¿Quién fue Sophie Germain? ¿Qué hay de ciencia en los clásicos de la literatura? Estas preguntas y muchas más se irán respondiendo en un espacio donde tú puedes ser uno de los protagonistas, compartiendo tu arte a través de la divulgación. 
 

null Martina Casiano y Mayor, la maestra que luchó por innovar en la docencia científica

Martina Casiano fue una de las mujeres más importantes para la ciencia española, y no por dedicarse a la investigación, sino por los conocimientos e innovaciones que quiso introducir e introdujo en las aulas. Madrileña de nacimiento e incansable de espíritu fue Martina Casiano, decidida a ejercer como maestra.


Martina CasianoNació el 30 de enero de 1881 en una familia humilde. A los 14 años entró en la Escuela Normal Central, una institución educativa destinada a la enseñanza de los maestros. Sus calificaciones nunca fueron buenas, pero su constancia e interés siempre lo fue. Ya, sin tan siquiera ejercer la profesión, supuso un ejemplo paradójico para los/as estudiantes: aunque tuvo que repetir curso por los suspensos en Aritmética y Geometría, estos se convirtieron en unas de sus especialidades como maestra, reflejo -posiblemente- de una insuficiente motivación en las aulas o de unas asignaturas “mal impartidas” y un intento de cambio en su futuro como docente.

En 1901 aprobó la Reválida de Grado Normal convirtiéndose en maestra.  A través de una oposición se le concedió un puesto en la Escuela Pública de Niñas de Horcajo de Santiago (Cuenca), pero no lo aceptó porque obtuvo otra plaza como profesora en la Escuela Normal de Bilbao, a donde se fue. No consintieron su nombramiento en el centro y su incorporación no fue inmediata: se vio suspendida de empleo y sueldo debido a esta oposición, pero todo se solucionó gracias al Ministerio de Instrucción Pública, quienes evitaron que esta hostilidad se materializara.  Aunque tuvo que lidiar con el rechazo y el resentimiento de sus compañeros de profesión, nunca se desmotivó, de hecho, ya desde el principio ordenó las necesidades para el laboratorio del centro y soñó con grandes inspiraciones dentro del aula.

Durante sus años de docencia a mujeres impartió diferentes asignaturas: Física y Química, Nociones de Agricultura, Ciencias Físicas y Naturales, Aritmética, Álgebra y Geometría y Pedagogía. Su trabajo lo realizó con entusiasmo e ilusión y siempre creyó que la docencia era algo vivo, un campo necesario para la ciencia. De hecho, solicitó la primera beca ofertada desde la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE), convirtiéndose así en la primera mujer pensionada por esta institución.

“Dedicada durante cinco años al cultivo de las ciencias, no solo por ser este mi deber, sino por una predisposición especial de mi espíritu hacia esta clase de estudios, noto cada día más la necesidad de ampliar mis horizontes y de adquirir mayor número de conocimientos que me permitan ampliar la obra por mí empezada en esta Normal de sacar de la rutina en que se encuentran encerradas estas asignaturas en las Escuelas Normales para darle su verdadero carácter de eminentemente prácticas”

… en España:

“producimos más hombres de letras que de ciencias y la vida de una nación no es posible sostenerla de esta forma... No tenemos laboratorios porque no hay dinero y sería preciso añadir a veces, lo poco que hay no saben en qué emplearlo, y aquí resulta un círculo vicioso del que no saldremos tan fácilmente: sin laboratorios no habrá científicos y sin científicos no habrá laboratorios, y aquí radica uno de los trabajos más importantes de esta Junta, traer elementos de fuera, hacer un esfuerzo para sacar a España de este estado de cosas, germen del atraso industrial…” (Martina Casiano)

Profesoras y alumnas de la Escuela Normal de Bilbao en 1915.En 1911 llevó a cabo esta primera beca: realizó trabajos prácticos sobre química en el laboratorio de la Facultad de Farmacia de Madrid durante seis meses.

