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Revista de estudios filológicos
Nº25 Julio 2013 - ISSN 1577-6921
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estudios

MELODÍAS EN EL PROCESO DE DESARROLLO DE LA CAPACIDAD LECTORA

 

Mª Carmen Fonseca-Mora

(Universidad de Huelva)

fonseca@uhu.es

 

 

 

Resumen

 

La existencia de un vínculo entre la destreza lectora, la capacidad auditiva y la música ha sido descrita en numerosos estudios. Leer un texto significa sonorizar un mensaje escrito, ya que sin sonidos, en la lectura silenciosa es la voz interior del lector, no puede haber acceso desde los símbolos escritos al léxico y a la comprensión del mismo. Tanto en la lectura en voz alta como en la lectura silenciosa,  las grafías que descifra el ojo necesitan apoyarse en elementos sonoros como lo son los fonemas o sonidos, el acento, el ritmo, la duración silábica y la entonación. Además los elementos acústicos como la intensidad, la duración, el tono y el timbre contribuyen a la expresión de las emociones. Todos ellos son parámetros acústicos que se encuentran también en las melodías. Con el objeto de mostrar que el trabajar en la enseñanza de lenguas con elementos sonoro-musicales constituye un paso inicial de gran relevancia para después ir desarrollando la comprensión lectora, analizaremos la interrelación entre lenguaje y música, identificaremos los 5 componentes de la destreza lectora y explicaremos el cómo las melodías pueden optimizar el desarrollo de la capacidad lectora.

Palabras Clave: melodías; lectura; conciencia fonológica; enseñanza de lenguas; adquisición de destrezas lectoras.

Abstract

The existence of a link between reading and listening skills and music has been described in numerous studies. To read a text means to provide a sound system for a written message as without sounds, in silent reading it is the reader’s inner voice, no access from written symbols to lexical items can occur, what would hinder comprehension. Both in reading aloud and silent reading, the graphemes which the eye deciphers are supported by the sound elements: phonemes or sounds, accent, rhythm, and intonation.  Acoustic elements such as intensity, duration, tone and pitch contribute to the expression of emotions, as well. They are all acoustic parameters that are also present in melodies. With the aim of showing that working with these musical elements in foreign language teaching constitutes a first step of great relevance in order to develop reading comprehension, we analyze the interrelationship between language and music, identify the five components of the reading skill and explain how melodies can optimize the development of learners’ reading ability.

 

Keywords: melodies; reading; phonological awareness; language teaching; adquisition of reading skills.

 

 

EL SONIDO PARA EL SER HUMANO: LENGUAJE Y MÚSICA

 

Desde la perspectiva ontogénica, Jespersen (1925) ya afirmaba que el canto precedió al habla, es decir, tal como describía también  Rousseau (1781) las primeras palabras surgieron para expresar las pasiones del hombre como el hambre, el enfado, la alegría, el miedo… y éstas no estaban verbalizadas sino que se emitían con patrones entonativos, melodías que permitían la percepción de las emociones del otro.

Jackendoff (1992), por otro lado, señala las analogías entre música, lenguaje y visión. Las define como capacidades innatas humanas que sirven para comunicarse. Se basan en una gramática y se perfeccionan mediante el aprendizaje. Esta idea de aprendizaje basado en la interacción se constata  a su vez desde la perspectiva evolutiva, ya que ningún individuo crece, por lo general, en un vacío acústico. Las tonadas que cante, al igual que las palabras que inicialmente repita, reflejarán los sonidos que envuelven a su sociedad, y no algún sistema tonal universal (Gardner 1987: 167).

La inteligencia musical comienza en la vida fetal y ayuda a aprender a distinguir los sonidos  “útiles” y  “no útiles” para la comunicación. Así, Stern et al. (1982) definen los contornos entonativos que aparecen en el habla de las madres a bebés menores de  seis meses como patrones recurrentes que se convierten en unidades de información para el niño en la etapa prelingüística. Según ellos,  los contornos entonativos de las madres sirven de marco base para que el niño pueda organizar sus estrategias comunicativas. Papousek (1994) muestra la existencia de rasgos universales en la forma y función de las melodías utilizadas por los adultos. Clasifica los contornos melódicos en cuatro prototipos que se relacionan directamente con el contexto interaccional en el que se producen.

