Gammagrafía tiroidea

Efectivamente, se le realizó una gammagrafía tiroidea. Aunque su uso ha ido disminuyendo, es especialmente útil en el seguimiento postquirúrgico del cáncer de tiroides. Por otra parte, en el caso que nos compete (recordemos, nódulo tiroideo), su mayor utilidad es la de detectar tejido tiroideo ectópico y valorar el comportamiento de dicho nódulo, es lo que llamamos nódulo frío o caliente. En definitiva, determinar el estado funcional del nódulo en cuestión. En ella se utilizan radiotrazadores, en concreto, en el estudio gammagráfico tiroideo se pueden usar los siguientes trazadores: Tc-99m, I-123 e I-131.

También hay que mencionar que, la gammagrafía tiroidea tiene una serie de limitaciones. Una es que el diámetro de los nódulos, pues, aquellos inferiores a 1 cm no son detectados por esta técnica. Otra es su escasa sensibilidad y especificidad, así, un nódulo hipocaptante puede ser un quiste, en tanto que un hiperfuncionante puede ser maligno. Otra limitación es que la imagen gammagráfica tiroidea superpone tejido tiroideo funcional normal con tejido patológico. Así mismo, un bocio asimétrico puede aparentar un nódulo frío.

Los resultados de la gammagrafía fueron los siguientes: