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Revista de estudios filológicos
Nº26 Enero 2014 - ISSN 1577-6921
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estudios

LOS ADVERBIOS DELANTE Y DETRÁS SEGÚN LA TEORÍA COGNITIVA

Shatha Ismaeel Jabbouri

(Universidad de Granada)

saraessam10@yahoo.com

 

RESUMEN: La gramática cognitiva entiende el lenguaje en su uso. Esto supone que la perspectiva es un factor que puede cambiar el significado o la manera de expresar algo. Por este motivo, también es muy importante para la gramática cognitiva tener en cuenta la manera en que percibimos el espacio, puesto que todo lo percibido está determinado por el espacio y la percepción es fundamental en la teoría cognitiva porque es la manera en la que almacenamos información mental que más tarde servirá para la formación del lenguaje. Todas estas afirmaciones las aplicamos de manera práctica a ejemplos formados por los adverbios delante y detrás.

 

Palabras clave: Cognición, perspectiva, espacio, adverbio, delante, detrás.

 

ABSTRACT: Cognitive Grammar understands the language in its use. This means that the perspective is a factor that can change the meaning or way of expressing something. For this reason, it is also very important for cognitive grammar to consider the way in which we perceive the space, since everything perceived is determined by the space. The perception is fundamental to cognitive theory because it is the way in which we store mental information which is then used for the formation of the language. We apply all these statements in a practical way to examples formed by the adverbs in front and behind.

Keywords: Cognition, perspective, space, adverb, in front, behind.

 

1. INTRODUCCIÓN

 

La LC[i] ha supuesto un cambio en el rumbo de la Lingüística que se basa en la afirmación de que el lenguaje se crea a partir de varios procesos mentales que funcionan en conjunción y también en la tesis según la cual desde la información que se almacena y clasifica en estructuras cerebrales preestablecidas, lo que se conoce en esta teoría como categorización, se da forma al lenguaje, lo que se denomina conceptualización. Así pues, según la LC, primero actúa el pensamiento y después se crea el lenguaje. Esta visión ha abierto la posibilidad de una relectura total de las bases de la Lingüística. En este artículo vamos a revisar cómo tales supuestos afectan a la categoría gramatical del adverbio y, en concreto, a dos adverbios locativos relacionados entre sí: delante y detrás, analizándolos desde la perspectiva de sus valores semánticos.

Por tanto, vamos a centrarnos en el significado que se genera a partir de dos adverbios y, debido a esto, de manera más concreta, en vez de referirnos a la teoría cognitiva como LC, usaremos el término GC[ii] por el que la teoría cognitiva se diferencia de la tradicional en que no hay unas reglas gramaticales rígidas que regulan el lenguaje, sino que éste se forma por un proceso que se basa en su uso, es decir, en factores como la intención comunicativa del emisor, su conocimiento del mundo y el contexto en que se encuentra. En este sentido, veremos cómo según la GC, la perspectiva puede ser la clave para expresar una misma situación con términos distintos, algo que ejemplificaremos usando los adverbios delante y detrás. En relación a la perspectiva, también analizaremos y ejemplificaremos cómo afecta el uso de conceptos propios de la teoría cognitiva como landmark (punto de referencia) y trayector (objeto localizado).

Además, desarrollaremos otras nociones propias de esta teoría, como la de corporeización, que consiste en que si para crear lenguaje es un factor fundamental la información que obtenemos por experiencia del exterior, entonces, es necesario tener en cuenta que tal información está determinada por un punto de vista en el que la posición y características del cuerpo son esenciales. Esto es algo que tiene una relación directa con el adverbio, en concreto, con adverbios de ubicación, pues éstos tienen un contenido semántico relativo a lo espacial, como ocurre con delante y detrás.

Asimismo, vamos a contemplar cómo afecta el papel de las metáforas según la teoría cognitiva con respecto a los adverbios locativos citados: delante y detrás y a otros relacionados con ellos. Para esta teoría, la metáfora no es sólo un fenómeno lingüístico que sirve para embellecer el lenguaje, sino que en la creación de la metáfora los procesos mentales que acontecen relacionan por identificación dos conceptos que pertenecen a dominios diferentes, es decir, a estructuras mentales distintas en las que se clasifica la información. Además, veremos cómo los adverbios de ubicación se usan en metáforas mezclando su dominio espacial con el dominio temporal dando lugar a significados abstractos.

