Saludo del Rector ante el comienzo del Curso 2020-2021

Estimada comunidad universitaria:

Hace unos minutos el Consejo de Gobierno ha acordado que el primer cuatrimestre del nuevo curso académico se inicie conforme a la modalidad semipresencial prevista en los Planes de Contingencia 3 (PC3) ratificados en el Consejo de Gobierno celebrado el pasado 24 de julio.

Así pues, a partir del próximo día 28 de septiembre, se reanudará con carácter general la actividad docente de nuestra universidad bajo los criterios de presencialidad reducida y segura determinados en cada facultad en función de la naturaleza y características de sus títulos de grado y máster.

Con la vuelta del estudiantado a las aulas se completa el proceso de recuperación de la actividad universitaria docente, de investigación y de gestión conforme a las condiciones de seguridad que exige la pandemia, un proceso que se inició hace unos meses en la fase de desescalada y que ha venido tomando cuerpo durante este mes de septiembre. A lo largo de la semana próxima concluirá la reincorporación del PAS a sus puestos de trabajo, manteniéndose o adoptándose las decisiones organizativas necesarias en orden a garantizar su seguridad, así como, en su caso, a facilitar el teletrabajo y la conciliación de la vida familiar y laboral.

De igual manera, los centros habrán de supervisar la correcta ejecución de los Planes de Contingencia en cuanto marco de referencia inmediato de los derechos y deberes del profesorado y estudiantado durante este cuatrimestre.

Cuidar de la seguridad y salud de estudiantes, profesorado y personal de administración y servicios es tarea que a todos y a todas concierne y obliga. El uso de la mascarilla, el respeto de la distancia social y la higiene frecuente de manos son obligaciones que nos incumben como ciudadanos y que, por tanto, son exigibles dentro y fuera de los recintos universitarios. Asimismo, la instalación en nuestros teléfonos móviles de la aplicación RADAR COVID resulta absolutamente recomendable y necesaria para el rastreo de los contactos de posibles casos positivos y el control de la pandemia. Supuesto ese ámbito de responsabilidad ciudadana, la Universidad de Murcia debe establecer, por su parte, las medidas necesarias para garantizar la seguridad y salud tanto de sus empleados y empleadas como de sus alumnos y alumnas.

Con este propósito, de acuerdo con las Recomendaciones del Ministerio de Universidades a la comunidad universitaria para adaptar el curso universitario 2020-2021 a una presencialidad adaptada y medidas de actuación de las universidades ante un caso sospechoso o uno positivo de COVID-19 y conforme a la Guía de medidas preventivas frente a la COVID-19 acordada entre las consejerías de Empleo, Investigación y Universidades y de Salud y las universidades regionales, se han adoptado medidas que, por una parte, tienen a los edificios como ámbito geográfico de referencia (señalización, dispensadores de hidrogel alcohólico, control de accesos, aforo máximo, sala COVID para aislamientos temporales, designación de responsable COVID, etc.) y, por otra, cuidan de atender a la diversidad de situaciones subjetivas que pueden plantearse en una comunidad tan grande y diversa como la que conforman el conjunto de estudiantes, empleados y empleadas de la Universidad de Murcia (los documentos, protocolos y el acceso a la descarga de la aplicación informática antes citada puede llevarse a cabo desde la página de Comunicados e información sobre Coronavirus).

El reto de afrontar el inicio del nuevo curso en una situación tan insólita como la presente exige el esfuerzo y el compromiso de toda la comunidad universitaria. No creo que sea necesario insistir en ello, pues desde marzo es lo que estáis haciendo. Creo, además, que en nuestra universidad somos muy conscientes de la complicada experiencia que nos está tocando vivir, conviviendo con el dolor y el temor. Nos preocupa la salud, la propia y la de las personas cercanas. Y empezamos a ver con desánimo no solo que la pandemia se resiste al control, sino que sus efectos sobre la economía pueden ser gravísimos, especialmente con los más débiles.

Sé que sabéis todo eso. Y también que la desalmada realidad condiciona inevitablemente nuestra vida entera. Por esta razón no os pido nada extraordinario, entre otras cosas porque sé que vais a poner la mejor voluntad en hacer bien vuestro trabajo. Es lo que como ciudadano espero del personal sanitario, de los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad, de quienes trabajan en cualquier rama de la actividad productiva. Y, lógicamente, es lo que toda la ciudadanía espera de nosotros.

Muchas gracias.

José Luján Alcaraz
Rector de la Universidad de Murcia