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LAS PALABRAS TRABAJAR Y TRABAJO EN ESPAÑOL PENINSULAR
E INGLÉS AMERICANO: DOS VISIONES CULTURAL, ETIMOLÓGICA Y SEMÁNTICAMENTE
DIFERENTES
Ángel Raluy Alonso
(Facultad de Educación. Universidad de Vic)
Este artículo
presenta la hipótesis de que los vocablos ingleses work y job, tal y como se
utilizan en los Estados Unidos, son cultural y lingüísticamente diferentes de
los términos españoles trabajar y trabajo. La traducción literal es incapaz de
reflejar la pluralidad semántica que abarcan dichos conceptos en la sociedad
norteamericana y su significado es frecuentemente malinterpretado por el
hispanohablante peninsular. El artículo analizará la falta de equivalencia
cognitiva desde la etnolingüística, la lexicografía y la paremiología a fin de
ilustrar su diferente conceptualización en la psique cultural de ambos grupos
de hablantes.
Palabras clave: Trabajo, palabras
clave, semántica intercultural, lingüística comparada.
Abstract
This
paper presents the hypothesis that the English words work and job, as used in
the
Key words: Work, Key words, intercultural semantics,
comparative linguistics
1. El concepto
de trabajo en la cultura estadounidense: antecedentes y evolución
La referencia a
la ética protestante del trabajo como eje sobre el cual se cimentó el progreso
material de las nuevas colonias americanas casi se ha convertido en lugar común.
La reforma luterana rompió con la interpretación medieval de las escrituras que
consideraban al trabajo como una perpetua expiación de los pecados (remedium peccati) e introdujo un nuevo
concepto de la labor como bendición, como gracia divina que nos acerca a Dios: “the work to which I was divinely called … the
work from heaven imposed” (Milton, 2009, p. 514). Calvino ahondó en
los postulados luteranos al combinar ascetismo y piedad religiosa con la
participación en el mundo capitalista. La búsqueda de la riqueza pasó de ser un
efecto de la bondad de Dios a convertirse en un deber religioso para todo
individuo ya que la pobreza era una condición inconveniente, resultado de la
ociosidad y del vicio. Bajo la influencia de las teorías de Adam Smith, el
puritanismo de las colonias adoptó el enriquecimiento económico como objetivo
principal del trabajo durante el siglo XVIII y elevó a la riqueza a categoría
de dogma de respetabilidad (Bernstein, 1997, p. 331). Según el sociólogo Max Weber (1946, p. 111) este giro secularizador se
debió en buena parte a la influencia que los escritos de Benjamin Franklin
tuvieron a lo largo de todo el siglo XVIII y XIX. Franklin desacralizó la llamada
puritana y otorgó al trabajo un valor intrínseco como vía de superación
personal y como instrumento de enriquecimiento material. El trabajo para
Franklin era un camino hacia la felicidad.
Durante el siglo XIX se mantuvo un cándido
optimismo frente al concepto de trabajo ya que se consideraba como una forma de
conocimiento del mundo que acercaba a la divinidad: “Ah little recks the
laborer, how near his work is holding him to God” (Whitman, 2007, p.74) pero
las terribles condiciones laborables de finales del siglo XIX y principios del
XX oscurecieron parcialmente la utopía de la palabra work: “the work she was compelled to do. It was stupefying, brutalizing work; it left her no
time to think, no strength for anything” (Sinclair, 1987, p.164). De todos
modos, el siglo XX dotó al trabajo de matices liberadores como medio para
alcanzar el sueño americano. El protagonista de la obra de Arthur Miller Death
of a Salesman, por ejemplo, lo verbaliza así: “things that I
love in this world. The work and the
food and time to sit and smoke” (Miller,
1987, p.31-32). Para el dramaturgo norteamericano, el ciudadano moderno
adquiere una percepción de sí mismo, de su familia y de su entorno social a
través del trabajo. En este sentido la sociología norteamericana reafirma
actualmente el valor de la ética puritana: “the American worker is moved by
an ideology and an ethic” (Kerr, 1979, p.26) y su papel en la construcción
social estadounidense:
“It
operates as a great stabilising, integrating, ego satisfying, central influence
in the pattern of each person's life… where men can find adequate substitutes
to provide a sense of significance and achievement, purpose and justification
for their lives” (Kornhauser, 1953, p.4)
2. El concepto de trabajo en la cultural
española: antecedentes y evolución
Según Claudio
Sánchez Albornoz (1962, p.670), el concepto de trabajo en la cultura española arrastra un lastre de negatividad
que se remonta al medioevo. Durante la edad media, la perpetuación de la guerra
de Reconquista contra los musulmanes prolongó las posibilidades de riqueza
gracias al botín de tierras por lo que el caballero castellano se acostumbró a
utilizar la guerra para acumular joyas, paños y rebaños en sus saqueos de
tierras bajo control árabe. En este sentido, el historiador español nos pone el
ejemplo de una de las disposiciones en las Partidas
de Alfonso X donde se explica que perdería su condición de caballero quien: “usase
públicamente el mismo de mercaduría, u obrase de algún vil menester de manos,
por ganar dineros” (Martínez; Arufe; Carril, 2006, p.25) Los textos literarios
de los siglos XIII y XIV corroboran la visión extremadamente negativa del
trabajo. Encontramos muchas referencias que lo presentan como castigo divino:
“que todos tiempos comiese su pan en sudor de su carne e biujese en dolor e en trabajo" (Anónimo, 2001, p.161) y
como sufrimiento: “Fortaleza es deseo de grandes cosas e menosprecio de cosas
homilldosas e sofrimjento de trabajo”
(Anónimo, 1984, p.171).
La
situación de rechazo al trabajo no mejoró excesivamente en el período
renacentista ni durante la crisis del barroco. La llegada de las riquezas del
nuevo continente perpetuó el estilo de vida tradicional y cuando éstas
escasearon la fiesta pareció ocultar el marasmo del país: “Dios y su Iglesia
aman tanto a los hombres que a pocos días de trabajo les da uno de fiesta, uno de gloria” (Zabaleta, 1983, p.98).
La consideración del trabajo no pareció mejorar mucho durante el siglo XVIII ni
durante la primera mitad del siglo XIX, a juzgar por las críticas de la
ilustración y del romanticismo español. Desde García Malo a Larra se satirizó
sobre la situación del trabajo en España. En su célebre artículo, Vuelva usted mañana, Larra describió la
desorganización y la falta de interés del ciudadano medio por su actividad
laboral: “Sabed que no estáis en vuestro país activo y trabajador… Todos os
comunicarán su inercia… Pues así son todos. No comerán por no llevar la comida
a la boca” (Benito, 2000, p.56)
A
partir de la segunda mitad del siglo se produce un cierto cambio económico
impulsado por corrientes regeneracionistas que postulaban el trabajo constante
como base del progreso. Ángel Ganivet se declara devoto de esta idea: “Nuestro
desprecio del trabajo manual se
acentúa más de día en día, y, sin embargo, en él está la salvación” (Tuñón,
2000, p.120), pero el desastre del 98
acabó con las esperanzas reformistas y volvió a sumergir a la sociedad española
en la tradicional postura de apatía e inconstancia frente al heroísmo sostenido
de la labor diaria. Finalmente, si observamos alguno de los textos literarios
del siglo XX comprobaremos que aunque ya no se trata al trabajo de indigno:
"¡Qué cosa más digna que vivir del trabajo!"
(Baroja, 1970, p.125), sigue conservando un áurea de lacra social: "Y los
judíos… Bueno para que vamos a hablar de los judíos. ¡Si hasta les gusta trabajar! ¡El colmo, hombre, no me diga
usted!" (Alonso, 1972, p.72)
3. Origen y evolución diacrónica de work/job
y trabajo/trabajar.
Como señala
Corominas (1991, t.5) trabajar deriva
del latín vulgar Tripaliare cuyo
sentido original era el de torturar. Esta etimología de trabajar aparece documentada en una glosa latina “trepalio vel puteal est locus in quo rei
verberantur” conservada en el manuscrito de Metz (Carmona, 2009, p.186).