En la última parte de este artículo, nos centraremos en los conceptos de espacio y tiempo, los cuales no se pueden separar entre sí, pues todo lo que se percibe en el espacio es percibido también en el tiempo. Estos conceptos no forman parte del exterior, sino que son invenciones apriorísticas que afectan a todo lo que percibimos y, por ello, requieren la atención de la GC. Ejemplificaremos de nuevo cada una de las afirmaciones que hagamos sobre estos conceptos con los adverbios delante y detrás.

Como podemos ver, todo nuestro artículo se dirige a exponer cómo según la GC se puede entender el lenguaje en su uso y probaremos esto ejemplificándolo en torno a los adverbios delante y detrás.

 

2. LA IMPORTANCIA DE LA PERSPECTIVA RESPECTO AL SIGNIFICADO DE LOS ADVERBIOS DELANTE Y DETRÁS

 

Según la gramática tradicional, el significado es algo externo, es decir, las cosas significan algo de manera universal, objetiva, y para comprender una expresión hay que conocer las condiciones de verdad en las que esta expresión se puede usar. Por el contrario, la GC considera que el significado es algo que está hasta cierto punto en el sujeto, el cual lleva a cabo un proceso de conceptualización transformando en lenguaje la información mental, para lo cual hace uso de varios mecanismos mentales. Esto quiere decir que el sujeto, al tener un punto de vista y unas circunstancias concretas, determina el significado, por lo que el significado no es algo exterior, sino que está en la mente del sujeto (Ibarretxe-Antuñano y Valenzuela, 2012: 42-43).

El papel de la conceptualización en el lenguaje se hace más evidente cuando en un mismo idioma existen expresiones alternativas diferentes para expresar situaciones del mundo equivalentes, es decir, información que ha sido clasificada en el cerebro puede más tarde ser expresada por conceptualización de maneras diferentes. Un ejemplo en cuanto a los adverbios de ubicación lo tenemos en el par delante/detrás:

 

a. El jardín está delante de la casa.

b. El jardín está detrás de la casa.

Según Langacker (1987: 125), existen las siguientes interpretaciones:

- La interpretación uno consiste en que con (a) y (b) podemos representar dos situaciones diferentes: una en la que el jardín está en la fachada principal y otra en la que el jardín está en la parte trasera de la casa. En esta interpretación no cambia la perspectiva del hablante con respecto a la casa, pero sí la ubicación del jardín.

- Según la interpretación dos se representa una misma situación pero de dos formas diferentes, pues en (b) también el jardín está en la fachada de la casa pero la perspectiva del hablante está en la parte trasera de la casa, de manera que ésta se interpone entre nosotros y el jardín. En esta interpretación, la situación es la misma en (a) y (b), pero se expresa de manera diferente porque ha cambiado la perspectiva del hablante.

En relación a este ejemplo, hemos de indicar que en GC se denomina esquema de imagen a los patrones que se usan para interpretar de manera coherente y significativa la manera en la que percibimos nuestras experiencias físicas (Johnson, 1991:23), y esa manera en que percibimos, como hemos dicho en la Introducción, está determinada por las características de nuestro cuerpo y su orientación, lo que en la teoría cognitiva es llamado corporeización. Según Johnson, el hombre aprehende el mundo a través de su cuerpo. Éste tiene seis posiciones en el espacio: arriba/abajo, delante/detrás, izquierda/derecha.

Ahora vamos a probar de nuevo que se cumple la tesis de la GC por la que una misma información mental puede ser expuesta de manera diferente, lo cual confirma que el lenguaje puede y, según la GC debe, ser entendido en su uso. Sin embargo, ahora lo haremos con atención a los conceptos de trayector y landmark. Volvamos la mirada de nuevo al ejemplo anterior y consideremos la interpretación dos, por la que la situación es la misma: el jardín está delante de la casa, pero la perspectiva del hablante es diferente: en (a) está delante de la casa y en (b) está detrás. En el ejemplo anterior, el jardín es en (a) y (b) el objeto localizado o trayector, mientras que la casa es el punto de referencia o landmark. Sin embargo, podemos expresar, al igual que ocurre en la interpretación dos, una situación idéntica, en este caso que el jardín está delante de la casa, pero no cambiando la perspectiva del hablante como antes, sino cambiando el landmark y el trayector:

 

a. El jardín (landmark) está delante de la casa (trayector).

b. La casa (landmark) está detrás del jardín (trayector).

