Punto 6. Los molinos salineros

Cabercera Ruta San Javier

 

 

Molino salinero de Pudrimel

Recorriendo el brazo de La Manga en dirección norte llegamos a lo que se puede considerar como la “Manga virgen”, la zona del Pudrimel, y aquí, frente al mar y el viento que un día los impulsó, permanecen aún en pie los restos de los antiguos molinos salineros de San Javier.

Estos molinos se construían cerca de las salinas y eran utilizados bien para moler sal o para elevar el agua a las piscinas salineras.

A diferencia de otros molinos existentes en el campo de Cartagena, más abundantes, destinados a la molienda del grano de cereal, o a la extracción de agua de pozo, estos molinos salineros se distinguían en su particular maquinaria y su tamaño, si bien sigue el mismo esquema general de estas construcciones.

Dentro de las distintas formas de los molinos, el que se desarrolla en los molinos salineros de La Manga es de aquellos que al igual que en los de Castilla la Mancha, la maquinaria se coloca sobre una torre circular de tejado cónico que puede ser orientada al viento.

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En cuanto al tamaño, el molino salinero solía tener una altura de entre 8 y 12 metros, con un diámetro de su planta circular de entre 6 y 10 metros. De su parte superior, llamada chapitel, nacían las “aspas”, las cuales podían medir de 10 a 14 metros y sobre ellas se ataban las velas que, como en los laudes de los pescadores de la zona, tenían forma latina, dotándolos así de una de sus características más llamativas.

Uno de los usos a los que estaban destinados los molinos del Mar Menor era el triturado de los terrones de sal extraídos de las salinas.

 

¿Sabías que...?

A diferencia de la pimienta, la sal no contiene aceites aromáticos y volátiles que se liberen al molerla. La sal, toda ella, es cloruro sódico sólido, por lo que un trozo pequeño será idéntico a uno grande. La gracia del molinillo puede estar en que libera trocitos más irregulares y esto se traduce en una explosión de sabor salado en tu boca. Pero eso no guarda relación con la “frescura” del producto.

Molino Veneziola.

Además de los dos molinos situados en la costa del Pudrimel, de los que sólo se conserva la torre, existe un segundo tipo de molino salinero perteneciente a las explotaciones salineras del mar Menor, el de Veneziola. Fue construido muy cerca del mar, aunque en una zona más interior, para facilitar el trasvase de agua extraída del mar e impulsarla hasta las balsas de decantación, donde se dejaba evaporar para así obtener la sal. Todavía hoy se conserva su chapitel y parte de su maquinaria. De cuerpo tronco-cónico, revestido con mortero de cal y arena, aunque ha perdido algo de revestimiento todavía conserva una parte importante del chapitel que lo cubría prácticamente intacto, mientras que de la estructura de madera de las velas tan sólo queda el arranque.

La guía también permanece entera y en muy buen estado. No presenta a lo largo del cuerpo las típicas ventanas, apareciendo en cambio una única abertura en la cara frontal que constituía la puerta de ingreso a la maquinaria que originariamente debió ser de madera y de la que tan sólo ha quedado el marco.

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Recogiendo el viento

A diferencia de sus quijotescos hermanos manchegos, estos molinos no poseen aspas como tales para la recogida del viento, sino que poseen velas triangulares sujetadas con ocho o diez palos. Esta forma de recoger los vientos los hace especiales dentro de la zona Mediterránea, ya que el tipo de vela empleado en estos molinos es herencia de la vela latina triangular de los navíos mediterráneos tan propios del Mar Menor.

Las velas se encuentran fijadas al aparejo del molino, compuesto por: a) Los palos. b) El botalón, un madero cilíndrico de menor diámetro que el eje, insertado en él y fijado mediante pletinas metálicas. El extremo libre queda unido mediante los vientos a cada uno de los extremos de los palos. c) los roldes, cuerdas de cáñamo o varillas de hierro que unen los extremos de los palos de las velas formando un polígono de ocho o diez lados, según el número de palos del molino. d) Los vientos, varillas de hierro que unen el botalón con el extremo de los palos. Estos elementos que se han nombrado son visibles en el exterior del molino, el resto de la maquinaria se encuentra bajo el chapitel.

Ingeniería de un molino

Los molinos, en general, constan de una serie de engranajes de madera y hierro que transmiten la energía que generan las velas, movidas por el viento. Así, la energía eólica es trasformada en energía mecánica cuyo potencial cinético es conducido a través de ejes y ruedas dentadas para su aprovechamiento en la realización de un trabajo, ya sea el triturado de la sal o el bombeo de agua salada.

 

¿Sabías que...?

El cloruro de sodio se ha utilizado para saborizar y conservar los alimentos durante miles de años. La clave de la conservación es su acción deshidratante, absorbiendo la humedad del alimento impidiendo así el natural desarrollo de las bacterias.

 

Este de la Veneciola conserva todo ese engranaje y, aunque no en muy buen estado, sigue llamando la atención de los numerosos paseantes.

esquema de partes molino salinero

El giro de los palos y del botalón provoca el giro del eje principal del molino, ya que el botalón no deja de ser una prolongación del mismo y los palos nacen en el eje principal. A un tercio del eje principal se encuentra la rueda del aire, llamada así por ser la encargada de transmitir la fuerza del viento y el movimiento horizontal que este provoca en el eje, al arbolete, eje vertical del molino al que se acoplan la rueda de moler o los elementos de extracción de agua.

La transmisión del movimiento horizontal al giro vertical se produce mediante la unión de la rueda del aire y la linterna, pieza colocada en el eje vertical y que engrana con los dientes de la rueda del aire.

El freno y el palo guía, son otros de los elementos comunes de los molinos, éste último, una larga viga que apoyada en la estructura llega en diagonal hasta el suelo, y que manejada por hombres rudos y de piel morena, o apoyada en el lomo de un asno (que era la caballería cotidiana de los molineros), lograba girar el tejado y, de este modo, situar las aspas del modo más idóneo para que el viento pudiese moverlas con la mayor fuerza y velocidad posible.

Toda la estructura móvil del molino queda sustentada en el telar, el cual se apoya en la torre del molino a través de la rueda terrera, elemento de madera encastrado en la parte superior del molino para que apoye el telar y, a modo de raíl le permita el giro.

La introducción de sistemas modernos, en el trabajo del tratamiento de la sal, hizo que se abandonaran estos antiguos sistemas, quedando hoy exclusivamente como reclamo turístico.

Ambos tipos de molino salinero son ahora testigos de la importancia económica que tuvo la industria y el comercio de la sal en la comarca.