REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS FILOLÓGICOS


Perro callejero, Martin Amis

(Barcelona, Círculo de Lectores, 2005)

 

En aquel instante volvió Amor y, mientras se acercaba, tal vez hasta  una docena de relojes comenzaron uno tras otro a dar la hora. Hombre  instintivamente práctico, Urquhart-Gordon se dijo que se tendría que  haber trabajado más en la modernización de la manera que tenía el rey de pronunciar las aes breves. En momentos de crisis, sobre todo, sus aes sonaban casi es, como era la moda de antes de la guerra. Las rosadas mejillas de Brendan se tiñeron un poco más de rojo al recordar  la primera visita de Enrique, como príncipe de Gales, a una residencia sindical para ancianos en Newbiggin-by-the-Sea, cuando el príncipe se sentó al piano y cantó Mi viejo es un basurero: «¡Mi viejo es un basurero, lleva una gorra de basurero, lleva unos viejos pantalones de soldado, y vive en un piso propiedad del ayuntamiento!». El cuarto poder, los mass-media, no había tardado en destacar que la verdad era muy diferente: que el padre de Enrique era Ricardo IV, y vivía en el  palacio de Buckingham.

(pág. 27)

 

Ella era como un salvavidas para el hombre:

 

mi hombre del momnto (& digo precisamnt dl momnto) s el tipo «macho». ya sabs; todo el sabado en el gimnasio, futbol el domingo X la mañn@ y  tnis X la tard. ¡aburrido! m gusta un tipo k bba cervza frente a la  tele?, conmigo en sus rodillas. en la kma, cuando stamos practicando  el sxo, gim para k yo tambien lo haga. le digo: no soy de las k stan  siempre a tu disposición para todo. no m vngas con eso. Supongo k  piensa k gritar = abandonarse. pero yo no kiero abandonarme. ¿ ya  sabes, clint, k la gent emplea el sxo para envanecrse d sí misma?

 

Aunque el pedazo de papel que tenía en la mano era meramente una copia  impresa de un e-mail, Clint se lo llevaba a sus esposadas narices como  esperando notar un indicio de su fragancia. Y lo había leído…, bueno,  tres o cuatro docenas de veces. «Con ésta no voy a echarlo todo a rodar -se decía-, de ninguna manera.»

 

el problema es k yo nunca he sido capaz d romper con 1 hombre, d enojar a 1 hombre. no m atrevería. ¿ofender a 1 HOMBRE? así ke tengo k contntarm con disgustarlo un poco (y ya m cuesta mucho) hasta k haga  sus maletas y s vaya? ¿como? oh?, tu ya sabes, clint: pekeñas cosas. olvidar elogiarlo tan a mnudo como solía hacerlo. negarm a limpiar el  pis que dja en el asiento del váter. lo digo tal como lo pienso. pro lo que estoy diciendo en realidad es: entiend la indirecta, compañero, ¡X la puerta de atras! clint?, estoy cansad@ de esto, déjam ser clar@:  odio al «hombre nuevo», tan «atento» en el dormitorio: «¿acabaste  ya?  ¿te gusto

a ti también?». ¡! ¡7º cielo! ¡en las nubes! ¿Xk las personas no puedn ser ellas mism@s, clint? dmasiado instinto de rbaño, dmasiad@ falsedad, dmasiado prejuicio.

 

ps. 3 hurras por «chorb@s de soplapollas». 1 autntico tónico para 1  sexo + amable: ¡gracias a D!, ¡a1 hay espranza para todos nosotros!

 

(págs. 100-101)