otro) o una acción (un proceso originado por un agente) (Garrido
2009, p. 204). En este sentido, la explicación de la conectividad coincide con
la de la construcción de discurso.
Las diferencias aparecen en la segunda parte de
la explicación del ejemplo, frente a la propuesta de la conectividad por la que
es determinante el conocimiento cultural específico de que recibir regalos
produce alegría, la explicación de la construcción de discurso propone que
en (5b) tenemos el acceso a otro esquema que organiza la información. El alegrarse
como cualquier estado psicológico frecuentemente se complementa con causas y
consecuencias (Danlos 2001), que de presentarse por encima de los límites de su
oración, establecen las relaciones de discurso de causa y resultado.
De este modo el análisis de construcción de
discurso propone que en la relación entre (5a) y (5b) se acoplan dos esquemas
con sus respectivas informaciones organizadas: enviar organiza la información
de tal modo que la madre es la que recibe la carta, ocupando el papel temático
de beneficiario; alegrarse organiza la
información de tal modo que (a) es la causa de (b).
Frente al análisis de la conectividad, la
relación de causa del ejemplo no depende tanto del conocimiento cultural, específico,
por el que sabemos que recibir regalos causa alegría; la misma relación sigue
funcionando con el conocimiento anti-cultural de enfadarse al recibir regalos; la
información sobre la relación de causa está lexicalizada en alegrarse. Al
proponerse la explicación por el tipo de verbo, además de reducir la ambigüedad
e imponer un conocimiento del mundo sobre las causas del estado psicológico, la
explicación sirve para otros ejemplos afines, presentados en el próximo
apartado.
3.3. Relaciones por defecto, implicaciones semánticas y marcadores de
discurso
Unos ejemplos pueden clarificar lo expuesto en el
apartado anterior y mostrar la gran
variedad de casos en los que el esquema cognitivo de los verbos psicológicos se
complementa con causas que no tienen por qué formar parte de nuestro
conocimiento cultural:
(6) (a) Miguel se enfadó. (b)
Marta le golpeó
(7) (a) Miguel se enfadó. (b)
Marta compró verduras en el mercado
(8) (a) Marta compró verduras
en el mercado. Miguel se enfadó
El análisis de la conectividad tiene que proponer
diferentes explicaciones para los ejemplos. En el ejemplo (6) se establece la
relación por un conocimiento extralingüístico por el que sabemos que golpear a
alguien puede producir su enfado.
El análisis de la construcción de discurso
funciona en todo los ejemplos; propone que por exigencias del verbo
psicológico, hay una preferencia a unir
las oraciones como causas y efectos, a pesar de que no haya un conocimiento
cultural que relacione comprar verduras con causar un disgusto, se
impone un conocimiento insólito exigido por la expresión. Se parte de la
construcción que obliga a entender que a Miguel le desagradan las verduras, y
así ampliamos nuestro conocimiento sobre Miguel.
La diferencia entre los ejemplos está en que hay
información que se acomoda más fácilmente en la relación, requieren menor coste
de procesamiento, unos ejemplos encajan mejor que otros y otros pueden no
encajar. El productor del discurso calcula y gestiona las expectativas sobre el
contenido del discurso de modo que selecciona estratégicamente el conocimiento
del mundo que puede formar parte de la representación (Duque 2009).
Ante la cierta dificultad de procesamiento del
ejemplo (7), se puede optar por la construcción con un marcador de discurso o
con invertir el orden en la expresión, como en (8), y hacerlo de este modo
coincidente con el orden temporal de la representación: accesible con mayor
facilidad. Así, hay diferentes implicaciones semánticas en las relaciones
retóricas que frecuentemente no son explotadas por el modelo de la conectividad.
En los ejemplos (6), (7) y (8), la representación temporal de las segundas
oraciones (b) precede a las primeras (a), a pesar del orden en la expresión y
de compartir tiempos gramaticales. Si
estas implicaciones semánticas se rompen, se rompe la relación de causa (8); si
se mantiene el tiempo gramatical pero se quiere construir otra relación, puede
ser necesaria la presencia de un marcador de discurso, como en (10).
(9) Miguel se enfadó. Marta
comprará verduras en el mercado
(10) Miguel se enfadó. Por
eso, Marta le golpeó
De este modo, el léxico provee un esquema en el
que encajar información. Si la información puede adaptarse, se establece un
tipo de relación por defecto. Cuando supera los límites de la oración, la
relación que se establece es de discurso. El tipo de relación por defecto que
se establece en los ejemplos (5), (6), (7) y (8) puede presentarse con o sin
marcador discursivo; es una cuestión de estilo. En este sentido, el análisis de
la construcción de discurso presenta la ventaja de proporcionar nuevas hipótesis:
en cuanto al estudio de las relaciones entre marcadores y relaciones de
discurso (cfr. Taboada 2006, Renkema 2009 p. 180, Knott 1998, entre otros), la
presencia del marcador es obligatoria cuando de lo que se trata es de romper
estas relaciones lexicalizadas.
4. Construcción, relaciones de discurso y
conocimiento del mundo
En el apartado anterior se muestra como además del
léxico, que permite el acceso a un determinado conocimiento del mundo
organizable mediante relaciones preferidas, otros aspectos influían en la
conexión; en ellos insistimos en este apartado. En los ejemplos (1-4), es
determinante la jerarquía del discurso; en el ejemplo (5) las propiedades de
organización de relaciones temáticas; en los ejemplos (6-10) los tiempos
verbales y la posición en la periferia izquierda que ocupaba el marcador y que
determinaba la relación. No solo el léxico, sino su posición sintáctica, su
lugar en la construcción y las propiedades de unidades superiores, intervienen
en la conexión. Una perspectiva que Rastier (2005, p. 12) denomina gestáltica,
donde la clase determina al elemento y lo global determina a lo local. Y el
todo está representado por la parte (Garrido 1997, p. 138 y ss.). Este apartado
trata de apuntar alguno de estos aspectos que sobrepasa la estrategia de
elección de relaciones que atiende a los elementos léxicos aislados.
4.1. Conocimiento del mundo y estructura del discurso
Las estructuras jerarquizadas presentan al menos
relaciones de coordinación y subordinación entre las oraciones que forman parte
del discurso. Renkema asume la perspectiva de estructura del discurso
jerarquizada pero solo la utiliza con fines descriptivos. Asher y Lascarides se
valen de la jerarquía del discurso para la resolución de la anáfora, además de como aspecto fundamental en la decisión de
qué oraciones se relacionan entre sí. En los ejemplos anteriores, se comprobó
la importancia de la estructura del discurso como uno de los procedimientos que
guían la incorporación de cierto conocimiento del mundo. En (11) se muestra su importancia con mayor
claridad: más que guiar la organización, la restringe; a pesar del conocimiento
del mundo. De paso se resuelve la anáfora asociativa, como demuestran Asher y
Lascarides (2008: 102):
(11) (a)
We had dinner at a Thai Restaurant
(b) and then
drinks at a fancy hotel on 5th Avenue
(c) The waitress
was from Bangkok
A pesar del conocimiento del mundo por el que la camarera
de Bangkok y el restaurante tailandés están relacionados, por la
estructura del discurso, la camarera de Bangkok trabaja en el hotel
de la quinta avenida. Entre (11a) y (11b) se establece una relación de secuencia
temporal (Renkema 2009: 70). Este tipo de relación es multinuclear (Mann y
Thompson 1988: 278) o coordinante: la
información de una oración no se incluye en la otra, pero conjuntamente forman
una subestructura, un acontecimiento mayor. La relación queda explícitamente
marcada por and then.
The right frontier contraints (Polanyi 1985) impone que (11c) solo puede conectarse con la oración
precedente (11b) o con el tópico común de la secuencia narrativa (11a) y (11b);
en términos de Mann y Thompson a la subestructura (11a-11b). Como se comprueba
en el ejemplo, la conexión entre (11a) y (11c) está prohibida, a pesar del
conocimiento del mundo. (11c) establece una relación de elaboración con (11b),
la relación de elaboración es de carácter hipotáctico por lo que (11c) está
incluida en (11b). Además de su utilidad descriptiva, la estructura del
discurso impone ciertas restricciones a la influencia del conocimiento del
mundo.
4.2. Relaciones de discurso, tipos de entidades y modos de discurso
En la cláusula, principalmente por las
propiedades semánticas léxicas de su verbo, hay otras propiedades que también
participan en la construcción. Además de la organización de las relaciones
temáticas, el foco y modalidad oracional también intervienen en la conexión
(Garrido 2009: 201 y ss.). Smith (2003)
propone categorías de progresión textual: temporal y atemporal y diferentes
tipos de situaciones: events, states, general statives, facts and
propositions como los elementos que definen los modos de discurso
(narrativo, descriptivo, argumentativo, etc.). Los tipos de entidades y
situaciones se introducen en la constelación verbal, unidad cercana a la cláusula.
