Punto 2. El misterio de los cañones del museo naval

Cabecera Ruta MurCiencia Cartagena

 

EL MISTERIO DE LOS CAÑONES DEL MUSEO NAVAL

En un entorno privilegiado, en plena fachada marítima de la ciudad portuaria, se yergue orgulloso y desafiante, parapetado tras una batería de 12 cañones compuesta por piezas de diversos calibres que se extiende en todo su frente, el edificio principal sede del Museo Naval de Cartagena, antiguo Cuartel de Presidiarios y Esclavos, obra del ingeniero militar Mateo Vodopich en 1786. Edificio que fuera también Presidio allá por 1910 y Cuartel de Instrucción de Marinería tras la Guerra Civil, actualmente comparte su espacio entre la Universidad y el destinado al Museo.

El visitante puede estudiar aquí varios ejemplos de artillería naval que representan una muestra histórica del armamento utilizado en los antiguos navíos y buques de guerra, recreando la configuración de una antigua batería de costa del siglo XVIII.

cañón de costa

Quizás, eso sí, le llame la atención los diferentes grados de conservación de las distintas piezas en cuanto a su grado de corrosión y desgaste, cabría esperar, llevándose por la lógica, que aquellas piezas identificadas como cañones de costa pudieran presentar un mejor aspecto respecto a sus equivalentes navales, rescatados directamente de antiguos barcos o incluso puede que de algún pecio, los cuales sin duda hubieron de estar más expuestos al ambiente marino y el agua salada.

El misterio podría revelarse bajo la capa de pintura protectora que los recubre a fin de salvaguardarlos de las inclemencias del clima de nuestra ciudad costera y de los turistas ávidos de selfies que no dudan en ocasiones en colocarse a horcajadas sobre los mismos. El secreto podría residir en la naturaleza misma del cañón, es decir, en el propio material que lo forma.

Bronce o Forja

Dentro de las múltiples categorías en que pueden ser agrupados los cañones de tierra y de navío podríamos diferenciar dos grandes tipologías atendiendo al metal de su construcción, ya sea hierro fundido o bronce.

Hasta finales del siglo XVII, las armas de bronce fueron las más empleadas por su fiabilidad, menor peso que las de hierro y por la resistencia de su alma, el espacio interior del tubo del cañón, que no sufría erosiones en el tiro. El inconveniente lo tenemos en el precio.

Herramienta de bronce

 

El bronce es una aleación metálica formada principalmente por cobre y una proporción variable de estaño que puede oscilar entre un tres a un veinte por ciento. De enorme importancia histórica, no en vano da nombre a toda una era, la “Edad del Bronce”, fue la primera aleación de importancia obtenida por el hombre y ha permitido mantener desde hace milenios una extensa industria humana para la fabricación no sólo de armas, sino de todo tipo de utensilios, esculturas, joyas y monedas. Usos estos que se comprenden fácilmente al reconocer sus excelentes cualidades físicas y químicas de resistencia al roce y la corrosión. El aspecto menos positivo de tan noble material lo tenemos en el coste, y es que el cobre siempre fue un metal valioso.

Créditos imagen

¿Sabías que...?

A partir del siglo XIX, concretamente de la invención del generador eléctrico en 1831 por Faraday, el cobre se convirtió en un metal altamente estratégico, al ser la materia prima principal de cables e instalaciones eléctricas.

Fundición de hierroFueron los ingleses, quienes impulsados por la falta de cobre en su territorio, desarrollaron tempranamente la técnica de fundición de cañones de hierro, contando ya para finales del siglo XVI con nueve altos hornos.

Las piezas de hierro fundido eran menos precisas y más frágiles y pesadas que las de bronce, pero mucho más baratas.

El hierro fundido, colado, o de fundición, es un tipo de aleación ferrosa donde el hierro es acompañado de una cantidad superior al 2 % de carbono (en general como grafito) y 1 % de silicio, además de contener otros elementos minoritarios como manganeso, fósforo y azufre.