·        Los contornos ascendentes son observados cuando las madres intentan llamar la atención del bebé o lo estimulan para participar en el diálogo.

·        Los descendentes aparecen en aquellas situaciones en las que el niño necesita ser tranquilizado.

·        Los descendentes y acampanados (alto-bajo) cuando las madres responden o premian la participación de los niños

·        Los descendentes bruscos o acampanados con tono elevado para atajar un comportamiento infantil no deseado. 

 

Papousek considera estas “cantinelas” intuitivas como ajustes del habla de los adultos necesarios para que el niño pueda identificar y categorizar los patrones prosódicos contrastivos del lenguaje oral. Estas melodías son precursores de la planificación y producción verbal porque tal como explica (Levelt 1993: 364)

 

Words participate in the overall metrical structure of the utterance; they are grouped in smaller or larger rhythmic phrases. This phrasal togetherness is realized by the manipulation of loudness, the duration and the pitch of successive syllables in the utterance, and by the insertion of pauses...In the speaker’s phonetic plan, words participate in this melodic line, creating peaks or throughs when they carry pitch accent.

 

Las melodías en el perfeccionamiento de la competencia comunicativa son de tal relevancia que ayudan al desarrollo de la conciencia fonológica, elemento imprescindible sobre el que se apoya el desarrollo del proceso lector, de hecho, la conciencia fonológica es la que ha sido definido como la que correlaciona más significativamente con la adquisición de la destreza lectora (Anvari et al, 2002, Besson et al., 2009, Vokic 2011).  Las melodías aportan también el valor afectivo y comunicativo (Bolinger 1989, Brazil 1997), sin ellas no se podría entonar un texto para darle vida y por tanto, dificultaría su comprensión. La envoltura sonora de los distintos tipos de géneros discursivos aporta información al oyente. Por ejemplo, el discurso del docente se caracteriza por el uso de las melodías en cinco funciones distintas: la de hacer de modelo para presentar la pronunciación de un vocablo, explicar un significado, ayudar a memorizarlo, repetir o inducir a la autocorrección. Las otras funciones son las de dar instrucciones, organizar turnos de participación, mantener la disciplina o indicar la  organización  del propio discurso. Así, cada género discursivo posee su propia envoltura sonora lo que nos hace distinguir, por ejemplo, un sermón de la narración de un cuento, incluso sin ver el contexto ni oír con claridad las palabras. Por todo ello, las melodías son elementos básicos presentes en el desarrollo del proceso lector como veremos en la explicación de sus distintos componentes.

 

LA DESTREZA LECTORA: SUS COMPONENTES Y SU RELACIÓN CON LAS MELODÍAS

 

La lectura constituye una herramienta esencial para el éxito académico, afecta a todas las asignaturas de todos los niveles educativos. De la fase inicial “aprender a leer” se pasa a “leer para aprender” que nos acompañará durante toda nuestra vida en cualquier lengua que hablemos. El buen lector debe ser capaz de leer:

 

·       sin ayuda

·       entonando textos desconocidos y  textos auténticos (sin adaptación a fines educativos) en cualquier formato multimodal.

·       a una velocidad normal (fluidez lectora)

·       en silencio (velocidad lectora)

·       con una comprensión adecuada, lo que muestra a su vez en su comunicación de ideas en relación a la temática del texto.

 

Por todo ello, distintos estudios identifican la falta o nivel bajo de alfabetización completa como un importante factor de riesgo que en su fase máxima está incluso relacionado con la exclusión social (Leone et al., 2005) ya que la lectura constituye un vehículo para el aprendizaje de la comunicación interpersonal, para la educación y el desarrollo personal e intelectual de las personas, para la adquisición de la cultura y el interés por el conocimiento.

El proceso lector se basa en dos grandes fases: la decodificación y la comprensión lectora, sin que la segunda se pueda desarrollar apropiadamente si en la adquisición de la primera existe alguna deficiencia. Varios son los componentes del proceso lector, cada uno constituye una subhabilidad de la destreza lectora que el aprendiente ha de desarrollar.

El desarrollo de la conciencia fonológica

La conciencia fonológica implica el entendimiento de que el lenguaje hablado, es decir, que el caudal sonoro de una lengua, puede ser dividido en unidades más pequeñas: las oraciones en palabras, palabras en sílabas, sílabas en fonemas. Los juegos musicales-verbales de carácter intuitivo de los padres, como lo son las distorsiones en el habla a los niños alargando sílabas y el refuerzo de patrones entonativos, así como las canciones y rimas infantiles, pueden ayudar mucho al desarrollo de esta conciencia. La conciencia fonológica es un término amplio que abarca las habilidades de lenguaje oral en la rima, la aliteración, la segmentación de la frase, la sílaba de fusión y su segmentación, la mezcla de sonidos inicio-rima, es decir, la mezcla y la segmentación de fonemas.

 

La instrucción fónica

La fonética es el estudio de las relaciones entre las letras y los sonidos que representan, es decir, sus relaciones en textos escritos. La instrucción fónica es la que enseña a los estudiantes cómo utilizar las relaciones entre los sonidos (fonemas) y letras para descifrar palabras desconocidas en el texto. Se trata de enseñar el nombre de las letras, los sonidos de las mismas, las correspondencias básicas entre las letras y los sonidos, la manera de combinar sonidos para producir sílabas y palabras, y cómo utilizar estas habilidades de descodificación fonológica, durante la lectura del texto. Es especialmente necesaria en el aprendizaje de una lengua extranjera, sobre todo, si esta es opaca como se clasifica, por ejemplo, la del inglés. La instrucción fónica que es sistemática, explícita, incorpora actividades adecuadas de la práctica independiente y generalmente conduce a mayores logros en el reconocimiento de palabras y ortografía. La instrucción fónica y las habilidades se vuelven más complejas, como el progreso de los estudiantes de aprender las correspondencias simples entre las letras individuales y sonidos, para trabajar con las combinaciones de consonantes iniciales y finales y varias combinaciones de vocales, y finalmente a los grandes "trozos" de las letras en las palabras. Las canciones creadas especialmente para la instrucción fónica se caracterizan por su ritmo lento y por la sencillez de los contornos melódicos, por lo que son fácilmente memorizables y activables periódicamente favoreciendo la automatización de la decodificación. Los lectores iniciales dependen de las destrezas de decodificación y destrezas fonémicas (Hulme et al., 2007). Los buenos lectores serán capaces de aplicar con fluidez fonológica habilidades de decodificación que les ayudan a identificar las palabras desconocidas que encuentran en el texto.

 

La fluidez y la velocidad lectoras

Se define la fluidez lectora, como la habilidad para leer un texto en voz alta de forma precisa y con la entonación adecuada. Es imprescindible para que el aprendiente  pueda  conectar el reconocimiento de las palabras y su comprensión. Se adquiere a partir de la práctica abundante, de modelación y de constante retroalimentación.

Por otro lado, la velocidad lectora  se refiere a la cantidad de palabras que una persona consigue leer por minuto durante una lectura natural, es decir, en silencio y con la intención de comprender el contenido de un texto. Los aprendientes que leen muy despacio se desalientan fácilmente, abandonan la lectura y se distraen cuando encuentran palabras extrañas o desconocidas y no consiguen captar la idea general de un párrafo. Así pues, leer con excesiva lentitud dificulta la comprensión y por el contrario, leer muy deprisa, puede producir errores de exactitud. Los lectores fluidos son hábiles en la identificación de las palabras impresas, y lo hacen con tanta facilidad y sin esfuerzo, que son capaces de dedicar la mayor parte de su atención a la construcción del significado de lo que leen. Especialmente útiles son para el desarrollo de la fluidez y la velocidad lectoras las canciones con letras de youtube. El seguir tanto cantando como con lectura subvocálica (no a todos los alumnos les gusta cantar en voz alta) esas letras de canciones automatiza el proceso. La envoltura sonora de la canción permite que el alumnado lo encuentre de menor dificultad ya que se centra más en el componente melódico que en el lingüístico. Además, el karaoke (Rengifo,2009) le otorga la posibilidad de practicar pronunciación fuera del aula y lograr su objetivo. Las canciones son altamente memorizables por lo que su contenido verbal puede incluso servir de modelo de estructuras gramaticales para uso durante intercambios orales u escritos. Otra técnica como la de cronometrar la lectura, es decir, que el propio alumno mida periódicamente y lleve un registro del número de palabras que lee por minuto, le permite lograr la automaticidad y ser consciente de su progreso.  Campbell (1998) cita el estudio longitudinal de Wood con siete mil quinientos alumnos universitarios donde se confirma que aquellos que cursaban música como asignatura principal obtenían mejores resultados en la lectura que el resto de los alumnos. Según Ducorneau (1988) y Campbell (1998) es el ritmo el que ayuda en el proceso de aprendizaje de la lectura. Así, Campbell (1998) recomienda el uso de un metrónomo que marque sesenta unidades de compás por minuto para niños con dificultades para leer en voz alta. Se consigue así que la voz del niño se vuelva más rítmica y le sea, por tanto, más fácil lograr la fluidez que requiere la  mecánica lectora. Overy (2008) también mostró datos similares ya que los alumnos que habían sido entrenados con música llegaron a tener mejores resultados en lengua y en lectura que los estudiantes que habían dedicado más tiempo en dichas asignaturas pero no habían recibido instrucción musical alguna.

El aprendizaje de vocabulario

August et al. (2005) inciden en la importancia capital del conocimiento de vocabulario para poder comprender un texto. El aprendizaje del vocabulario incluye tanto la pronunciación, como la estructura gramatical en la que se sitúa, su colocación así como sus posibles  significados según el registro del hablante, es decir, el conocimiento completo de las palabras necesarias para la comunicación efectiva. Componentes de un programa de vocabulario efectivo incluyen también tareas relacionadas con la formación de palabras. Las estrategias de aprendizaje de vocabulario contienen el análisis de morfemas para entender las partes significativas de las palabras y el análisis contextual para inferir el significado del texto circundante y definiciones. La buena programación de qué palabras ha de aprender el estudiante diferencia vocabulario activo de vocabulario pasivo, aquel que puede reconocer o cuyo significado puede inferir pero que el aprendiente no usa en sus intercambios. Las palabras deben ser útiles y ofrecer a los estudiantes una forma más sofisticada de expresar conceptos familiares. Es de interés presentar exposiciones múltiples del significado de la palabra, profundizar en una palabra específica y mostrar cómo funciona en diferentes contextos. Los estudiantes desarrollan un mayor interés y conciencia de las palabras cuando se proporcionan experiencias comunicativas con riqueza de vocabulario. Las experiencias de aprendizaje de vocabulario con canciones son de interés ya que facilitan la pronunciación y su memorización, tanto en el aprendizaje incidental como en canciones especialmente diseñadas para ello (ver wiki, voces y letras[i]).

La comprensión lectora

 

La comprensión es la capacidad de entender y comprender el significado del texto con el objeto de poder usar su contenido en interacciones posteriores. El buen desarrollo de la comprensión lectora depende de un programa lingüístico con tareas deliberadamente estructuradas para ampliar la formación general, los conocimientos y las habilidades de los estudiantes. Una enseñanza comunicativa de la comprensión lectora se basa en la selección de textos que ha de ser lo más cercana posible a los textos con los que se pueden encontrar en la vida real, por ejemplo, horarios, recetas, solicitudes, libros de texto o de lectura por placer, revistas, blogs, webs, correos electrónicos, informes, manuales, mapas, o canciones, por citar algunos. El alumnado debe conocer de antemano el objetivo de la lectura. La música y las canciones tienen un poder especial para contextualizar textos y hacerlos más motivadores para el alumnado. Aportan temáticas adaptadas a los intereses de los estudiantes e incluso acercan elementos culturales que avivan el interés por una lengua extranjera. La música instrumental utilizada puede tener un efecto de creación de imágenes mentales en las mentes de nuestros estudiantes. Así, la conocida melodía de la canción de feliz cumpleaños trae velozmente a nuestras mentes la imagen de celebrar con nuestros familiares o amigos, mientras que la música celta nos recuerda Escocia, Irlanda, el norte de España o Francia. La cercanía a los intereses de los estudiantes de las canciones se debe también a que los pronombres más usados en las canciones son “yo” y “tú”, es decir, el oyente puede implicarse emocionalmente adaptando lo que oye a su circunstancia vital. Las canciones (música y letra) provocan menor cansancio durante el aprendizaje, avivan su creatividad, despiertan experiencias previas y por lo tanto, sus esquemas mentales, y estimulan su interés lo que es crucial para el desarrollo de la habilidad lectora intensiva de textos. Murphy (2000) define el fenómeno “the-din-.stuck-in-my-head” como un rasgo de las canciones que, al quedarse en nuestra memoria y poder repetirse incesantemente, tienen la potestad de activar mentalmente de forma involuntaria nuestra capacidad de adquisición del lenguaje produciendo un ensayo involuntario. En el desarrollo de la comprensión lectora pueden ayudar tareas relacionadas con la predicción del contenido a partir del título, las imágenes acompañantes, la disposición gráfica del texto, o la localización de algún dato genérico relacionado con el texto, por citar algunas.