Durante el periodo medieval, el verbo trabajar,
a pesar de cohabitar con las formas labrar
y operar, amplió su campo semántico
a: “sufrir, padecer; aplicarse con desvelo y cuidado a la ejecución de alguna
cosa, poner conato y fuerza para vencer alguna cosa”. A partir del siglo XVI la
forma trabajar hizo caer en desuso a labrar y operar. Así lo refleja el diccionario de Covarrubias (1995, p. 929)
que define trabajar como:
“verbo corrompido
de otro antiguo, treuejar, que vale
tanto como treuerlar, que es mover
las cosas de una parte a otra, y ocuparse en concertarlas: todos los que no están
ociosos decimos que trabajan o treuejan,
haciendo cosas de provecho, y muy útiles para si, y para la Republica”.
El
primer diccionario de Autoridades de
“Ocuparse
en qualquier ejercicio, trabajo, ù ministerio, que haga cesar, y faltar el
ocio”.
“Solicitar,
procurar, ò intentar alguna cofa con eficacia, actividad, y cuidado”.
“Poner
conato, y fuerza para vencer alguna cosa”.
“Formar,
disponer, ò ejecutar alguna cosa, arreglandose à méthodo, y orden”.
A lo
largo de los siglos XIX y XX, estos significados se mantuvieron bastante
estables con dos excepciones. En el diccionario de 1803 se incluyó trabajarse
en el sentido de ocuparse y fatigarse y en la edición de 1899 se añade una
nueva definición: “Sufrir una máquina, un buque, un edificio, ó parte de ellos,
ú otra cosa cualquiera, la acción de los esfuerzos á que se hallan sometidos”.
Por
lo que respecta al sustantivo trabajo,
deriva directamente del tripalium
latino. El tripalium era una especie
de cepo o instrumento de tortura compuesto de tres maderos donde los reos
sufrían el tormento. Corominas apunta asimismo una relación con el adjetivo
clásico tripalis 'que consta de tres
maderos'. En cualquier caso, su origen etimológico determinó que durante
“Exercicio,
ù ocupacion en alguna obra, ò ministerio”.
“Dificultad,
impedimento, cofta, ò perjuicio”.
“Penalidad,
molestia, tormento, ò suceso infeliz”.
“Escrito,
ù discurso sobre alguna materia, ù facultad”.
A lo
largo de los siglos XIX y XX el significado de trabajo apenas sí ha
sufrido variaciones. Se han incorporado, no obstante, algunas frases hechas que
recalcan el dolor que provoca:
“Arrostrar
los trabajos/tomar el trabajo” (1817)
“Trabajo
te mando” (1852), con el significado de algo muy difícil.
“Cercar
a trabajo” (1914), con el sentido de colmar de desdichas.
“Trabajos
forzados o forzosos” (1925)
En
inglés el verbo work es la
realización moderna de la palabra wyrcán del inglés antiguo, como señala Stockwell (20009, p.196). Común a
muchas lenguas anglo-germánicas (werk
en holandés y alemán con idéntico significado), todas las formas derivan de la
palabra del antiguo alto alemán werc que,
a su vez, parece provenir de(f)ergon
que, en griego clásico, definía la energía vital necesaria para realizar una
actividad. En inglés medieval, el verbo werk
calificaba al trabajo como obra humana y divina que evitaba las tentaciones de
“A discrete act performed or undertaken by
someone, someone's deed”.
“The role that someone or something properly
fulfils”.
“An act or action considered with respect to
its causal role”.
“An act, action, or activity one is enjoined
to do in satisfaction of an obligation, an order, a law, a requirement”.
Por
lo que respecta a la evolución de work
en los diccionarios americanos, el glosario de Webster de 1828 recoge ya la diferencia entre la forma
verbal y el sustantivo. El verbo work
posee numerosos significados que inciden en la idea de movimiento en pos de un
objetivo: “To move, to perform/To labor, to be occupied in performing manual
labor/To act, to carry on operations”. El sustantivo work, por su parte, presenta las siguientes acepciones que hablan
del resultado de acciones concretas: “Labor, employment/ State of
labor/Embroidery/Action, deed/ Operation”.
En
cuanto al sustantivo job, como apunta
Williams (1976, p.280), su origen es oscuro quizás debido al carácter
eminentemente coloquial de
4.Work/job
y trabajo/trabajar en los
diccionarios: el uso contrastivo.
