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Revista de estudios filológicos
Nº27 Junio 2014 - ISSN 1577-6921
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reseñas

La transformación de la lírica francesa medieval. Poesía de inspiración urbana en su contexto románico (siglo XIII), de Antonia Martínez Pérez

Granada, Universidad de Granada, 2013

 

Paloma Gracia Alonso

(Universidad de Granada)

pgracia@ugr.es

 

 

La transformación de la lírica Francesa Medieval

 

 

 

Antonia Martínez Pérez, La transformación de la lírica francesa medieval. Poesía de inspiración urbana en su contexto románico (siglo XIII), Granada, Universidad de Granada, 2013, 246 págs., ISBN: 978-84-338-5572-5.

 

 

 

   Antonia Martínez Pérez define, en el capítulo “Preliminar” de este ensayo sobre el Registro Poético del Decir o de la Recitación, el objetivo del mismo: estructurar una producción importante de poesía narrativa francesa, vinculada genéricamente al dit. Dado el predominio de la poesía cortés, este registro poético, urbano y de carácter personal, ha sido desatendido por la crítica y ha quedado excluido de los estudios generales sobre la poesía lírica medieval: la ubicación apropiada de este registro poético, que pone el acento en su contextualización en el marco de la producción panrománica, constituye el objeto del volumen. La “Introducción” informa de que la decadencia de la poesía trovadoresca y el abandono de la ligazón entre lírica y canto propició, a lo largo del siglo XIII, el desarrollo de nuevos grupos textuales. Estos grupos abordan temáticas propias de la poesía goliárdica y satírico-burlesca. Concretamente, sus contenidos suponen el abandono del amor cortés en los temas y de la corte como espacio, que se traslada a la urbe: la problemática de la vida urbana centra la atención de una poesía, que pone acento en lo personal y que se expresa solamente a través de la palabra, lo que supone el triunfo definitivo de esta sobre el canto, además de una ampliación en temas y formas de la producción. El trabajo, en palabras de su autora, se propone sistematizar esta producción poética, cuyo alejamiento de lo bello e idealizante abrió paso a lo espontáneo y lo transgresor, al tiempo que su abandono de los formalismos supuso una renovación profunda de la poesía que la acercó a nuestro actual concepto de la misma.   

   Tras los breves capítulos preliminar e introductorio, el volumen se articula en torno a tres grandes bloques temáticos, dedicados a enmarcar este corpus poético en su contexto románico, a determina su configuración estructural, y a analizar su discurso.

   El apartado I Lirismo de inspiración ‘urbana’ en el marco de las literatura románicas se abre con un capítulo sobre “El alejamiento del código cortés: la confrontación de dos estéticas”, que muestra cómo fue la crisis trovadoresca la que impulsó el cambio. La rigidez de las estructuras sociales del feudalismo cristalizó en una ortodoxia cortés, también extremadamente unitaria, que se expandió geográficamente acallando otras formas poéticas. Fue en el ámbito de los trouvères, conectados en su primera etapa con el círculo trovadoresco, los que ponen en evidencia el declive y plasman los cambios. Primero, Colin Muset, cuyos versos parodian los ideales exaltados por la poesía corté, que ﷽﷽﷽﷽set, cuyos versos parolin Muset, cuyos versos paradian los ideales exaltados por la poess, donde el invierno con sus placeres hogareños y comida abundante sustituye el característico marco primaveral de los trovadores; el Yo autobiográfico se abre paso cuando el poeta lamenta sus penurias económicas. Esta fisura abierta, en principio en un poeta que está dentro y fuera a la vez del registro cortés, se verá continuada por Adam de la Halle, que avanzará en la separación de ambas estéticas. El Jeu de la Feuillée abarca los dos registros: el amor cortés de los primeros versos se transforma en degradación y opresión; al final, el retrato de un universo lleno de vicios señala con su decacencia el fin del idealismo cortés. Le sigue un capítulo sobre La transformación del lirismo en el ámbito urbano, que pone en relación el fin del lirismo cortés, ligado a la sociedad y a la cultura monolítica de las cortes y de los castillos, con el desarrollo de las ciudades, que habría impulsado el cultivo de formas poéticas múltiples y, por tanto, individualizadas. Nace una poesía de la comunidad en las ciudades del Norte de Francia, particularmente en Arras, donde los poetas se agrupan en torno a cofradías y la ciudad y las tensiones entre conciudadanos constituye un tema principal. En París, la lucha que se desata entre los poderes laicos y religiosos por el control de la universidad deviene material poético, así la actividad poética se “munipaliza” y, aunque aborda temas locales, en el fondo subyace una tendencia general, incluso panrománica. El apartado concluye con un capítulo sobre Los modelos preexistentes en el contexto románico, que ahonda en las raíces de esa nueva poética. Identifica en la literatura goliardesca, en la que temas como el juego, la taberna o la mujer como desgracia eran recurrentes, su modelo principal. También identifica en los Vers de la Mort de Hélinand de Froidmont y de Robert le Clerc rasgos de apertura a un nuevo lirismo de acento personal y de conexión urbana, y en la poesía satírica cultivada profusamente en las regiones del norte de Francia, particularmente en las de ambiente urbano. 

   El apartado II, La poética del ‘decir’ o de la ‘recitación’ en su configuración estructural, se abre con un capítulo sobre La problemática y ausencia de una configuración poética estructurada. Antonia Martínez Pérez aborda el problema que suponen los términos decir o recitación para designar esta nueva poética, que subraya la ausencia de música como característica principal y la vinculación del dit con el género narrativo. Discurre sobre la dificultad de enmarcar una producción de formas interconectadas y límites difusos en una categoría clara, de modo que las tipologías establecidas hasta el momento por la crítica no son plenamente satisfactorias. El capítulo sobre El registro poético del decir o de la recitación persigue la caracterización de este conjunto textual a partir de los rasgos que lo oponen a las canciones trovadorescas, a saber: recitación (en oposición a canto), apertura formal y temática (en oposición a la cerrazón de formas y de contenidos) e implicación en la concreción circunstancial (en oposición a la abstracción de la realidad circunstante).

   El apartado III, La poética de inspiración urbana en su configuración ‘interdiscursiva’, constituye la sección más extensa e innovadora del volumen. El capítulo La creación de un discurso polémico y personalizado señala la transgresión de los cánones de la poesía cortés como denominador común de la lírica urbana y “la exposición del autor y su realidad circundante” como el primer gran bloque temático atico que rimer gran bloque temndante"e sus principales rasgoscial que se vincula el tono de lamentación que preside gran parte de las composiciones. Los ‘congés’: la lamentación del ‘adiós’ y la ‘municipalidad’ analiza el conjunto de poemas de Jean Bodel, Baude Fastoul y Adam de la Halle conocido como los Congés. El dolor físico y la enfermedad de la lepra, en el caso de los dos primeros autores, tiene como consecuencia la forzosa exclusión social así que el poeta se despide dirigiendo su adiós a toda la comunidad. Estas despedidas constituyen un género en sí mismo, tipológicamente estructurado, cuyos rasgos perfectamente definidos se oponen nítidamente a los de la canción cortés, y en las que la ciudad se materializa incluso en el detalle de sus calles. El capítulo dedicado a La individualidad poética: los ‘Dits’ personales de Rutebeuf examina las llamadas Poesías Personales o Poemas del infortunio como muestras de los mayores avances en la individualización poética, pues, aunque en parte continúan temáticas presentes en los trovadores o en los goliardos, se expresan con particular intimismo. El discurso de la ‘seudo-autobiografía aflictiva’ aborda el autobiografismo como núcleo del poema, que se construye a partir de la confesión de un conflicto personal, que también se opone a la tradición cortés, puesto que se caracteriza por un sentimiento amoroso negativo, hacia una mujer vulgar que supone una denigración del poeta y de la que se burla. El poeta se muestra derrotado por la vida y víctima de su naturaleza y de la humanidad y crea un discurso intimista e innovador para su expresión. El capítulo sobre La configuración del la ‘sátira’ en la estructuración del ‘dit’  discurre sobre la dimensión social del yo, que se manifiesta en la voluntad del poeta de transformar la sociedad mediante la denuncia. La tradición satírica cortés no suponía un género distinto, puesto que las composiciones se ajustaban a los moldes de la canción; respecto al encorsetamiento de la poesía cortés, el dit ofrece una apertura tipológica apta para expresar los aspectos más prosaicos de las ciudades. Los Dits satíricos de Rutebeuf muestran bien cómo la mayor intensidad y repercusión social de sus sátiras sobrepasan el modelo previo. En sus diatribas contra las órdenes mendicantes, la universidad o las jerarquía eclesiástica se involucra a sí mismo a la vez que a toda la ciudadanía en un discurso tipológicamente tan estructurado que alcanza la categoría de género. El último capítulo, titulado ‘El dit y el discurso de lo irracional', se dedica a los discursos absurdos; se señala cómo los sistemas formales previos se desestabilizan, se degradan o se destruyen, hasta el punto de que la fatrasie, el fatras y la resverie, relacionados tipológicamente con el dit en mayor o en menor medida,  constituyen un registro propio.

   Unas páginas conclusivas cierran el volumen señalando los aspectos fundamentales que han sido abordados. Al final se recuerda la hipótesis mantenida a los largo del mismo, que es, en palabras de Antonia Martínez Pérez: “en un intento de distanciamiento de un discurso “impersonal”, un corpus importante de especímenes “poéticos” emprenden una renovación centrándose en la puesta en escena de un yo poético, con unos postulados constitutivos que absorben del dit, beneficiándose de la amplitud e intimismo que en ese momento les proporcionaba” (p. 233). Dicha hipótesis queda fehacientemente probada por varias razones: una es la solidez de la argumentación. Los capítulos se suceden a partir de una premisa común, que es el de que la crítica tradicional no ha sido capaz de establecer unos rasgos definitorios del registro poético estudiado, dada la limitación conceptual de sus propias premisas; por ello, en aras de identificar aquellos conceptos que permitan establecer una tipología satisfactoria, la autora ahonda en los principios teóricos que han renovado los estudios literarios modernos: alusiones a la recepción de Jauss, la poética de Zumthor, la interdiscursividad de Segre salpican las páginas en búsqueda de soluciones novedosas. Y esta, la novedad, es la segunda razón por la cual el volumen satisface el objetivo propuesto, pues aunque sistemáticamente parte y revisa los postulados de la crítica previa, siempre es para proponer un planteamiento novedoso. La tercera razón es la de la claridad expositiva, que resulta muy favorecida por la división en apartados y capítulos: los epígrafes ofrecen una idea clara de cuál es la estructura del libro a la vez que sintetizan su contenido, facilitan la comprensión de los planteamientos y objetivos últimos del volumen. Es por ello por lo que el investigador de la poesía medieval debe leer con atención este libro, innovador y de gran calidad. El volumen es de interés para el especialista en literatura francesa, pues es la poesía en lengua de oïl la que es objeto principal del mismo; pero también para el estudioso de la poesía románica en general, puesto que su discurso arranca sistemáticamente de los epígonos de la literatura cortés también en lengua provenzal, y para el investigador de la literatura española medieval, que encontrará muy reveladores los paralelismos que en ocasiones se trazan entre los rasgos del registro poético estudiado y el Libro de buen amor.