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Revista de estudios filológicos
Nº29 Julio 2015 - ISSN 1577-6921
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reseñas

NARRATIVAS DEL SIMULACRO: VIDEOCULTURA, TECNOLOGÍA Y LITERATURA EN ARGENTINA Y URUGUAY, DE JESÚS MONTOYA JUÁREZ

 

Jonatán Martín Gómez

(Universidad de Granada)

 

 Jesús Montoya Juárez, Narrativas del simulacro: videocultura, tecnología y literatura en Argentina y Uruguay. Editum – Universidad de Murcia. 374 pp.

 

 

 

El título que reseñamos, Narrativas del simulacro: videocultura, tecnología y literatura en Argentina y Uruguay (2013), de Jesús Montoya, atiende un fenómeno de relevancia fundamental en los estudios contemporáneos de literatura: la influencia de la tecnología y la imagen en la literatura reciente. Sin duda alguna, la literatura de finales del siglo pasado y la de este están experimentando un proceso de mutación condicionado por cómo el arte contemporáneo en todas sus expresiones se está enfrentando al reto de representar la pantalla, y en el caso de la narrativa, el intento de traducir la pantalla a palabras.

Uno de los puntos fuertes del trabajo de Jesús Montoya comienza justamente al principio, donde nos encontramos con una más que completa arqueología de toda la teoría crítica generada alrededor del estudio del impacto que ha tenido la imagen y la tecnología en la literatura y el arte que puede servir de gran ayuda para todos los que intentamos mantenernos al día con la numerosa bibliografía sobre este tema. Librándose de corsés teóricos y de posicionamientos esencialistas, nuestro autor repasa abierta y transdisciplinarmente desde «la estética, los estudios culturales, la retórica y la literatura» (Montoya, 2013: 183) toda la tradición crítica inaugurada por Walter Benjamin y que ha sido continuada por nombres tan ilustres como Jameson, Deleuze, Virilio o Heidegger entre otros muchos.

El objetivo de Jesús Montoya se centra en el análisis del «sensorium que se ha desarrollado en los últimos años con la penetración global de los medios de comunicación de masas» (Montoya, 2013: 9) y que él describe con el término de «simulacro», siguiendo en este caso a la teoría cultural francesa y norteamericana de los 80 y que ya Baudrillard definió como «la contaminación viral de las cosas por las imágenes» (Baudrillard, 1994: 31). Montoya acota su campo de estudio a las narrativas rioplatenses para intentar descifrar cómo la narrativa hispánica actual transcribe el simulacro a través de la incorporación de la tecnología de reproducción y producción masiva de las imágenes y la emulación de las poéticas propias de estos medios audiovisuales masivos que ha ido creando este sensorium perceptivo consolidándose en una nueva ecología de massmediática desde los años noventa. Sin embargo, en la propia introducción del libro, Montoya nos aclara que no se va a limitar a una mera descripción «de los diferentes procesos a través de los cuales los textos incorporan las imágenes y formas massmediáticas y su tecnología», sino que irá más allá e intentará desentrañar «cuál es el sentido político» (Montoya, 2013: 10) o ideológico que hay debajo de estas prácticas.

¿Por qué el Río de la Plata? Según nuestro autor, la literatura producida en esta zona entre fines de los ochenta y el presente resulta paradigmática a la hora de mostrar esa ruptura en el tratamiento de la hibridación entre la literatura e imagen dentro del canon latinoamericano. Aunque, como ya hemos dicho, el interés del estudio recaerá en textos producidos a partir de finales de los ochenta, Montoya decide no pasar por alto la rica tradición de autores y textos emblemáticos situados geoculturalmente en esta misma área y que durante el siglo XX han tratado el tema de los medios y la tecnología en la literatura, y dedicar los primeros capítulos de su libro a autores como Manuel Puig, Mario Levrero, Piglia o Bioy Casares.

En el capítulo en el que Montoya analiza la obra del autor uruguayo Mario Levrero, profundiza en un concepto teórico tenido en cuenta demasiado poco a la hora de aproximarse teóricamente a las prácticas híbridas textovisuales: la écfrasis. Mientras que en un principio la écfrasis era considerada una simple inclusión verbal o descripción de un elemento visual, el concepto ha ido evolucionando hasta llegar a formas de complejidad representacional, en las que el elemento ya no es meramente descrito, sino que se incorpora al texto y se produce un diálogo en el que los dos medios interactúan y se retroalimentan. Además, «la representación de una imagen en un texto pone en cuestión el carácter mediador del propio texto, subraya precisamente la artificiosidad de la propia representación verbal» (Montoya, 2013: 114). Como bien destaca Vicente Luis Mora en su ensayo El lectoespectador (2013), lo remarcable en el acercamiento teórico de Montoya frente al de otros críticos, radica en considerar obvio que las experiencias artísticas contemporáneas son cada vez más «multidisciplinares y tienden a aglutinar en sí la poderosa iconicidad de los medios de comunicación de masas» (Mora, 2013: 61).

