REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS FILOLÓGICOS


LAS PALABRAS TRABAJAR Y TRABAJO EN ESPAÑOL PENINSULAR E INGLÉS AMERICANO: DOS VISIONES CULTURAL, ETIMOLÓGICA Y SEMÁNTICAMENTE DIFERENTES

 

Ángel Raluy Alonso

 (Facultad de Educación. Universidad de Vic)

 

 

Resumen

Este artículo presenta la hipótesis de que los vocablos ingleses work y job, tal y como se utilizan en los Estados Unidos, son cultural y lingüísticamente diferentes de los términos españoles trabajar y trabajo. La traducción literal es incapaz de reflejar la pluralidad semántica que abarcan dichos conceptos en la sociedad norteamericana y su significado es frecuentemente malinterpretado por el hispanohablante peninsular. El artículo analizará la falta de equivalencia cognitiva desde la etnolingüística, la lexicografía y la paremiología a fin de ilustrar su diferente conceptualización en la psique cultural de ambos grupos de hablantes.

Palabras clave: Trabajo, palabras clave, semántica intercultural, lingüística comparada.

 

Abstract

This paper presents the hypothesis that the English words work and job, as used in the United States, are both culturally and linguistically different to the Spanish trabajar and trabajo. The literal translation cannot possibly reflect the semantic plurality of these concepts in the American society and they tend to be misunderstood by the Spanish speaker. Their lack of cognitive equivalence will be analysed from an ethno linguistic and lexicographic point of view, and the study of proverbs will also be used to illustrate their different conceptualisation within the cultural psyche of each group of speakers.

Key words: Work, Key words, intercultural semantics, comparative linguistics

 

 


 

 

1. El concepto de trabajo en la cultura estadounidense: antecedentes y evolución

 

La referencia a la ética protestante del trabajo como eje sobre el cual se cimentó el progreso material de las nuevas colonias americanas casi se ha convertido en lugar común. La reforma luterana rompió con la interpretación medieval de las escrituras que consideraban al trabajo como una perpetua expiación de los pecados (remedium peccati) e introdujo un nuevo concepto de la labor como bendición, como gracia divina que nos acerca a Dios: “the work to which I was divinely called … the work from heaven imposed” (Milton, 2009, p. 514). Calvino ahondó en los postulados luteranos al combinar ascetismo y piedad religiosa con la participación en el mundo capitalista. La búsqueda de la riqueza pasó de ser un efecto de la bondad de Dios a convertirse en un deber religioso para todo individuo ya que la pobreza era una condición inconveniente, resultado de la ociosidad y del vicio. Bajo la influencia de las teorías de Adam Smith, el puritanismo de las colonias adoptó el enriquecimiento económico como objetivo principal del trabajo durante el siglo XVIII y elevó a la riqueza a categoría de dogma de respetabilidad (Bernstein, 1997, p. 331). Según el sociólogo Max Weber (1946, p. 111) este giro secularizador se debió en buena parte a la influencia que los escritos de Benjamin Franklin tuvieron a lo largo de todo el siglo XVIII y XIX. Franklin desacralizó la llamada puritana y otorgó al trabajo un valor intrínseco como vía de superación personal y como instrumento de enriquecimiento material. El trabajo para Franklin era un camino hacia la felicidad.

Durante el siglo XIX se mantuvo un cándido optimismo frente al concepto de trabajo ya que se consideraba como una forma de conocimiento del mundo que acercaba a la divinidad: “Ah little recks the laborer, how near his work is holding him to God”  (Whitman, 2007, p.74) pero las terribles condiciones laborables de finales del siglo XIX y principios del XX oscurecieron parcialmente la utopía de la palabra work: “the work she was compelled to do. It was stupefying, brutalizing work; it left her no time to think, no strength for anything” (Sinclair, 1987, p.164). De todos modos, el siglo XX dotó al trabajo de matices liberadores como medio para alcanzar el sueño americano. El protagonista de la obra de Arthur Miller Death of a Salesman, por ejemplo, lo verbaliza así: “things that I love in this world. The work and the food and time to sit and smoke” (Miller, 1987, p.31-32). Para el dramaturgo norteamericano, el ciudadano moderno adquiere una percepción de sí mismo, de su familia y de su entorno social a través del trabajo. En este sentido la sociología norteamericana reafirma actualmente el valor de la ética puritana: “the American worker is moved by an ideology and an ethic” (Kerr, 1979, p.26) y su papel en la construcción social estadounidense:

