Aprendizaje-Servicio (ApS) y TIC: La posibilidad de colaboración entre la Escuela y la Universidad

Desde hace años, venimos destacando la necesidad de plantear una renovación metodológica en las universidades. Desde que nos vimos envueltos en el cambio estructural que Bolonia supuso para la Universidad española, uno de las esperadas, y no siempre conseguida, transformación ha sido la de la implementación de metodologías activas que promuevan un aprendizaje más dinámico, en el que el alumno, sea el protagonista.

En un momento en el que el cambio estructural de la Educación Superior ha vuelto al primer plano del debate con la propuesta de transformación de los Grados a un 3+2 , es preciso poner el acento, aún más si cabe, en la metodología. Ello implica determinar tanto el modelo pedagógico que sustenta nuestra acción docente, como los métodos acordes con estos modelos, y las estrategias didácticas que permiten su implementación. Estas estrategias didácticas serán los principios de procedimiento que guíen nuestro trabajo en el aula, y estarán condicionadas por el método que elijamos, las actividades que formulemos y los recursos, herramientas y técnicas que empleemos para su implementación.

Desde un modelo constructivista social, son muchas las metodologías activas y colaborativas que podemos utilizar en el contexto universitario. Al listado tradicional, que podemos encontrar en este enlace podemos añadir las posibilidades didácticas de los proyectos telecolaborativos, en los que las TIC favorecen el desarrollo de experiencias de comunicación y colaboración con aulas distantes geográficamente, expertos de reconocido prestigio, profesionales en ejercicio, trabajo colaborativo en red del alumnado orientados a la recopilación y análisis de información (creación y análisis de bases de datos, visitas virtuales, etc.) y proyectos de resolución conjunta de problemas. En el marco de asignaturas de Grado, los miembros del Grupo de Investigación de Tecnología Educativa de la Universidad de Murcia, hemos venido desarrollando diferencias experiencias telecolaborativa: conferencias con expertos de prestigo, explicaciones de profesionales en ejercicio, proyectos de colaboración en el mismo nivel educativo, en este caso, titulaciones de Grado de Universidades españolas y proyectos de colaboración con alumnos de diferente nivel educativo, como el desarrollado con el CEIP Cierva Peñafiel de Murcia y los alumnos de 2º Curso del Grado en Educación Infantil de la Universidad de Murcia.

Centrándonos en este proyecto telecolaborativo entre Educación Infantil y Universidad, el interés metodológico reside, más allá de la experiencia de interacción mediada por las tecnologías, en la plasmación metodológica de la necesaria colaboración entre la escuela y la Universidad, concretamente, en la aplicación de los principios de la metodología Aprendizaje-Servicio (ApS). El ApS es una metodología activa, en la que el alumno adquiere un gran protagonismo, y al tiempo se desarrolla un proceso de aprendizaje, relacionado con un curriculum escolar, basado en la resolución de necesidades de un contexto real con la finalidad de mejorarlo. Más allá del Aprendizaje basado en la experiencia (learning by doing), los alumnos que participan de esta metodología actúan, diseñan, planifican para resolver necesidades en un contexto real, por lo que cierta medida, al tiempo que aprenden, dan un servicio a la Comunidad (Puig, Martín & Rubio, 2008; Rubio, 2011; Folgueiras, Luna & Puig , 2013; Martínez, Martínez, Alonso & Gezuraga, 2013; Morin  &  Waysdorf, 2013)

El ApS es una metodología docente que tiene su origen en un trabajo publicado por Ramsey y Sigmon en 1967, en el que definieron el Aprendizaje-Servicio como la realización de una serie de tareas que daban respuesta a necesidades humanas con la finalidad de promover un crecimiento educativo. Este análisis de los orígenes del término fue recogido por Giles y Eyler (1994), en el que además realizaron una revisión teórica de sus fundamentos, incluyendo la teoría educativa de Dewey. En este sentido, reconocieron que siendo teorías diferentes, la filosofía del trabajo de Dewey es una fuente legítima para el desarrollo de una teoría de Aprendizaje-Servicio como metodología docente.

Pero ¿puede el ApS ofrecer una oportunidad de aprendizaje más contextualizada y real para nuestros alumnos? Sin lugar a dudas, la respuesta es afirmativa, aunque para ello es preciso que exista un riguroso proceso de planificación de los profesionales implicados en su desarrollo, en el caso de los títulos de Educación Primaria e Infantil, los profesores universitarios y los maestros. En este proceso de planificación, es necesario plantear tareas que sirvan a la escuela, es decir, no sólo en el sentido de que puedan ser utilizados en el aula de Infantil o Primaria, sino fundamentalmente que promuevan el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje en el aula de estos niveles educativos. A su vez, estas tareas deben constituir una oportunidad de aprendizaje para los alumnos universitarios y ser evaluables en el contexto de la consecución de las competencias docentes.

A modo de ejemplo, presentamos el proyecto anteriormente mencionado. El objetivo en Educación Infantil era el de introducir los recursos audiovisuales y promover la alfabetización audiovisual;  en cuanto al Grado en Educación Infantil el objetivo era diseñar recursos audiovisuales, y posteriormente implementar y evaluar procesos de alfabetización mediática en Educación Infantil. Para ello, los alumnos de Infantil de 3 años del CEIP Cierva Peñafiel y su maestra, Salomé Recio, propusieron un tema que serviría de denominador común de todos los vídeos elaborados por los alumnos universitarios: Los monstruos. Por su parte, los alumnos del Grado en Educación Infantil comenzaron la grabación de los vídeos, y una vez finalizados, realizaron la difusión de los mismo a través de youtube, twitter y symbaloo.

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Los vídeos fueron sometidos a evaluación por parte de las docentes universitarias, y a su vez, los alumnos de infantil eligieron el vídeo ganador. Como cierre de la actividad, el grupo ganador acudió al aula de Infantil para realizar una actividad de interacción con el alumnado participante en la experiencia.

Folgueiras, P., Luna, E. & Puig, G. (2013). Aprendizaje y servicio: Estudio del grado de satisfacción de estudiantes universitarios. Revista de Educación, 362. DOI 10.4438/1988-592X-RE-2011-362-157.
Giles, D.E. & Eyler, J. (1994). The Theoretical Roots of Service-Learning in John Dewey: Toward a Theory of Service-Learning. Michigan Journal of Community Service Learning, 1 (1), 77-85.
Martínez, B., Martínez, I., Alonso, I., & Gezuraga, M. (2013). El aprendizaje-servicio, una oportunidad para avanzar en la innovación educativa dentro de la universidad del País Vasco. Tendencias pedagógicas, 21, 29-117.
Morin, L. A. & Waysdorf, S. L. (2013). Teaching the Reflective Approach Within the Service-Learning Model. Journal of Legal Education, 62 (4), 600-611.
Puig, J.M., Martín, X., & Batlle, R. (2008). Cómo iniciar un proyecto de aprendizaje y servicio solidario. Bilbao: Zerbikas.
Rubio, L. (2011): ApS: aterrizaje entre teoría y práctica. Aula de Innovación Educativa, 203-204, 34-37.

 

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