 

Por todo esto, podemos afirmar que el significado de los conceptos varía según el uso del lenguaje, algo relacionado con el hablante y con su contexto, en este caso, con su perspectiva.

De hecho, la necesidad de que exista la pareja de adverbios locativos: delante y detrás tiene mucha relación con la perspectiva, pues son necesarios dos términos para expresar significados diferentes desde una misma perspectiva. Éste es el caso en el que estos adverbios tienen su significado primario o prototípico:

 

-Han visto pasar camiones con comida delante de ellos y se decidieron a asaltarlos para tener algo que llevarse a la boca. (CREA: El Diario Vasco, 31/01/2001).

 

- Según esta versión, se percató de que Moreno Bergaretxe viajaba en un Rénault 5 de color azul acompañado de Apala, que conducía, y Pakito, que iba en el asiento trasero. Sin embargo, Múgica Garmendia relató que él iba en el asiento delantero y Pertur detrás, porque este último les había pedido que le acercaran a Behobia en donde tenía una cita.  (CREA: El Diario Vasco, 23/07/1996).

 

Como podemos ver, la perspectiva resulta esencial desde el punto de vista de las descripciones espaciales. La característica cognitiva más próxima a la perspectiva, es la situación que cada uno de nosotros ocupamos en el mundo en una determinada localización (localización en sentido amplio: tanto espacial, como temporal, epistémica y cultural). Es lo que Heidegger llamó «ser-en-el-mundo»: nos encontramos siempre en una situación determinada y la conceptualizamos desde una perspectiva concreta. Las conceptualizaciones con respecto a la perspectiva son el resultado de nuestro «estar en el mundo»; desde el punto de vista físico nos ubicamos en una determinada localización espacial y con una orientación canónica vertical.

 

3. EL SIGNIFICADO METAFÓRICO DE LOS ADVERBIOS DELANTE Y DETRÁS

 

Como hemos apuntado en la Introducción, la GC se interesa por el fenómeno lingüístico de las metáforas en el sentido de que son una identificación mental de dos conceptos que pertenecen a dominios diferentes, es decir, a estructuras mentales de almacenamiento de información distintas. Por el método de la metáfora se crea un significado absolutamente particular, no obstante, la GC considera que todo significado es único, porque depende del conocimiento del hablante y del contexto en que éste se encuentre. Además, como indican Lakoff y Johnson (1986), la metáfora es un proceso cognitivo por el que se procesa información abstracta a partir de objetos concretos.

En este sentido, como también hemos señalado ya, son muy frecuentes las metáforas que vinculan espacio y tiempo, ya que avanzar en el espacio implica necesariamente transcurso de tiempo. Dicha vinculación da como resultado algunas inferencias. En la dimensión espacial, la meta se encuentra por delante, lo que influirá a la hora de concebir la noción temporal: el destino se alcanza en el futuro. Sin embargo, el destino no se asocia sólo con esa idea de futuro, sino también de finalidad. Lakoff (1987: 115) relaciona el destino con la finalidad, ya que en los desplazamientos la intención es estar en una ubicación determinada, intención que resulta satisfecha al mover nuestro cuerpo de un punto A a un punto B. Por tanto, parece evidente que llegar a un destino es cumplir una finalidad o intención, al menos en parte.

De esta forma, no podemos aislar el dominio del espacio del dominio tiempo. En el análisis de los adverbios locativos delante y detrás se comprueba frecuentemente la traslación de estos dominios por medio de la metáfora el tiempo es el espacio, fuertemente convencionalizada gracias a su frecuencia y relevancia cognitiva. En los siguientes ejemplos extraídos del CREA ha tenido lugar la metáfora conceptual tiempo es espacio y, según esto, el adverbio delante ha sufrido un cambio de dominio asociándose con el futuro y el adverbio detrás con el pasado:

 

- Slobodan Milosevic es, de largo, el más joven de los tres líderes que hoy inician negociaciones en Ohio: sólo tiene 54 años y mucha carrera por delante: […] (CREA: La Vanguardia, 02/11/1995).

- Nuestros recursos estaban consumidos en esa huida hacia delante. (CREA: La Vanguardia, 30/09/1995).

