Punto 2. El origen del Mar Menor

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Islas del Mar Menor

 

Desde la playa de Los Arcos podemos observar una excelente panorámica de la rica variedad geográfica que el municipio de San Javier nos ofrece, y es que más allá de la costa noroeste del Mar Menor, San Javier se extiende por la franja litoral de La Manga, desde Punta de Algas hasta Playa de la Isla, y tres de las principales islas marmeronenses: Isla Mayor o del Barón, Isla Grosa, ésta situada en el exterior de la laguna, e Isla Perdiguera, la única no visible desde este punto.

Pocos imaginan al contemplar este idílico paisaje de aguas plácidas y cálidas su turbulento pasado de erupciones volcánicas, movimientos sísmicos, cocodrilos y tiburones gigantes.

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¿Sabías que...?

Hace ocho millones de años, el Carcharodón Megalodón o “Diente Grande”, el tiburón más grande que haya existido jamás, nadaba en el mar tropical que rodeaba las islas marmenorenses.

El origen del Mar Menor está íntimamente relacionado con la formación de La Manga, aunque no fue éste el único factor asociado a la formación de esta laguna. Se pueden considerar tres precursores: el primero fue la formación de la cuenca de la Comarca del Mar Menor, entre 12 y 2 millones de años, acompañado de una etapa de vulcanismo hace unos 10-7 millones de años, y por último la formación de la Manga hace unos 2000 años.

Erupción volcán Stromboli

Nadando entre volcanes

Los procesos volcánicos se produjeron por subducción de la placa africana bajo la placa euroasiática. El magma, formado a unos 30 km de profundidad y a más de 900ºC de temperatura, fue ascendiendo hacia la superficie por un sistema de fracturas de la litosfera terrestre culminando en la erupción de la lava en un ambiente esencialmente submarino.

De esta manera, las islas Grosa, Mayor y Perdiguera, al igual que el resto de las islas del Mar Menor, no son sino edificios volcánicos de antiguos volcanes, afortunadamente para nosotros ya extintos.

Las erupciones fueron de tipo estromboliano, esto es, erupciones explosivas correspondientes a la evolución de una burbuja de gases liberados por el propio magma, separadas por periodos de calma, dando lugar a la formación de pequeños estratovolcanes que, en la actualidad, se encuentran muy erosionados.

En cada explosión, la propia lava, así como los fragmentos sólidos de material volcánico arrojados al aire durante la erupción, los llamados “piroclastos” dieron origen a los diferentes conos que aún hoy día podemos apreciar y que caracterizan el relieve de estas islas. Aún a simple vista es fácil apreciar el perfecto cono volcánico de la Isla Grosa, con sus 90 m de altura, situado tras la barrera de La Manga, apenas inferior al cono principal de la Isla Mayor, de 104 m, ubicada más al sur, en el interior de la laguna. Otros dos conos de menor tamaño le acompañan, conformando la mayor isla de toda la región murciana (93,8 hectáreas)

Tan abrupto inicio dio como consecuencia la accidentada orografía de estas islas, cuyas numerosas cuevas y grutas eran bien aprovechadas por contrabandistas como Juan el “Luiso” quien a principios del siglo XX las utilizaba para ocultar principalmente sedas y tabaco procedentes del Norte de África. El mote le venía por una tatarabuela, Luisa, que quedó viuda con demasiados hijos y suficiente coraje como para dar nombre a todos sus descendientes hasta hoy. «Eran épocas de penalidades, con poca pesca. Tiempos de remo y sudor, de arroz 'pelao', luz de queroseno, e insomnios por las tripas vacías».

También la Perdiguera posee tres edificios volcánicos distinguibles, aunque mucho menores, ya que el más alto apenas supera los 24 m. En realidad esta isla resultaban ser dos. Los dos conos más altos conformaban la Isla Perdiguera original, el tercer cono constituía una segunda isla llamada Esparteña, por la gran cantidad de esparto que en ella se encontraba. Las dos islas quedaron unidas por una barrera arenosa, o istmo, formada durante años por un proceso de dinámica litoral en el que una corriente de agua que transportaba sedimentos en suspensión los fue depositando al contactar con las islas y perder energía. Curiosamente, éste es el mismo proceso natural, pero a menor escala, que formó la Manga del Mar Menor y dio origen al mar interior.

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¿Sabías que...?

La Perdiguera alberga los restos de una factoría romana en la que se explotaba la “cañadilla”, una glándula de molusco, de la cual se sacaba la púrpura con la que se tintaban las capas de los notables romanos.

Las rocas volcánicas que afloran en las Islas Mayor, Perdiguera, y la Isla Grosa presentan una extraña composición de gran interés internacional, resultando un caso único en el mundo y un laboratorio experimental natural para el estudio de los procesos de fusión de la corteza terrestre y de generación de granitos.

La manga del Mar Menor

Formación de La Manga

Hace cuarenta millones de años los primeros relieves del territorio regional surgen tímidamente del fondo marino. Veinte millones de años después, en el Mioceno, las enormes presiones del choque entre los continentes africano y europeo provocan un plegamiento de la corteza terrestre que dará origen a los primeros relieves de la Región de Murcia. Una placa atrapada entre África y Europa se funde durante la subducción y surgen las primeras manifestaciones volcánicas.

Hacia el final del Mioceno un movimiento de la placa provoca el hundimiento de la cuenca marina y la elevación del noroeste. La progresiva erosión y sedimentación de este relieve durante millones de años colmata las zonas costeras poco profundas hasta definir una bahía en el extremo sureste de la región, testimonio de un mar en retirada.

Durante los últimos 3 millones de años el clima húmedo y frío del Cuaternario acelera dicha erosión formando depósitos que progresivamente van ganando terreno frente a un mar en el que apenas emergen pequeños relieves de origen volcánico, pero que resultarán ser fundamentales en el proceso de formación de la Manga.

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¿Sabías que...?

En este periodo habitan en la zona tortugas gigantes, jirafas, cocodrilos y palmeras cuyos restos fósiles aparecen hoy en los yacimientos del Puerto de la Cadena.

Imagen satélite Mar Menor.

Hace unos 10.000 años, los sedimentos procedentes de la desembocadura del río Segura se ven desplazados hacia el sur, transportados por la corriente marina dominante. Al instante, una flecha de arena comienza el cierre de la bahía por ambos extremos. Por el norte, crece sustentada en escollos naturales como los promontorios del Pedrucho, Estacio y Punta de Algas, protegida al abrigo de la isla Grosa, que guarda los depósitos arenosos de los fuertes temporales. Por el sur, se apoya sobre la plataforma de Cabo de Palos y las rocas volcánicas de Calnegre. Estos resaltes topográficos favorecieron la acumulación progresiva del material sedimentario en sus alrededores hasta su eventual interconexión, 2000 años atrás, interrumpida tan solo someramente por unos pocos canales o “golas” naturales que permitían la comunicación entre las aguas del mar interior y el mar Mediterráneo o “Mar Mayor”.

Diversas elevaciones y descensos del nivel del mar consolidaron la barra, completando el cordón de 20 Km. de longitud que conforma actualmente La Manga y que dio origen definitivamente al Mar Menor.

¿Sabías que...?

El Mar Menor es la albufera más grande de Europa y ha sido considerado de alto valor medioambiental, declarado como Humedal de Importancia Internacional dentro del convenio RAMSAR de Naciones Unidas, en el año 1994.

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