Una vez esbozada
la etimología y la evolución lexicográfica sería interesante echar una ojeada a
las definiciones que los diccionarios de ambas lenguas dan de los verbos trabajar/work y de los sustantivos trabajo/job a fin de poder realizar una
comparación contrastiva. Las primeras
definiciones del verbo español trabajar
en los diccionarios[1]
destacan el esfuerzo que supone el hecho de trabajar y sólo se menciona muy
sucintamente la utilidad de ese esfuerzo. La idea de conseguir un propósito o
de llegar a una meta se encuentra prácticamente ausente de las primeras
definiciones en español:
“Realizar
una acción física o intelectual continuada, con esfuerzo” (a)
“Actuar
de manera continuada y con esfuerzo, para obtener un resultado útil” (b)
“Aplicarse
uno con desvelo física o mentalmente en la ejecución de alguna cosa o por conseguir
algo” (c)
“Ocuparse
en cualquier ejercicio, obra o ministerio” (d)
La
segunda y la tercera acepción introducen la noción de sufrimiento y el concepto
agrícola, manteniendo el desvelo y el provecho de esa acción:
“Cultivar
la tierra” (a)
“Producir
provecho o fruto” (b)
“Sufrir
una cosa o parte de ella la acción de los esfuerzos a que se halla sometida”
(c)
“Solicitar,
procurar e intentar alguna cosa con eficacia, actividad y
cuidado”.
(d)
“Manejar una cosa haciendo en ella la
operación de que se trata” (a)
“Ser
una cosa objeto de un esfuerzo o presión” (b)
“Poner
conato y fuerza para vencer alguna cosa” (c)
“Aplicarse
uno con desvelo a la ejecución de alguna cosa” (d)
Por
lo que respecta al verbo inglés work[2],
en sus primeras acepciones aparecen dos ideas claramente marcadas: por un lado
el concepto de actividad que alguien realiza con el fin de alcanzar un objetivo
y por otro la idea de utilidad, de practicidad en el uso. El matiz de esfuerzo
no aparece en el sentido de fatiga sino como fuerza o facultades, términos que
implican una voluntad de doblegar mediante el entendimiento alguna cosa.
Además, una de las definiciones relaciona el trabajar con tener una ocupación
remunerada como primer significado:
“Something that it is or was done; what a
person does or did; an act, deed, proceeding, business” (a)
“To do work” (b)
“Physical or mental effort or activity
directed toward the production or accomplishment of something” (c)
“To have a job” (d)
La
segunda y tercera acepción inciden igualmente en los mismos conceptos
anteriores lo que refuerza su parentesco semántico con el sustantivo job. Este hecho ejemplifica la
importancia de las relaciones profesionales en el campo de la palabra work: ya no se habla de actividad a
secas, sino que de actividad laboral regulada por una serie de reglas de
mercado:
“To perform, carry out, execute” (a)
“To be employed, as a means of earning one's
livelihood” (b)
“To be employed, to have a job” (c)
“To exert or make somebody exert physical or
mental effort in order to do, make or accomplish something” (d)
“To produce, to
make, construct, manufacture, to form, fashion, shape” (a)
“To be in operation; be functional, as a
machine or system” (b)
“To function; operate in the desired or
required way” (c)
“To function or cause something to function or
operate” (d)
Las diferencias también existen en el
sustantivo
trabajo y sus correspondientes work/job. En el castellano peninsular la
primera acepción de trabajo en todos
los glosarios consultados es: acción de trabajar. Obviamente, al remitir
al verbo, el nombre adopta los mismos rasgos negativos de éste. Los segundos
significados, por su parte, se centran en el hecho realizado y mencionan el
esfuerzo que implica así como sus consecuencias:
“Faena,
labor” (a)
“Cosa
hecha trabajando” (b)
“Esfuerzo
humano aplicado a la producción de riqueza” (c)
“Ocupación
retribuida” (d)
“Obra”
(a)
“Esfuerzo
o dificultad” (b)
“Obra”(c)
“Obra,
cosa producida por un agente o entendimiento” (d)
El
sustantivo job, por su parte, al
haberse originado en los Estados Unidos durante la revolución industrial del
siglo XIX se refiere fundamentalmente al trabajo remunerado. Veamos las
definiciones de los diccionarios:
“A piece of work; esp. a small definite piece
of work done in the way of one's special occupation or profession” (a)
“A piece of work, a specific task done as part
of the routine of one's occupation or for an agreed price” (b)
“A regular activity performed in exchange for
payment, especially as one's trade, occupation or profession”(c)
“An activity such as trade or profession that
somebody does regularly for pay” (d)
En
general, estas definiciones corresponderían a las palabras españolas de empleo
o profesión y se inscriben dentro de un tipo de sociedad capitalista en la cual
el trabajo ha dejado de ser por
cuenta propia para convertirse en objeto de compensación económica. La otra
palabra inglesa que se traduce como trabajo es work. Heredera del verbo homónimo, recalca la importancia del fin
en la realización de cualquier hecho. Muchas de sus primeras acepciones denotan
una gran cercanía a los valores semánticos de job:
“Something that is or was done; what a persona
does or did” (a)
“Exertion or effort directed to produce or
accomplish something”(b)
“Physical or mental effort or activity
directed toward the production or accomplishment of something” (c)
“Paid employment at a job” (d)
En
plural el abismo es aún mayor en las dos lenguas. Los trabajos españoles son "Estrechez, miseria y pobreza o
necesidad con que se pasa la vida": trabajos
forzados o forzosos o trabajo de
chinos mientras que en inglés se refieren al arte: “The works of
Shakespeare are available on line” y al progreso técnico: “The works of
this watch are very sophisticated”.