 

“It operates as a great stabilising, integrating, ego satisfying, central influence in the pattern of each person's life… where men can find adequate substitutes to provide a sense of significance and achievement, purpose and justification for their lives” (Kornhauser, 1953, p.4)

 

2. El concepto de trabajo en la cultural española: antecedentes y evolución

 

Según Claudio Sánchez Albornoz (1962, p.670), el concepto de trabajo en la cultura española arrastra un lastre de negatividad que se remonta al medioevo. Durante la edad media, la perpetuación de la guerra de Reconquista contra los musulmanes prolongó las posibilidades de riqueza gracias al botín de tierras por lo que el caballero castellano se acostumbró a utilizar la guerra para acumular joyas, paños y rebaños en sus saqueos de tierras bajo control árabe. En este sentido, el historiador español nos pone el ejemplo de una de las disposiciones en las Partidas de Alfonso X donde se explica que perdería su condición de caballero quien: “usase públicamente el mismo de mercaduría, u obrase de algún vil menester de manos, por ganar dineros” (Martínez; Arufe; Carril, 2006, p.25) Los textos literarios de los siglos XIII y XIV corroboran la visión extremadamente negativa del trabajo. Encontramos muchas referencias que lo presentan como castigo divino: “que todos tiempos comiese su pan en sudor de su carne e biujese en dolor e en trabajo" (Anónimo, 2001, p.161) y como sufrimiento: “Fortaleza es deseo de grandes cosas e menosprecio de cosas homilldosas e sofrimjento de trabajo” (Anónimo, 1984, p.171).

La situación de rechazo al trabajo no mejoró excesivamente en el período renacentista ni durante la crisis del barroco. La llegada de las riquezas del nuevo continente perpetuó el estilo de vida tradicional y cuando éstas escasearon la fiesta pareció ocultar el marasmo del país: “Dios y su Iglesia aman tanto a los hombres que a pocos días de trabajo les da uno de fiesta, uno de gloria” (Zabaleta, 1983, p.98). La consideración del trabajo no pareció mejorar mucho durante el siglo XVIII ni durante la primera mitad del siglo XIX, a juzgar por las críticas de la ilustración y del romanticismo español. Desde García Malo a Larra se satirizó sobre la situación del trabajo en España. En su célebre artículo, Vuelva usted mañana, Larra describió la desorganización y la falta de interés del ciudadano medio por su actividad laboral: “Sabed que no estáis en vuestro país activo y trabajador… Todos os comunicarán su inercia… Pues así son todos. No comerán por no llevar la comida a la boca” (Benito, 2000, p.56)

A partir de la segunda mitad del siglo se produce un cierto cambio económico impulsado por corrientes regeneracionistas que postulaban el trabajo constante como base del progreso. Ángel Ganivet se declara devoto de esta idea: “Nuestro desprecio del trabajo manual se acentúa más de día en día, y, sin embargo, en él está la salvación” (Tuñón, 2000, p.120), pero el desastre del 98 acabó con las esperanzas reformistas y volvió a sumergir a la sociedad española en la tradicional postura de apatía e inconstancia frente al heroísmo sostenido de la labor diaria. Finalmente, si observamos alguno de los textos literarios del siglo XX comprobaremos que aunque ya no se trata al trabajo de indigno: "¡Qué cosa más digna que vivir del trabajo!" (Baroja, 1970, p.125), sigue conservando un áurea de lacra social: "Y los judíos… Bueno para que vamos a hablar de los judíos. ¡Si hasta les gusta trabajar! ¡El colmo, hombre, no me diga usted!" (Alonso, 1972, p.72)

 

3. Origen y evolución diacrónica de work/job y trabajo/trabajar.

 

Como señala Corominas (1991, t.5) trabajar deriva del latín vulgar Tripaliare cuyo sentido original era el de torturar. Esta etimología de trabajar aparece documentada en una glosa latina “trepalio vel puteal est locus in quo rei verberantur” conservada en el manuscrito de Metz (Carmona, 2009, p.186). Durante el periodo medieval, el verbo trabajar, a pesar de cohabitar con las formas labrar y operar, amplió su campo semántico a: “sufrir, padecer; aplicarse con desvelo y cuidado a la ejecución de alguna cosa, poner conato y fuerza para vencer alguna cosa”. A partir del siglo XVI la forma trabajar hizo caer en desuso a labrar y operar. Así lo refleja el diccionario de Covarrubias (1995, p. 929) que define trabajar como:

 

“verbo corrompido de otro antiguo, treuejar, que vale tanto como treuerlar, que es mover las cosas de una parte a otra, y ocuparse en concertarlas: todos los que no están ociosos decimos que trabajan o treuejan, haciendo cosas de provecho, y muy útiles para si, y para la Republica”.

 

El primer diccionario de Autoridades de la Real Academia de 1739, por su parte, ofrece nuevas entradas para el verbo trabajar:

 

“Ocuparse en qualquier ejercicio, trabajo, ù ministerio, que haga cesar, y faltar el ocio”.

“Solicitar, procurar, ò intentar alguna cofa con eficacia, actividad, y cuidado”.

“Poner conato, y fuerza para vencer alguna cosa”.

“Formar, disponer, ò ejecutar alguna cosa, arreglandose à méthodo, y orden”.

 

A lo largo de los siglos XIX y XX, estos significados se mantuvieron bastante estables con dos excepciones. En el diccionario de 1803 se incluyó trabajarse en el sentido de ocuparse y fatigarse y en la edición de 1899 se añade una nueva definición: “Sufrir una máquina, un buque, un edificio, ó parte de ellos, ú otra cosa cualquiera, la acción de los esfuerzos á que se hallan sometidos”.

Por lo que respecta al sustantivo trabajo, deriva directamente del tripalium latino. El tripalium era una especie de cepo o instrumento de tortura compuesto de tres maderos donde los reos sufrían el tormento. Corominas apunta asimismo una relación con el adjetivo clásico tripalis 'que consta de tres maderos'. En cualquier caso, su origen etimológico determinó que durante la Edad Media predominasen las connotaciones de sufrimiento: “E para que la obra sea muy luenga et de trabajo et non desesperar delo non poder acabar” (Gayangos, 1860, p.153).  Esta misma visión prevaleció durante siglos como corrobora el diccionario de la Real Academia que en su edición de 1739 destaca las siguientes acepciones:

 

“Exercicio, ù ocupacion en alguna obra, ò ministerio”.

“Dificultad, impedimento, cofta, ò perjuicio”.

“Penalidad, molestia, tormento, ò suceso infeliz”.

“Escrito, ù discurso sobre alguna materia, ù facultad”.

 

A lo largo de los siglos XIX y XX el significado de trabajo apenas sí ha sufrido variaciones. Se han incorporado, no obstante, algunas frases hechas que recalcan el dolor que provoca:

 

“Arrostrar los trabajos/tomar el trabajo” (1817)

“Trabajo te mando” (1852), con el significado de algo muy difícil.

“Cercar a trabajo” (1914), con el sentido de colmar de desdichas.

“Trabajos forzados o forzosos” (1925)

 

En inglés el verbo work es la realización moderna de la palabra wyrcán  del inglés antiguo,  como señala Stockwell (20009, p.196). Común a muchas lenguas anglo-germánicas (werk en holandés y alemán con idéntico significado), todas las formas derivan de la palabra del antiguo alto alemán werc que, a su vez, parece provenir de(f)ergon que, en griego clásico, definía la energía vital necesaria para realizar una actividad. En inglés medieval, el verbo werk calificaba al trabajo como obra humana y divina que evitaba las tentaciones de la inactividad. No enfatizaba ni el esfuerzo ni el sufrimiento español. De hecho, la connotación negativa de trabajar se la llevó el verbo labour que mantuvo hasta bien entrado el siglo XVII el significado medieval de dolor y fatigas (dicho sentido se conserva hoy en día asociado al dolor del parto). De acuerdo con el Middle English Dictionary se distinguen las siguientes acepciones principales:

 

“A discrete act performed or undertaken by someone, someone's deed”.