La composición química definitiva, así como otros factores como la rapidez de enfriamiento, la técnica de vaciado o el tratamiento térmico determinan las múltiples y variadas propiedades físicas, y en particular las mecánicas, de este conspicuo material. Entre cuyos primeros usos registrados en la Europa occidental, en el año 1313, se encuentra específicamente la fabricación de cañones, y presumiblemente en la misma época su utilización en la construcción de tuberías.

¿Sabías que...?

La primera tubería de hierro fundido de la que se tiene registro fue instalada en Alemania, en el castillo de Dillenberg, en 1455.

La razón de que los primeros cañones se fundieran en bronce radica en que este metal era más fácil de fundir; además, los artesanos que ya en la antigüedad fabricaban campañas en bronce, sabían también fundir cañones.

Forja hierroPero los cañones de bronce presentaban, además su mayor precio (un sólo cañón de bronce podía costar lo que veinte cañones de hierro) otro serio problema: La vibración, como ocurre con las campanas, lo que unido al recalentamiento de los continuos disparos podía causar que el cañón reventara. Algo que aterrorizaba sobremanera a los artilleros. En realidad, cuando se disparaban más de diez o doce disparos seguidos, las posibilidades de que el cañón saltara por los aires aumentaban muchísimo.

Por otra parte el hierro es un material muy abundante en comparación con el bronce, aunque muy difícil de fundir, ya que requiere una temperatura de más de 1.200 grados. Y en el siglo XVI el hierro se trabajaba en "hornos bajos”. En este sistema el hierro obtenido a partir del mineral no se llegaba a fundir sino que se trabajaba al rojo vivo mediante golpes. De este modo, los cañones de hierro se tenían que fabricar a base de anillos o secciones, algo que también resultaba muy peligroso, ya que las uniones eran imperfectas y los proyectiles rozaban con ellas y reventaban, matando igualmente a todos los servidores de la batería.

Durante siglos todas las naciones se afanaron en descubrir el secreto del hierro, es decir, la forma de fundirlo. Quién lo lograse, no solo podría armar una flota que resultaría unas veinte veces más barata que la del enemigo, sino que su artillería sería mucho más resistente, eficaz y segura.

CC BY-SA 4.0

El Misterio de las langostas verdes

En la novela La carta esférica (Arturo Pérez-Reverte. Año 2000.) El ilustre autor cartagenero resolvía el secreto de la localización del Dei Gloria a partir del supuesto mimetismo de unas misteriosas langostas verdes:

Langosta marina“…el caparazón de las langostas, había dicho, posee facultades miméticas: igual que a muchas otras especies, la naturaleza proporciona a esos crustáceos la capacidad del camuflaje como medio de defensa. De ese modo se adaptan a los fondos en que viven. Estaba comprobado que langostas que habitaban en barcos de hierro hundidos adquirían a menudo el tono rojizo del óxido de las planchas en descomposición. Y el color verde mohoso descrito por el Piloto coincidía exactamente con la tonalidad que el bronce adquiere tras largas inmersiones bajo el mar.

  • ¿Qué bronce? —había preguntado Coy.

  • El de los cañones.”

En realidad estos crustáceos presentan ya de por sí un tono verde azulado muy acorde con el fondo marino en el que viven que les ayuda a ocultarse tanto de presas como de depredadores. Este color es producto de dos moléculas, una proteína llamada crustacianina, que generan de forma natural, y un carotenoide llamado astaxantina que deben obtener de su alimento. De ahí que muchos investigadores asocien la variación local del color de estos animales a diferencias particulares en su dieta.

CC BY 3.0

¿Sabías que...?

Curiosamente, cuando la astaxantina está sola, es roja. Por otra parte, la crustacianina es inestable a altas temperaturas, esa es la razón por la que al cocer las langostas éstas adquieren su llamativo color rojo vivo.