- El Papa invitó a obrar por la Iglesia del tiempo presente en el horizonte de su tercer milenio. Hay que descifrar nuestra vocación cristiana en función de nuestro tiempo a la luz de las enseñanzas del Concilio Vaticano II sobre la Iglesia plural de las naciones y sobre la Iglesia en el mundo de este tiempo, señaló. Precisamente porque tenéis detrás tantos siglos de cristianismo estáis llamados a actuar de manera digna de la vocación cristiana, agregó en otro momento. (CREA: El Diario Vasco, 23/09/1996).

 

No obstante, el adverbio locativo detrás también puede referirse, mezclando su dominio con el temporal, a un momento posterior:

 

- Quien no ha visto alguna vez al señor de las sartenes haciendo demostraciones una detrás de otra y probando, ante la expectante mirada del público, la antiadherencia de varias piezas de una completa batería de cocina. "Las sartén mediana y baja es la que más se vende con diferencia", asegura Elena González Melendi, empleada en el estand de Cocina sana y natural. (CREA: La Voz de Asturias, 21/08/2004).        

 

Existen aún varios ejemplos de usos semánticos metafóricos tanto para el adverbio delante, como para detrás, sin embargo, hemos seleccionado para terminar uno de cada uno de ellos y señalaremos para esos ejemplos cómo se mezclan el dominios del espacio con otro dominio:

Para el adverbio delante, hemos elegido un uso metafórico en el que se mezclan los dominios de espacio y de tiempo, que hemos señalado inseparables, pero en este caso lo hacen significando que el futuro es avance, progreso:

 

- Los futuros diputados y los que nunca lo serán se daban palmadas en la espalda con una alegría mesurada, como si el tren nacionalista, tras un tramo de subidas, bajadas y chirridos de ruedas, hubiera llegado a esa estación de enlace para hacer un pipí y luego continuar el viaje por supuesto siempre hacia delante. (CREA: La Vanguardia, 16/10/1995)

 

Para el adverbio detrás, hay un uso metafórico que se produce cuando el dominio espacial del adverbio detrás se mezcla con significados relativos a querer algo. Por ejemplo:

 

- Si mañana le peta así, nos pone de patitas en la calle, que una muy buena renta podría estar cobrando de este caserón. ¿Qué pasaría si un día se sintiera ofendido con tantos feos como le haces? ¡Cuidado lo que llevará aguantado y el tiempo que lleva detrás de ti! Mendigar, hija mía. Todos. (CREA: Chamorro, Víctor, El muerto resucitado, 1984, P.48)

 

Como podemos observar en todos los ejemplos metafóricos expuestos de delante y atrás, somos capaces de hacer uso de representaciones espaciales en contextos que no lo son y ello es debido a que el espacio es un dominio determinante de nuestra experiencia más básica. Lo que afirma la GC es que mediante la dimensión espacial producimos estructuras conceptuales, es decir: dominios, en relación con la propia experiencia espacial objetiva –esto ocurre cuando usamos el valor prototípico o primario de adverbios como delante y detrás, como hemos ejemplificado en el apartado anterior–; pero también mediante la dimensión espacial producimos significado mezclando el dominio espacial con otros dominios –que es en lo que consiste la metáfora: en combinar el significado de dos dominios– y damos lugar con ello a ámbitos de conceptualización abstractos.

 

4. LA INTERPRETACIÓN DEL ESPACIO Y SU INFLUENCIA EN LA CREACIÓN DEL LENGUAJE SEGÚN LA TEORÍA COGNITIVA

 

Llegados a este punto, queda claro que el espacio –concepto relativo a los adverbios locativos que estamos analizando– así como el tiempo –concepto que es inseparable del de espacio, porque, como hemos dicho, todo lo que es en el espacio es también en el tiempo– son cruciales a la hora de interpretar lo que percibimos y, por ello, merecen una especial estudio por parte de la teoría cognitiva del lenguaje. Respecto a la manera en que concebimos el espacio, el lingüista cognitivo Cifuentes Honrubia (1989: 44) expresa que mediante nuestros sentidos alcanzamos la percepción y gracias a ella aprehendemos el mundo que nos rodea, pero no lo hacemos de forma global, sino selectiva y parcial: no percibimos un objeto en su totalidad, sino que obtenemos datos sobre su intensidad, tamaño, contraste y movimiento. Este mismo autor (1989:44) expresa que la estructura de la representación espacial es una representación mental esquemática que codifica los atributos geométricos de los objetos que nos rodean. Esta representación espacial, además, vincula los objetos en contextos concretos de acuerdo con fundamentos de carácter psicológico y neurológico reconocidos.

Asimismo, Cifuentes Honrubia (1989: 47-48)  nos habla de la opinión de Dervillez-Bastuji sobre el espacio, quien explica que el espacio no es una noción empírica basada en experiencias externas, ya que el espacio no es algo que tenga existencia fuera de nosotros. Al contrario, el espacio, al igual que el tiempo, es una representación apriorística en la que se basan nuestras intuiciones externas. De esta forma, todo componente experiencial se encuentra determinado por el tiempo y por el espacio, lo que significa que todo la información que categorizamos mentalmente en dominios para conceptualizarla después está determinada por los factores tiempo y espacio. Así pues, dichas dimensiones dan forma a los objetos empíricos y son condiciones necesarias para nuestra aprehensión del mundo (Dervillez-Bastuji 1982: 197-199).

Por tanto, la conceptualización no se produce sobre el espacio en sí, el espacio es una invención humana que asignamos a los objetos que percibimos y cuando designamos en el espacio hacemos referencia de manera concreta a zonas espaciales puntuales, más que designar la globalidad, algo que se puede observar, por ejemplo, en este uso prototípico del adverbio delante:

 

- La movilización comenzó con una concentración ante la sede central de los bomberos de Barcelona, en la calle Provenza y prosiguió por las principales calles del centro de la ciudad hasta la concejalía de la Vía Pública, en la plaza de Pi Suñer, donde se hizo entrega de un escrito con las peticiones del colectivo de bomberos. Los manifestantes, que hicieron sonar sirenas, lanzaron petardos y un bote de humo rojo delante de la concejalía, entregaron un documento con sus reclamaciones al concejal del ámbito de la Vía Pública Carmen San Miguel. (CREA: La Vanguardia, 16/11/1995).

 

Como decimos, en este ejemplo, el espacio es algo propio a la concejalía, que es zona puntual que se conceptualiza.

En relación a la idea de la percepción selectiva del espacio, Cifuentes Honrubia (1989: 64) señala también que para determinar las relaciones espaciales hemos de tener en cuenta asimismo los vínculos que se crean entre los espacios de una región donde se encuentra ubicado el objeto: de este modo, para localizar un objeto en el espacio no utilizamos un sistema espacial métrico, sino un sistema espacial relacional, a través de cual recortamos el espacio (infinito) a partir de un objeto base que ocupa un lugar conocido y reconocible. Este objeto base o punto de referencia puede ser empleado, asimismo, para localizar otros objetos desconocidos, de forma que no operamos únicamente con el espacio que ocupa un determinado objeto sino con una región entera de interacción, es decir, con todo un ámbito (Cifuentes Honrubia, 1989: 64-65).

Por tanto, cuando conceptualizamos objetos, en muchas ocasiones los situamos espacialmente respecto a otros objetos que sirven de puntos de referencia, es decir, la localización de un objeto se determina en función de otro objeto que funciona como punto de referencia al gozar de una localización ya conocida o interpretada como conocida por parte de los interlocutores. Por ello, como dice Cifuentes Honrubia, no usamos sistemas de medida continuamente para situar los objetos que conceptualizamos, sino que los situamos gracias a otros objetos y, para ello, es frecuente usar adverbios locativos como delante o detrás:

 

- La segunda fase consiste, pues, en que los aspirantes al puesto se acomoden delante del ordenador y vayan respondiendo a las preguntas que éste les formula pulsando sólo dos teclas. (CREA: La Vanguardia, 30/09/1995).

 

En este ejemplo no se conceptualiza a los aspirantes situándolos por métodos de medición métrica, sino que se usa el ordenador como punto de referencia espacial y el adverbio delante como relacionante entre ambos.

 

 

5.  CONCLUSIONES

 

En este artículo nos hemos movido dentro de la teoría cognitiva del lenguaje, que entiende que el sujeto clasifica o categoriza una información proveniente del exterior y la transforma conceptualizándola y creando lenguaje con ella.

En este ámbito, hemos tratado de analizar y probar con ejemplos concretos a través de los adverbios delante y detrás cómo la GC entiende el lenguaje en su uso, lo cual quiere decir que el significado es algo propio del sujeto que está determinado con el conocimiento del mundo de éste y con su contexto. Debido a ello, hemos analizado cómo la perspectiva es un factor clave para la GC, ya que según la perspectiva podemos conceptualizar o expresar una misma situación de diferentes maneras

También hemos señalado que la perspectiva que estamos obligados a tener debido a nuestras características corporales influye en cómo percibimos y cómo interpretamos lo percibido. En relación a la perspectiva, también hemos analizado ejemplos en los que entraban en juego los conceptos de landmark o punto de referencia y trayector u objeto señalado, pues, como hemos visto, si varían o no los objetos que tienen estas funciones puede expresarse una misma situación de maneras distintas o puede variar el significado de lo que se expresa. Asimismo, indicamos que los patrones por los que percibimos la información que categorizamos o clasificamos mentalmente son denominados por la teoría cognitiva como esquemas de imagen. Entre ellos se encuentran varios adverbios de ubicación, como los que son objeto de análisis en este artículo: delante y detrás.

Hemos revisado cómo, según la teoría cognitiva, creamos en ocasiones lenguaje mezclando la información percibida y propia de dominios diferentes a través del fenómeno lingüístico que conocemos como metáfora. Entre las metáforas más habituales está la que identifica la información del espacio y del tiempo, algo que no es extraño, puesto que ambas dimensiones son inseparables entre sí en lo relativo a lo que percibimos. Así pues, cada hablante puede generar un significado único y metafórico a través de lo que percibe, puesto que todo lo percibido está determinado por ambos factores.

Como se puede concluir de esto, el espacio es un concepto importante para la GC, ya que ésta concibe la creación del lenguaje como conceptualización de información mental, la cual se alimenta de lo que percibimos del exterior y resulta que todo lo percibido está determinado por una dimensión espacial. Por este motivo, hemos revisado varias ideas clave en relación a cómo percibimos el espacio, por ejemplo: el hecho de que el concepto de espacio no es algo exterior, sino una invención propia del sujeto para interpretar los objetos externos; además, percibimos el espacio de manera selectiva y concreta; y para conceptualizar un objeto externo y localizarlo en el espacio no nos valemos del sistema métrico, sino que expresamos su referencia haciendo mención a su relación espacial con otros objetos, para lo cual se usa con mucha frecuencia adverbios locativos como delante y detrás.

Con todo esto, hemos pretendido explicar y probar el funcionamiento correcto de una gramática, la cognitiva, que no se basa en reglas, sino que trata de comprender y estudiar el lenguaje en su uso particular, para lo cual es muy importante conceptos como la perspectiva, la interpretación mental de la información que percibimos o la manera en la que influye el concepto de espacio al percibir. Consideramos que esta teoría da una visión lingüística más coherente con la realidad, ya que cada uno crea su propio significado, pues cada uno tiene sus propias circunstancias y es de una manera determinada.

 

BIBLIOGRAFÍA

 

CIFUENTES HONRUBIA, J. L. (1989). Lengua y espacio. Introducción al problema de la deixis en español. Alicante: Universidad de Alicante.

DERVILLEZ-BASTUJI, J. (1982). Structures des relations spatiales dans quelques langues naturelles. Genève: Droz.

IBARRETXE-ANTUÑANO, Iraide & VALENZUELA, Javier (2012). Lingüística Cognitiva. Barcelona: Anthropos.

JOHNSON, M. (1991). El cuerpo en la mente: fundamentos corporales del significado, la imaginación y la razón. Madrid: Debate.

LAKOFF, George (1987). Women, fire and dangerous things. What categories reveal about the mind. Chicago: University of Chicago Press.

LAKOFF, George & JOHNSON, M. (1986). Metáforas de la vida cotidiana, Madrid: Cátedra.

LANGACKER, R. W. (1987). Foundations of Cognitive Grammar, vol. I. Stanford: Stanford University Press.

REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Corpus de Referencia del Español Actual (CREA).



[i] Por economía, usaremos la abreviatura LC para referirnos a Lingüística Cognitiva.

[ii] Al igual que con LC, usaremos GC para denominar a Gramática Cognitiva.