5. El refranero y el
concepto de trabajo.
Los refranes que
recoge Martínez (1953, p.176/700) con respecto al trabajo son alrededor de 100 que se pueden dividir en cuatro
grandes áreas temáticas:
- Universalidad
del trabajo:
De Dios abajo, cada cual vive de su trabajo.
Nace el hombre para trabajar y no para holgar.
Para trabajar hemos venido al mundo.
- Virtud del
trabajo:
El trabajo al plebeyo
ennoblece; y el ocio al noble envilece.
Manos callosas, manos
honrosas.
Dios el trabajo ama.
El trabajar y el orar son a
la par.
- Recompensa del
trabajo:
Trabaja
y no comerás paja.
Tras el trabajo viene el pago.
Con el trabajo se compra el descanso.
No hay mejor lotería que el trabajo y la economía.
Por mi trabajo me visto y me alhajo.
En esta vida caduca, el que no trabaja no manduca.
- Peligros del
trabajo:
El trabajar y el comer, su medio ha de tener.
Vela que arde por las dos puntas, poco dura.
El burro que más trabaja más pronto rompe el aparejo.
En
cuanto al inglés, los dichos populares se dedican a ensalzar las virtudes del
trabajo y a señalar su poder de transformación personal y social, como recoge
Mieder (2008, p.163). Podemos agrupar a los refranes en cuatro grupos
generales:
- Virtudes del trabajo:
All
work is noble.
Work keeps you out of mischief.
Work is a fine
tonic.
Work is fine fire
for frozen fingers.
Work and pray, live on hay, you'll get pie in
the sky when you die.
- Poder del
trabajo. Su fuerza aparta las dificultades en el camino hacia el éxito:
Hard work
conquers the worst of luck.
Hard work is the
best investment a man can make.
If you are willing to work, you can write your
name anywhere you choose.
The Dictionary is the only place where success
comes before work.
- Perfección del
trabajo. Anima a completar nuestro
trabajo de la mejor forma posible:
Do work well or
not at all.
One does his best
work when working alone.
Work well done
makes pleasure more fun.
- Moderación en el trabajo. Aunque menos
insistentemente que en castellano, los refranes estadounidenses también
establecen unos límites al trabajo si no hay suficiente recompensa:
All work and no
play makes Jack a dull boy.
Better sit idle
than work for nought.
En la comparación de ambos refraneros
se observa que el reconocimiento social es el principal acicate del español
para amar el trabajo mientras que para el estadounidense es
Para
finalizar este apartado de dichos populares, vamos a analizar brevemente las
expresiones y locuciones que ambas lenguas utilizan con el verbo trabajar para verificar si las actitudes
con respecto al trabajo son también diferentes. En español, las más comunes
serían:
trabajar como un buey.
trabajar como un burro.
trabajar como un
negro/como un esclavo.
trabajar para el inglés/ para el obispo.