“The role that someone or something properly fulfils”.

“An act or action considered with respect to its causal role”.

“An act, action, or activity one is enjoined to do in satisfaction of an obligation, an order, a law, a requirement”.

 

Por lo que respecta a la evolución de work en los diccionarios americanos, el glosario de Webster de 1828 recoge ya la diferencia entre la forma verbal y el sustantivo. El verbo work posee numerosos significados que inciden en la idea de movimiento en pos de un objetivo: “To move, to perform/To labor, to be occupied in performing manual labor/To act, to carry on operations”. El sustantivo work, por su parte, presenta las siguientes acepciones que hablan del resultado de acciones concretas: “Labor, employment/ State of labor/Embroidery/Action, deed/ Operation”.

En cuanto al sustantivo job, como apunta Williams (1976, p.280), su origen es oscuro quizás debido al carácter eminentemente coloquial de la palabra. Se han hallado usos como trozo o pieza ya en el siglo XIV pero no fue hasta el siglo XVIII cuando se estableció su significado de jobs of work. En los siguientes cien años la palabra job caló en la jerga de los rateros y carteristas y se implantó con el sentido de robo que perdura aún hoy en día en el inglés hablado. Su valor actual como trabajo remunerado apareció por primera vez en los Estados Unidos durante el siglo pasado a raíz del proceso de industrialización que sufrió el país: “a regular activity performed in exchange for payment, especially as one's trade, occupation or profession … a lucrative business; an undertaking with a view to profit” (Webster 1828).

 

4.Work/job y trabajo/trabajar en los diccionarios: el uso contrastivo.

 

Una vez esbozada la etimología y la evolución lexicográfica sería interesante echar una ojeada a las definiciones que los diccionarios de ambas lenguas dan de los verbos trabajar/work y de los sustantivos trabajo/job a fin de poder realizar una comparación contrastiva. Las primeras definiciones del verbo español trabajar en los diccionarios[1] destacan el esfuerzo que supone el hecho de trabajar y sólo se menciona muy sucintamente la utilidad de ese esfuerzo. La idea de conseguir un propósito o de llegar a una meta se encuentra prácticamente ausente de las primeras definiciones en español:

 

“Realizar una acción física o intelectual continuada, con esfuerzo” (a)

“Actuar de manera continuada y con esfuerzo, para obtener un resultado útil” (b)

“Aplicarse uno con desvelo física o mentalmente en la ejecución de alguna cosa o por conseguir algo” (c)

“Ocuparse en cualquier ejercicio, obra o ministerio” (d)

 

La segunda y la tercera acepción introducen la noción de sufrimiento y el concepto agrícola, manteniendo el desvelo y el provecho de esa acción:

 

“Cultivar la tierra” (a)

“Producir provecho o fruto” (b)

“Sufrir una cosa o parte de ella la acción de los esfuerzos a que se halla sometida” (c)

“Solicitar, procurar e intentar alguna cosa con eficacia, actividad y

cuidado”. (d)

 

Manejar una cosa haciendo en ella la operación de que se trata” (a)

“Ser una cosa objeto de un esfuerzo o presión” (b)

“Poner conato y fuerza para vencer alguna cosa” (c)

“Aplicarse uno con desvelo a la ejecución de alguna cosa” (d)

 

Por lo que respecta al verbo inglés work[2], en sus primeras acepciones aparecen dos ideas claramente marcadas: por un lado el concepto de actividad que alguien realiza con el fin de alcanzar un objetivo y por otro la idea de utilidad, de practicidad en el uso. El matiz de esfuerzo no aparece en el sentido de fatiga sino como fuerza o facultades, términos que implican una voluntad de doblegar mediante el entendimiento alguna cosa. Además, una de las definiciones relaciona el trabajar con tener una ocupación remunerada como primer significado:

 

“Something that it is or was done; what a person does or did; an act, deed, proceeding, business” (a)

“To do work” (b)

“Physical or mental effort or activity directed toward the production or accomplishment of something” (c)

“To have a job” (d)

 

La segunda y tercera acepción inciden igualmente en los mismos conceptos anteriores lo que refuerza su parentesco semántico con el sustantivo job. Este hecho ejemplifica la importancia de las relaciones profesionales en el campo de la palabra work: ya no se habla de actividad a secas, sino que de actividad laboral regulada por una serie de reglas de mercado:

 

“To perform, carry out, execute” (a)

“To be employed, as a means of earning one's livelihood” (b)

“To be employed, to have a job” (c)

“To exert or make somebody exert physical or mental effort in order to do, make or accomplish something” (d)

 

“To produce, to make, construct, manufacture, to form, fashion, shape” (a)

“To be in operation; be functional, as a machine or system” (b)

“To function; operate in the desired or required way” (c)

“To function or cause something to function or operate” (d)

 

Las diferencias también existen en el sustantivo trabajo y sus correspondientes work/job. En el castellano peninsular la primera acepción de trabajo en todos los glosarios consultados es: acción de trabajar. Obviamente, al remitir al verbo, el nombre adopta los mismos rasgos negativos de éste. Los segundos significados, por su parte, se centran en el hecho realizado y mencionan el esfuerzo que implica así como sus consecuencias:

 

“Faena, labor” (a)

“Cosa hecha trabajando” (b)

“Esfuerzo humano aplicado a la producción de riqueza” (c)

“Ocupación retribuida” (d)

 

“Obra” (a)

“Esfuerzo o dificultad” (b)

“Obra”(c)

“Obra, cosa producida por un agente o entendimiento” (d)

 

El sustantivo job, por su parte, al haberse originado en los Estados Unidos durante la revolución industrial del siglo XIX se refiere fundamentalmente al trabajo remunerado. Veamos las definiciones de los diccionarios:

 

“A piece of work; esp. a small definite piece of work done in the way of one's special occupation or profession” (a)

“A piece of work, a specific task done as part of the routine of one's occupation or for an agreed price” (b)

“A regular activity performed in exchange for payment, especially as one's trade, occupation or profession”(c)

“An activity such as trade or profession that somebody does regularly for pay” (d)

 

En general, estas definiciones corresponderían a las palabras españolas de empleo o profesión y se inscriben dentro de un tipo de sociedad capitalista en la cual el trabajo ha dejado de ser por cuenta propia para convertirse en objeto de compensación económica. La otra palabra inglesa que se traduce como trabajo es work. Heredera del verbo homónimo, recalca la importancia del fin en la realización de cualquier hecho. Muchas de sus primeras acepciones denotan una gran cercanía a los valores semánticos de job:

 

“Something that is or was done; what a persona does or did” (a)

“Exertion or effort directed to produce or accomplish something”(b)

“Physical or mental effort or activity directed toward the production or accomplishment of something” (c)

“Paid employment at a job” (d)

 

En plural el abismo es aún mayor en las dos lenguas. Los trabajos españoles son "Estrechez, miseria y pobreza o necesidad con que se pasa la vida": trabajos forzados o forzosos o trabajo de chinos mientras que en inglés se refieren al arte: “The works of Shakespeare are available on line” y al progreso técnico: “The works of this watch are very sophisticated”.

 

 

5. El refranero y el concepto de trabajo.

 

Los refranes que recoge Martínez (1953, p.176/700) con respecto al trabajo son alrededor de 100 que se pueden dividir en cuatro grandes áreas temáticas:

- Universalidad del trabajo:

De Dios abajo, cada cual vive de su trabajo.

Nace el hombre para trabajar y no para holgar.

Para trabajar hemos venido al mundo.

- Virtud del trabajo:

                     El trabajo al plebeyo ennoblece; y el ocio al noble envilece.

                     Manos callosas, manos honrosas.

                     Dios el trabajo ama.

                     El trabajar y el orar son a la par.

- Recompensa del trabajo:

          Trabaja y no comerás paja.

Tras el trabajo viene el pago.

Con el trabajo se compra el descanso.

No hay mejor lotería que el trabajo y la economía.

Por mi trabajo me visto y me alhajo.

En esta vida caduca, el que no trabaja no manduca.

 

- Peligros del trabajo:

El trabajar y el comer, su medio ha de tener.

Vela que arde por las dos puntas, poco dura. 

El burro que más trabaja más pronto rompe el aparejo.

 

En cuanto al inglés, los dichos populares se dedican a ensalzar las virtudes del trabajo y a señalar su poder de transformación personal y social, como recoge Mieder (2008, p.163). Podemos agrupar a los refranes en cuatro grupos generales:

- Virtudes del trabajo:

          All work is noble. 

                  Work keeps you out of mischief.

Work is a fine tonic.

Work is fine fire for frozen fingers.

Work and pray, live on hay, you'll get pie in the sky when you die.

- Poder del trabajo. Su fuerza aparta las dificultades en el camino hacia el éxito:

Hard work conquers the worst of luck.

Hard work is the best investment a man can make.

If you are willing to work, you can write your name anywhere you choose.

The Dictionary is the only place where success comes before work.

- Perfección del trabajo. Anima a completar nuestro trabajo de la mejor forma posible:

Do work well or not at all.

One does his best work when working alone.

Work well done makes pleasure more fun.

- Moderación en el trabajo. Aunque menos insistentemente que en castellano, los refranes estadounidenses también establecen unos límites al trabajo si no hay suficiente recompensa:

All work and no play makes Jack a dull boy.

Better sit idle than work for nought.

En la comparación de ambos refraneros se observa que el reconocimiento social es el principal acicate del español para amar el trabajo mientras que para el estadounidense es la virtud. El poder del trabajo como instrumento de cambio es muy importante para la cultura anglosajona así como la necesidad de realizar bien el trabajo mientras que en castellano se convierte en necesidad universal a secas. La moderación se da en ambos idiomas aunque el compendio estadounidense va más allá dando definiciones y explorando otras realidades del trabajo. En definitiva, parece que el adagio castellano pretende avisar de los peligros que comporta la ociosidad mientras que los proverbios estadounidenses deifican al trabajo como elemento primordial en el éxito personal y social.

Para finalizar este apartado de dichos populares, vamos a analizar brevemente las expresiones y locuciones que ambas lenguas utilizan con el verbo trabajar para verificar si las actitudes con respecto al trabajo son también diferentes. En español, las más comunes serían:

trabajar como un buey.

trabajar como un burro.

trabajar como un negro/como un esclavo.

trabajar  para el inglés/ para el obispo.

 

Siendo todas ellas claramente negativas existen matices diferentes. Las dos primeras identifican el trabajo con una actividad mecánica llevada a cabo por animales de escasa inteligencia. La tercera asocia el trabajo a la falta de libertad, a la obligación ciega de hacer algo para alguien sin recibir recompensa alguna. Las dos últimas insisten en su futilidad: una en la tradición colonialista que asentaba su esfuerzo en el trabajo esclavo y la otra en la invisibilidad de cualquier actividad en beneficio de la jerarquía eclesiástica.

En inglés, por el contrario, las locuciones más habituales, referidas a work que recoge Morris (1967, t.3) son:

work like a charm (funcionar por encanto, como por arte de magia)

work like a Trojan (trabajar como un troyano)

work like a Turk (trabajar como un jabato)

work one's fingers to the bone (trabajar con los dedos hasta el hueso)

work like a dog (trabajar como un perro)

work like a beaver (trabajar como un castor)

 

La expresión work like a charm se refiere a algo que funciona muy bien o que logra conseguir un muy buen resultado de una forma rápida y sencilla. La frase work like a Trojan remite al trabajo de los habitantes de Troya en sus esfuerzos por defender la ciudad del sitio de los griegos. La frase hecha work like a Turk no se refiere a la persona proveniente de Turquía sino que parece derivar del vocablo gaélico torc (jabalí), en referencia a un hombre de gran fuerza y perseverante en la labor. Work one's fingers to the bone sigue insistiendo en la idea de trabajo continuado aunque aquí sí existe un matiz de sufrimiento que está igualmente presente en work like a dog aunque en este caso también se resalta la fidelidad del animal al trabajo y su infatigabilidad. Finalmente, work like a beaver vuelve a remarcar el concepto de laboriosidad a la hora de alcanzar un objetivo: como los castores, el trabajo metódico y continuado del día a día logra grandes obras.

 

 

6. Conclusión.

 

A lo largo de este artículo se han analizado los significados de las palabras clave work/job y trabajar/trabajo desde diferentes puntos de vista intrínsecamente ligados a la relevancia de la lengua en la cultura y viceversa. En primer lugar la introducción antropológica ha contrastado la sensación de carga moral y penosa obligatoriedad peninsular del sustantivo trabajo con la satisfacción y el orgullo humano que la actividad laboral impregna el significado de work. En las colonias americanas el protestantismo calvinista convirtió a la labor diaria en un trampolín de santidad individual y de prosperidad colectiva en la llamada ética puritana del trabajo que, aunque matizada por el mercantilismo ilustrado o la industrialización del siglo XIX, mantuvo su significado como símbolo de identidad, dignidad y pertenencia social en la psique colectiva de los Estados Unidos hasta nuestros días.

En la España peninsular la idea bíblica del trabajo como penitencia humana ha tenido un gran eco. La época medieval relegó el trabajo a actividad propia de vencidos reñida con la dignidad de la persona. El oro de América suplió el esfuerzo colectivo durante el renacimiento pero su escasez en el siglo XVII no logró que los dignos caballeros castellanos se volcasen en actividad productiva alguna. Ni el reformismo ilustrado, ni el movimiento regeneracionista del XIX lograron cambiar la actitud respecto a la onerosa carga del trabajo. Únicamente en el siglo XX el trabajo ha despuntado como promesa de éxito pero la inestabilidad de su valor dentro del tejido social español continua mostrándonos su peor cara.

La etimología, los diccionarios y el refranero han corroborado también la disparidad semántica en las dos lenguas. Las definiciones de los glosarios nos explican que en español es el castigo, la penosa aflicción diaria cuyo resultado, incierto e insatisfactorio, no compensa el esfuerzo que exige. Su significado, pues, se centra más en el proceso de esfuerzo y menos en los fines que persigue. En inglés, por el contrario, el trabajo es un camino para alcanzar una meta y dicho esfuerzo se justifica con la segura consecución del objetivo marcado.

En definitiva, parece claro que cuando un hablante de inglés americano utiliza la palabra work o job expresa unas connotaciones muy diferentes a las que el español tiene en mente cuando dice trabajar o trabajo. Esta realidad tiene unas obvias implicaciones en el campo de la traducción pero es particularmente relevante en el ámbito de la enseñanza de lenguas extranjeras. Conocer el significado auténtico de las palabras en la otra lengua, sin matizarlo con nuestra propia carga sociocultural, es una herramienta indispensable para entender mejor la otra lengua y evitar de ese modo las tan frecuentes situaciones de incomunicación intercultural.

 

Notas

[1] En español utilizaremos los siguientes diccionarios en el orden enumerado: Diccionario de Uso del Español de María Moliner (a), en el Diccionario de Español de Manuel Seco(b), en el Diccionario Vox(c) y en el Diccionario de la Real Academia Española (d).

2 En lengua inglesa utilizaremos los siguientes diccionarios siguiendo siempre el orden enumerado: la edición americana del Oxford English Dictionary (a), el American Heritage Dictionary(b), el Chambers English Dictionary (c)y el World Book Dictionary(d)

 

 

 

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