Martina Casiano fue una enamorada de la enseñanza científica y jamás dejó de aprender sobre aquello que le fascinaba: hacer llegar la ciencia de una forma distinta a la normativa. Tan grandes eran sus ambiciones que volvió a solicitar otra beca para ir a Alemania a conocer los avances científicos y pedagógicos que allí se estilaban. El movimiento científico alemán era un ejemplo para ella y afortunadamente pudo pasar todo un año en la Universidad de Leipzig aprendiendo conocimientos y prácticas que posteriormente se traería a España.

Tras su vuelta publicó una memoria de su estancia: La Enseñanza de las Ciencias. Seguidamente escribió el libro Experimentos en Física (1915, Bilbao), convirtiéndose así en “el primer tratado experimental de física escrito por una mujer en España” (Muñoz Páez, A. 2017). Además, el 4 de marzo de 1912 fue admitida en la Real Sociedad Española de Física y Química (SEFQ), siendo la primera mujer miembro en esta comunidad.

El contexto que rodeó a Martina Casiano durante estos años hizo posible que un grupo seleccionado de mujeres se incorporara al naciente terreno científico español. 36 mujeres ingresaron en el Instituto Nacional de Física y Química (INFQ) entre 1931 y 1937 gracias a su constancia y a las facilidades ofrecidas por los científicos españoles, quienes creían firmemente en sus dotes para esta profesión. Estas científicas consiguieron formar una comunidad prometedora dentro del campo de la ciencia y la incipiente incorporación femenina.

La madrileña se ganó el amor y el respeto de sus alumnas: sus técnicas de enseñanza, su dedicación e ilusión nada tenían que ver con las comunes en aquella época. El interés innato y trabajado de Martina Casiano por hacer que sus alumnas aprendieran de verdad fue toda una revolución dentro de las clases españolas del siglo XX.

El final de la vida de la maestra resulta un tanto desconocido, pero sí se sabe, que ella y su hermana sobrevivieron a la sublevación producida en el barco Galdamés, por el cual pretendían escapar de la ardua situación española durante la Guerra Civil. Tras este suceso fue expedientada con la suspensión de empleo y sueldo y posteriormente trasladada a la Escuela Normal de Cádiz, allí terminó su vida profesional convirtiéndose en Catedrática Numeraria de Ciencias e impartiendo clases de Física, Química, Higiene, Fisiología e Historia Natural. Su jubilación llegó en 1950, tras cuarenta y cinco años de empeño en cambiar la enseñanza sobre las ciencias.

Son pocas las personas que han podido apreciar las recompensas del esfuerzo de su trabajo en vida, y Martina Casiano tampoco pudo hacerlo. La Plataforma Tecnológica Martina Casiano es un edificio destinado a albergar laboratorios de investigación y ciencia, situado en el Campus de Bizkaia junto a la actual Facultad de Educación de Bilbao. Es uno de los edificios integrantes del parque científico de la UPV/EHU inaugurado en 2016.La maestra madrileña pudo ver sus frutos en las alumnas al trasmitirles sus enseñanzas científico-prácticas y su empeño por la innovación experimental, pero no creo que se pudiera imaginar lo que estaba significando su pequeño grano de arena para el futuro de la enseñanza.

 

Bibliografía:

Muñoz Páez, A. (2017). Científicas en la España de 1936: Las primeras. Martina Casiano Mayor, maestra de maestras. Sabias: La cara oculta de la ciencia (Primera edición: enero de 2017 ed., pp. 299-302). Penguin Random House, DEBATE Historia.

López, A. (septiembre, 2017). El inconmensurable legado de la 'maestra de maestras' que borró Franco, El Español. https://www.elespanol.com/ciencia/investigacion/20170831/243226249_0.html

Martina Casiano y Mayor (1881-1958). (2020, 24 abril). Mujeres con ciencia. https://mujeresconciencia.com/2020/04/24/martina-casiano-y-mayor-1881-1958/

Martina Casiano y Mayor. (2020, 19 junio). Wikipedia: La Enciclopedia Libre. https://es.wikipedia.org/wiki/Martina_Casiano_y_Mayor

Fotografías:

Martina Casiano y Mayor (fuente).

Profesoras y alumnas de la Escuela Norma de Bilbao en 1915. (‘El Español’).

 

Autoría: Paula Aragón Amante