En las relaciones del ejemplo anterior, la narración (11a-11b) une dos eventos;
la relación de elaboración (11b-11c) frecuentemente se vale de estados en la
cláusula subordinada. Los dos últimos tipos de entidades, hechos y
proposiciones, frecuentemente participan en las relaciones de nivel intencional
(Moore y Pollack 1992), pragmático (Knott y otros 2001), relaciones
presentacionales de la Teoría de la Estructura Retórica, relaciones de
interjunción (Renkema 2009: 53) o relaciones interpersonales de Hovy y Maier
(1995); su introducción en la definición de las relaciones limita la
intervención de un contenido extralingüístico adicional.
Por otra parte, siempre que desde el modelo de la
conectividad se busca fuera del discurso las fuentes de conexión entre
oraciones, se hace recurriendo a la relación, fuera de la construcción, de
elementos léxicos aislados. Habitualmente, se citan por pares: reunión-decisiones;
enfadarse-golpear. En el ejemplo (12) kitchen-dishes (Renkema 2009:
46).
Se propone que estos pares están relacionados en
nuestro conocimiento del mundo y por esta relación se construye una relación de
discurso entre las dos oraciones. En el ejemplo (13) no hay tal relación entre
los elementos kitchen-strange animal, por lo que Renkema expone que se
establece una relación de diferente tipo que la de (12).
(12) (a) I looked into the kitchen. (b)
There were a lot of dishes on the sink.
(12’) (a) Miré en la cocina.
(b) Había un montón de platos en el fregadero.
(13) (a) I looked into the kitchen. (b)
There was a strange animal sitting on the sink.
(13’) (a) Miré en la cocina.
Había un extraño animal en el fregadero
(14) (a) Miguel marcó un gol.
(b) Había mucha gente
Salvo la sorpresa, el ejemplo (12) no parece tan
diferente. Más que la diferencia entre los pares cocina-platos y cocina-extraño
animal, en los ejemplos destacan las propiedades comunes de las dos
relaciones. Siguiendo lo expuesto anteriormente, las dos oraciones comparten
temporalidad y el texto progresa introduciendo una escena, hecho característico
del modo de discurso descriptivo (Smith 2003). Frente al análisis de la
conectividad que destaca la importancia de las diferencias impuestas entre
platos y extraño animal en relación con cocina, el análisis
de construcción de discurso destaca la construcción con había, típica del modo descriptivo. Había
organiza y determina estas relaciones de discurso, como se muestra en (14); la
construcción con había impone la inclusión en la situación relacionada,
si no se introduce un lugar diferente, o se rompe explícitamente la
temporalidad.
4.4. Motivación sintáctica en la relación de antítesis
En los siguientes ejemplos, (15) y (16), el factor
que guía la conexión son las construcciones paralelas y las diferentes
posiciones dentro de ellas. Frecuentemente las construcciones paralelas
expresan relaciones de tipo comparativo o de lista (unión o enumeración de
elementos). La relación de antítesis frecuentemente se vale de esta expresión
(Duque 2010).
(15) Miguel estudia. Marta
trabaja.
(16) Miguel estudia. Marta
pesca.
(17) Miguel estudia. Marta es
coja
Más que por la oposición del par estudiar-trabajar,
hipótesis de la conectividad; la comparación la propone toda la construcción,
hipótesis de la construcción de discurso: las construcciones paralelas
promueven la comparación. El análisis de la construcción de discurso también explica
el ejemplo (16): aunque con cierto desconcierto o mayor coste de procesamiento,
la comparación funciona en el par estudiar-pescar. En este ejemplo, por
la construcción se impone una idea mediadora en la que el contraste se
establece entre pescar como actividad de recreo y estudiar como cumplimiento
de una obligación. Otra vez la diferencia entre los ejemplos está en que hay
información que se acomoda más fácilmente en la relación, con menor coste de
procesamiento. Unos ejemplos encajan mejor que otros y otros pueden no encajar,
como en (17). Con todo, las construcciones paralelas proponen la instrucción de
comparación que en (17), sin acceso a una idea mediadora fracasa. En principio,
el estado y el evento son incomparables.
4.5. Modalidad oracional y conexión
Por último, entre las propiedades que trascienden
los elementos léxicos aislados y que intervienen en la conexión, la modalidad
oracional ocupa un lugar destacado que Renkema no explota. En el ejemplo (18),
Renkema (2009:33) expone que entre emergency-dog
hay un tipo de relación imprecisa de conocimiento del mundo que denomina fuzzynymy.
El ejemplo (19) muestra como un conocimiento del mundo mucho más preciso, perro-ladrar,
se deshabilita por las propiedades de conexión de la modalidad oracional:
(18) (a) My neighbor was brought to the emergency
room. (b) A dog was hungry
(19) (a) ¿Qué le hace Miguel
al perro? (b) Le ladra
La modalidad, como señal o marca de cómo se une
una oración con otra, es información metalingüística (acerca de cómo construir
el mensaje), ya que cumple otra tarea, también fundamental: une unas oraciones
con otras (Garrido 2009: 211). El ejemplo más claro de intervención de la
modalidad oracional en la conexión es el
de la interrogativa seguida de declarativa, donde la declarativa es respuesta. Pensar
que la declarativa es siempre respuesta lleva a una concepción de las
relaciones de discurso por su capacidad de rellenar las expectativas del
lector, como Hoey (2001) o el principio dialógico de Renkema (2009: 14). Como
se ha mostrado en los diferentes ejemplos, más que rellenar las expectativas,
por las relaciones de discurso se actualiza el significado del discurso
precedente según pautas de construcción y por adaptación de la información.
En (19) no hay forma de conectar las dos
relaciones sin añadir la información contextual a la segunda: la información se
añade de una forma y en un lugar determinado. En nuestro ejemplo, la
interrogativa parcial exige que la declarativa que sigue tenga como tema a Miguel,
que por obligatorio en la representación no hace falta en la expresión. A pesar
del conocimiento del mundo sobre el par perro-ladrar, es inevitable
construir que es Miguel quien ladra al perro, y así ampliamos nuestro
conocimiento sobre Miguel.
5. Conclusiones
A lo largo del análisis, se han propuesto
diferentes ejemplos que confirman que el modelo de la conectividad (Renkema
2009) parte y se apoya en el conocimiento esquemático sobre los tópicos y un
conocimiento del mundo independiente de la información lingüística como uno de sus
principales medios para la identificación de relaciones. La importancia de este
aspecto se refleja en la exposición de su método de análisis y las diferentes
fuentes para la identificación de relaciones. Tanto es así, que en los ejemplos
las relaciones se justifican recurriendo a pares léxicos relacionados fuera de
la construcción.
Más que un cuestionamiento de la influencia del
conocimiento del mundo y contexto en la formación de relaciones, se ha tratado
el estudio del lugar y la forma en la que se incorpora dicho conocimiento a la
representación del discurso. Para ello, hemos procedido a un reanálisis de
diferentes ejemplos desde el marco de la construcción de discurso (Garrido
2007) que ha aclarado cómo mediante las relaciones de discurso, como
procedimientos de construcción de unidades mayores a la oración, se incorpora un determinado conocimiento del
mundo en la representación. Se produce un proceso de adaptación, y su
consecuente coerción, por el que entre
otros efectos, la ambigüedad léxica aparece limitada.
En lugar de añadir la información contextual, se
quita. Mediante la expresión es obligatoria su recuperación: siempre participa
un determinado conocimiento del mundo, pero restringido y gobernado por la
conexión en el proceso de construcción.
Para la recuperación del conocimiento del mundo
exigido por la construcción, entre otras observaciones, en el apartado 3 se ha
mostrado que se suplementa la tradicional aportación del léxico. El léxico
proporciona el acceso a un determinado conocimiento del mundo organizable
mediante relaciones preferidas, un esquema en el que encajar información. Si la
información puede adaptarse, se establece un tipo de relación por defecto. Cuando
la información se coloca en otro lugar que no sea la oración misma, la relación
es de discurso.
Aparte del léxico, los análisis del apartado 4
confirman cómo su lugar en la construcción, la estructura del discurso y las
propiedades de unidades superiores, cláusula y oración, resultan decisivas en
el proceso de recuperación de información necesario para la conexión.
Además de la reducción de la ambigüedad, derivada
de la participación de un conocimiento del mundo obligatorio; el análisis de la
construcción de discurso es aplicable a una mayor variedad de ejemplos y propicia
nuevas hipótesis sobre cuestiones cercanas, como la necesidad del marcador de
discurso para romper las relaciones lexicalizadas.
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