Montoya reserva un bloque aparte para el análisis de la extensísima obra del argentino César Aira. La producción del argentino en este sentido es crucial, ya que se sitúa entre dos generaciones y se convierte en una especie de escritor bisagra dentro del canon rioplatense. Aunque su producción arranca en los setenta y en los ochenta comienza a cobrar notoriedad y a posicionarse dentro del canon al mismo tiempo que otros autores-eje un poco mayores que él como Saer o Piglia, no será hasta los 90 cuando Aira revolucione “mediáticamente” su narrativa al incorporar temática y formalmente el concepto de “televisualización”, intentando hacer más real la realidad a través del simulacro en un proceso de lectura que obliga a replantearse el pacto realista, como podemos comprobar a través del análisis de La prueba (1992) y otros textos.

Posteriormente, Montoya extiende su estudio a obras de autores más jóvenes, como los argentinos Washington Cucurto (1973), Dalia Rosetti (1972) y Sergio Bizzio, y los uruguayos Rafael Courtoisie (1958) y Gabriel Paveroni (1969), y otros dos autores más difíciles de etiquetar bajo una identidad nacional, el hispano-argentino Andrés Neuman (1977) y el estadounidense de ascendencia chilena y argentina Mike Wilson (1975). Este capítulo analiza una buena muestra de algunas de las propuestas narrativas del simulacro más interesantes actualmente en las narrativas hispánicas que, sin duda, están poniendo al canon y a la crítica en serios apuros por su ritmo vertiginoso. Según Montoya, estos autores más recientes comparten con los autores precedentes analizados en el ensayo «un posicionamiento próximo a la esperanza ecfrástica» (2013: 329), sin embargo, los escritores más jóvenes se diferencia de la generación precedente en que al escribir en el «horizonte del final de la literatura» (2013: 12) han asimilado como algo habitual el cruce transmedial de las gramáticas tecnológicas más recientes, como los videojuegos, el videoclip o el ciberespacio, y han entendido el espacio de reproducción massmediática como el único espacio posible para acceder a la palabra, rearticularla y resignificarla. Estos autores escriben en el siglo XXI y para el siglo XXI, pensando en un lectoespectador (Mora, 2013) que ha sido educado cultural y sentimentalmente en la imagen, dialogando con él sobre cómo la radical transformación del simulacro contemporáneo está cambiando las categorías con las que interpretamos la realidad y, sobre todo, qué papel puede jugar la literatura en papel en la era de la pantalla.

   Y con esas preguntas sobre la mesa es cómo llegamos a una de las partes más interesantes del libro, «To be continued. Conclusiones para reiniciar en modo utopía 2.0», en la que nuestro autor hace repaso de las respuestas a estas cuestiones y las pistas que ha ido dando a través de los capítulos del libro y también lanza algunas preguntas reflexivas muy atinadas  sobre las posibles líneas futuras creativas y cómo la crítica podrá abordarlas. A la hora de analizar las líneas de investigación narrativa de este corpus (y por ende, el de otros muchos escritores que comparten una serie de inquietudes y características estéticas) Montoya nos anima a estar a atentos a cómo se posicionan dentro de los dos ejes que ya plantearon Eco y Mitchell respectivamente: 1) el de apocalíptico/integrados (1995) frente a la cultura de masas y 2) el esperanza/miedo ecfrásticos frente a la imagen. Aunque Montoya concluye que los escritores argentinos y uruguayos analizados evitan la polarización extrema dentro de los dos ejes citados, sí detecta como síntoma que las líneas de investigación narrativas de estos escritores se apartan de la denuncia y el terror por la desrealización causada por el simulacro y lo aceptan con naturalidad «como condición del desarrollo de la vida, la constitución de la identidad o la posibilidad de la escritura» (Montoya 2013: 325), tendiendo todos, como decíamos antes, a la esperanza ecfrástica. Y ahí es donde pone la interrogación y nos va dando de pistas sobre dónde leer y mirar hacia el futuro con una pregunta obligada: «qué clase de utopía esperan los textos en su deseo de devenir en imágenes. ¿Utopía post en un periodo en que se certifica el fin de toda utopía?» (Montoya 2013: 329). Como él mismo nos recomiendo, tendremos que estar atentos a cómo se articulan las respuestas a estos interrogantes y desentrañar así cuál es el papel del escritor en un siglo sin papel.

Siempre se ha dicho que la crítica está un paso por detrás del arte. Si a eso agregamos que nos encontramos en una coyuntura de cambio y obsolescencia en la que en pocos meses lo dicho ha sido superado por algo nuevo, el sentido de vértigo y la ansiedad pueden hacerse demasiado intensos. Jesús Montoya y su Narrativas del simulacro nos da un respiro crítico en este sentido, aporta seguridad en el análisis del estado de la cuestión y nos anima a los que nos dedicamos a la investigación a seguir haciendo preguntas y aportando respuestas. Además, sabe transmitir lo excitante de estar viviendo en directo cómo los procesos artísticos y literarios más recientes están consolidando un nuevo lenguaje para comprender el presente desde el presente.

 

Bibliografía

Baudrillard, Jean (1994): El otro por sí mismo. Barcelona, Anagrama.

Eco, Umberto (1995): Apocalípticos e integrados. Barcelona, Fábula Tusquets Editores.

Mitchell, W.J. Thomas (1994): Picture Theory: Essays on Verbal and Visual Representation. Chicago and London, University of Chicago Press.

Montoya Juárez, Jesús (2013): Narrativas del simulacro: videocultura, tecnología y literatura en Argentina y Uruguay. Murcia, Editum.

Mora, Vicente Luis (2013): El lectoespectador. Barcelona, Seix Barral.