Cargando pagina por favor espere...

  Inicio   |   Aviso legal  

Caso 037

Autor:

Jesús Villegas/Yulema Rodríguez

Grupo:

 

 

Ecografía tiroidea

Cuando un paciente consulta por una tumoración en la parte anterior del cuello, casi con toda seguridad se tratará de patología tiroidea, ya que esta glándula se encuentra en dicha localización. Acto seguido se tiene que poner en marcha un diferencial para tratar de dilucidar la naturaleza de ese nódulo que se palpa el paciente (o también el médico en una exploración rutinaria). El cáncer de tiroides es poco frecuente, ya que supone solamente el 1% de todos los cánceres, sin embargo, hay que tenerlo presente porque los nódulos tiroideos sí que son muy frecuentes y es importante que sepamos cuáles son malignos y por tanto, cuáles hay que extirpar. Un 10% de ellos, serán malignos.

 

En este apartado, tendremos tres grupos:

 

1. Nódulos no neoplásicos (hiperplásicos e inflamatorios).

2. Neoplasias benignas (no funcionantes y funcionantes)

3. Neoplasias malignas (carcinoma primario, linfoma y metástasis en tiroides de otros órganos).

 

Hay que tener muy en cuenta que los nódulos tiroideos se deben estudiar SIEMPRE por su riesgo de desarrollar cáncer, el cual aumenta conforme aumenta también la edad siendo más frecuente en ésta línea en mujeres.

 

Estaría indicada la ecografía como primera técnica diagnóstica ya que es la que más información nos va a aportar siendo una prueba para nada cruenta para el paciente y muy barata. Nos permite ver las siguientes características:

 

- Tipo de nódulo: sólido, mixto y quístico

- Tamaño del nódulo y su evolución

 - Contorno (existencia de halo periférico)

- Existencia de microtúbulos asociados

- Calcificaciones

- Aspecto del parénquima adyacente

- Adenopatías locorregionales En este caso, la ecografía nos mostraba que se trataba de un nódulo tiroideo sólido. Posteriormente, a criterio del médico encargado del caso, se decidió hacerle al paciente una prueba de medicina nuclear: 

 

Atrás Siguiente