La importancia sin precedentes del aprendizaje a lo largo de de toda la vida, la relevancia de las TIC en dicha formación, así como la cada vez mayor transparencia entre las fronteras de la educación formal, no formal e informal, han traído consigo el auge de una manera concreta de entender la forma en la aprendemos y en que gestionamos nuestros recursos para aprender, los Entornos Personales de Aprendizaje (PLEs).

Desde la aparición del término de forma (se suele situar en 2004), en torno a los PLEs se han llevado a cabo algunas series de investigaciones, especialmente dirigidas a conceptualizarlos, difundir el término, ubicarlos y ayudar a construirlos en situaciones concretas –especialmente de educación informal- (ver introducción). No obstante, seguimos sin saber si los aprendices a lo largo de toda la vida (todos, pero los profesionales de forma especial) son conscientes de que poseen un PLE y de la importancia del mismo, así como desconocemos cómo son esos PLEs. Pero además, seguimos sin abordar la forma en que la educación formal acomete la construcción de dichos entornos en las personas y, hasta qué punto, la ineludible responsabilidad de la educación formal –y en concreto la Ed. Superior- de formar a los futuros profesionales pasa por enseñarles a explicitar, organizar y enriquecer su PLE tomando como base el uso de las herramientas telemáticas necesarias y las estrategias de aprendizaje pertinentes, que les garanticen las mejores oportunidades de desarrollo profesional en el resto de su vida.

El análisis y conocimiento preciso de los PLEs de los estudiantes de último curso universitario nos permitirá no sólo conocer en profundidad algunas de las estrategias de aprendizaje informal y no formal más significativas, sino igualmente nos permitirá profundizar en nuestra metodología y escenarios de educación formal con vistas a la mejora.

¿Por qué CAPPLE?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *