Rodrigo Fernández-Carvajal

 Rodrigo Fernández-Carvajal González nace en Gijón en 1924 y fallece en Madrid en 1997. Estudió Derecho en Oviedo y en la Universidad Central de Madrid, donde obtuvo el doctorado y la licenciatura Ciencias Políticas y Económicas. Técnico de la Administración civil del Ministerio de Educación y Ciencia desde 1950, desempeñó la Jefatura del Servicio de Publicaciones y fue redactor jefe de la Revista de Educación y secretario del Centro de Orientación Didáctica.

Recién licenciado fue uno de los principales impulsores de la creación de la revista universitaria Alférez (1947-1949), de la que fue colaborador asiduo. En 1949 marchó a Roma para una estancia de ampliación de estudios.

Su carrera docente comenzó en la Universidad Central de Madrid como ayudante de la cátedra de Historia de las Ideas y de las Formas políticas y posteriormente, en 1956, como ayudante en la cátedra de Derecho Político; al mismo tiempo fue profesor del Instituto de Estudios Políticos. En 1957 ganó por oposición la cátedra de Derecho Político en nuestra universidad, en cuyo ámbito desarrolló la casi totalidad de su vida académica, rechazando en varias ocasiones la posibilidad de acceder a cátedras en otras universidades, entre ellas la de Madrid (algo prácticamente desconocido en ese tiempo). Su profunda vocación docente junto con sus extraordinarias dotes pedagógicas, dejaron una impronta imborrable en nuestra institución en general, y entre sus numerosos alumnos en particular, muchos de ellos dedicados después a la docencia universitaria.

En 1969 publicó La Sociedad y el Estado, obra que recoge un breve análisis del esquema estatal que articulaban las siete Leyes Fundamentales del régimen franquista, análisis que se amplía y desarrolla en La Constitución española, publicado en el mismo año, respecto del que Juan Velarde Fuertes opina que “nadie podrá historiar seriamente el régimen político de la era de Franco sin conocerlo a fondo”. Su producción científica e investigadora le convierte en una de las principales figuras del impulso que en los años 70 y 80 recibió el estudio de las ciencias políticas en nuestro país.

En 1974 fue nombrado vicerrector de la Universidad Hispanoamericana de Santa María de la Rábida (convertida hoy en un campus de la Universidad Internacional de Andalucía), institución dedicada a la realización de cursos de verano. Desempeñó esta tarea hasta unos pocos meses antes de su fallecimiento.

En 1986 fue elegido miembro de la Real Academia de Legislación y Jurisprudencia de Murcia, y en 1994 lo fue de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de Madrid. Se jubiló como catedrático en 1989. En 1980 se le concedió, a título póstumo, la Medalla de Oro de la Región de Murcia y ese mismo año, la Fundación Cánovas del Castillo le dio su nombre a la Universidad del Mar Menor.