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Ésta es una versión obsoleta y en parte inoperativa, conservada únicamente a efectos de archivo, del subsitio de Antonio Giménez Reíllo, profesor colaborador en el Área de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Murcia.

Qué árabe se suele enseñar y cómo

أي لغة عربية جرت العادة على تدريسها وكيف يتم هذا التدريس؟

Puesto que el árabe dialectal predomina en el ámbito de lo oral y el clásico lo hace en el de lo escrito, ambas variedades resultan complementarias en el uso. No está de más, por lo tanto, subrayar la necesidad de combinar uno y otro ingrediente para alcanzar una competencia comunicativa completa y equilibrada.

Sin embargo, por su condición de lengua interárabe y variedad de prestigio, normativa, el árabe clásico, estándar o "culto" ha sido y continúa siendo el «árabe para extranjeros» por excelencia, aunque de una manera u otra siempre se haya tenido conciencia de sus limitaciones como tal, impuestas por el uso, también limitado, que de este árabe hacen los propios hablantes nativos.

Es tal el monopolio de la lengua clásica en este ámbito que el árabe dialectal se ha visto relegado habitualmente a un plano marginal, cuando no directamente excluido de los programas de estudio y convertido en una destreza aparte, objeto de especialización, perfeccionamiento, etc. Por fortuna existe una oferta didáctica centrada exclusivamente en el árabe dialectal (cursos, materiales para autodidactas, etc.) con que paliar este déficit de los programas tradicionales, pero ello no impide que el panorama general siga siendo el de una enseñanza polarizada, donde un árabe y otro parecen ignorarse mutuamente. Los profesionales de la didáctica del árabe como lengua extranjera son cada vez más conscientes de esta contradicción, pero aún son numerosos los obstáculos de todo tipo (teóricos y prácticos, individuales e institucionales) que impiden un cambio de orientación.

Así, es del todo habitual que muchos estudiantes se sientan defraudados por esta enseñanza "esquizoide", incapaz de ofrecerles «las dos caras del árabe en una sola moneda». A ello se añade, además, ese predominio del árabe clásico como opción de partida y la persistencia de enfoques didácticos anacrónicos, heredados de la tradición orientalista, que limitan aún más su espectro comunicativo.