Siendo
todas ellas claramente negativas existen matices diferentes. Las dos primeras
identifican el trabajo con una
actividad mecánica llevada a cabo por animales de escasa inteligencia. La
tercera asocia el trabajo a la falta
de libertad, a la obligación ciega de hacer algo para alguien sin recibir
recompensa alguna. Las dos últimas insisten en su futilidad: una en la
tradición colonialista que asentaba su esfuerzo en el trabajo esclavo y la otra
en la invisibilidad de cualquier actividad en beneficio de la jerarquía
eclesiástica.
En
inglés, por el contrario, las locuciones más habituales, referidas a work que recoge Morris (1967, t.3) son:
work like a charm (funcionar por
encanto, como por arte de magia)
work like a Trojan (trabajar como
un troyano)
work like a Turk (trabajar como
un jabato)
work one's fingers to the bone (trabajar con
los dedos hasta el hueso)
work like a dog (trabajar como
un perro)
work like a beaver (trabajar como
un castor)
La
expresión work like a charm se
refiere a algo que funciona muy bien o que logra conseguir un muy buen
resultado de una forma rápida y sencilla. La frase work like a Trojan remite al trabajo de los habitantes de Troya en
sus esfuerzos por defender la ciudad del sitio de los griegos. La frase hecha work like a Turk no se refiere a la
persona proveniente de Turquía sino que parece derivar del vocablo gaélico torc (jabalí), en referencia a un hombre
de gran fuerza y perseverante en la labor. Work
one's fingers to the bone sigue insistiendo en la idea de trabajo
continuado aunque aquí sí existe un matiz de sufrimiento que está igualmente
presente en work like a dog aunque en
este caso también se resalta la fidelidad del animal al trabajo y su
infatigabilidad. Finalmente, work like a beaver vuelve a remarcar el
concepto de laboriosidad a la hora de alcanzar un objetivo: como los castores,
el trabajo metódico y continuado del día a día logra grandes obras.
6. Conclusión.
A lo largo de
este artículo se han analizado los significados de las palabras clave work/job y trabajar/trabajo desde diferentes puntos de vista intrínsecamente
ligados a la relevancia de la lengua en la cultura y viceversa. En primer lugar
la introducción antropológica ha contrastado la sensación de carga moral y
penosa obligatoriedad peninsular del sustantivo trabajo con la satisfacción y el orgullo humano que la actividad
laboral impregna el significado de work.
En las colonias americanas el protestantismo calvinista convirtió a la labor
diaria en un trampolín de santidad individual y de prosperidad colectiva en la
llamada ética puritana del trabajo que, aunque matizada por el mercantilismo
ilustrado o la industrialización del siglo XIX, mantuvo su significado como
símbolo de identidad, dignidad y pertenencia social en la psique colectiva de
los Estados Unidos hasta nuestros días.
En
La etimología,
los diccionarios y el refranero han corroborado también la disparidad semántica
en las dos lenguas. Las definiciones de los glosarios nos explican que en
español es el castigo, la penosa aflicción diaria cuyo resultado, incierto e
insatisfactorio, no compensa el esfuerzo que exige. Su significado, pues, se
centra más en el proceso de esfuerzo y menos en los fines que persigue. En
inglés, por el contrario, el trabajo es un camino para alcanzar una meta y
dicho esfuerzo se justifica con la segura consecución del objetivo marcado.
En
definitiva, parece claro que cuando un hablante de inglés americano utiliza la
palabra work o job expresa unas connotaciones muy diferentes a las que el español
tiene en mente cuando dice trabajar o
trabajo. Esta realidad tiene unas
obvias implicaciones en el campo de la traducción pero es particularmente
relevante en el ámbito de la enseñanza de lenguas extranjeras. Conocer el
significado auténtico de las palabras en la otra lengua, sin matizarlo con
nuestra propia carga sociocultural, es una herramienta indispensable para
entender mejor la otra lengua y evitar de ese modo las tan frecuentes
situaciones de incomunicación intercultural.
Notas
[1] En español utilizaremos los siguientes
diccionarios en el orden enumerado: Diccionario
de Uso del Español de María Moliner (a), en el Diccionario de Español de Manuel Seco(b), en el Diccionario Vox(c) y en el Diccionario de
2 En lengua inglesa utilizaremos los
siguientes diccionarios siguiendo siempre el orden enumerado: la edición
americana del Oxford English Dictionary
(a), el American Heritage
Dictionary(b), el Chambers English
Dictionary (c)y el World Book
Dictionary(d)
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