 

La planificación y secuenciación de tareas que han de incluir actividades en sus tres fases: antes de la lectura, durante la lectura y después de la lectura, ya que la comprensión se produce como resultado de la interacción entre el lector y el texto. Al diseñar las tareas de lectura, es necesario tener en cuenta que recordar al completo toda la información de un texto es una expectativa poco realista, incluso para los hablantes de niveles avanzados. Sin embargo, existe una tendencia natural a memorizar las letras de las canciones, lo que permite el aprendizaje incidental de vocabulario y estructuras. Las actividades de lectura que están destinados a aumentar la competencia comunicativa deben ser secuenciadas apropiadamente y estar orientadas hacia el éxito para aumentar la confianza de los estudiantes en su capacidad de lectura. Esa secuenciación ha de incluir tareas que favorezcan el desarrollo de la comprensión literal, la comprensión inferencial y la comprensión crítica. Tareas como, por ejemplo, ubicar los personajes o identificar los escenarios pertenecen al nivel literal, mientras que saber establecer relaciones entre dos o más textos o inferir causas o consecuencias que no están explícitas (frecuentes en las canciones) son indicadores del nivel inferencial. Se trabaja la comprensión crítica cuando, por ejemplo, el  estudiante es capaz de argumentar sus puntos de vista sobre las ideas del autor o de hacer apreciaciones sobre el uso de los elementos ortográficos y gramaticales que a menudo aparecen con errores en las letras de canciones.

CONCLUSIONES

En general, se puede afirmar que la música crea un ambiente favorable de aula, siendo una herramienta útil para gestionar los distintos ritmos de energía activa y pasiva que el aprendizaje formal requiere. Las melodías tienen el efecto de estimular o tranquilizar por lo que tienen un efecto en la predisposición hacia el aprendizaje del alumnado. El aprendizaje de una lengua extranjera es una actividad cognitiva, afectiva y social altamente compleja que puede facilitarse con el uso de elementos musicales que inciden en el desarrollo de la motivación, la memoria verbal y la habilidad auditiva.

Por otro lado, la lectura es una destreza clave en el aprendizaje de una segunda lengua, especialmente en el contexto de lenguas extranjeras donde se convierte en la principal y más asequible fuente de contacto con la lengua.

 Tal como hemos indicado a lo largo de este capítulo, melodías y ritmo facilitan el aprendizaje de las lenguas, tanto de las lenguas maternas como las extranjeras (Toscano-Fuentes y Fonseca-Mora 2012). Además, la música mejora la lectura, en concreto, la conciencia fonológica y fónica (Schön, Magne, y Besson, 2004; Besson et al., 2011), la memoria verbal (Ho et al., 2003;), las destrezas de discriminación auditivas y la adquisición del vocabulario, en definitiva, todos ellos elementos cruciales para el buen desarrollo de las destrezas lectoras.

 

BIBLIOGRAFÍA

 

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[i]  La wiki, Voces y letras, creada por el profesor de la Universidad de Uppsala, Fernando Álvarez Montalbán, incluye canciones para el aprendizaje de verbos reflexivos, las partes del cuerpo, expresiones idiomáticas, antónimos y palabras que riman, entre otros. Ver https://vocesyletras.wikispaces.com/Cuarto+y+mitad