|
1.
PRESENTACIÓN
En estos momentos en que los jefes de gobierno de la Unión Europea han estampado sus firmas y han colocado sobre el tapete la propuesta de Constitución política que debemos, en calendario variable, refrendar los ciudadanos de los diferentes países miembros, es ocasión propicia para seguir enriqueciendo el debate sobre el papel y el futuro de las variedades dialectales en la vieja Europa.
La variedad dialectal murciana es todavía una desconocida fuera de los estudios dialectólogicos hispánicos, a pesar de ser una joya filológica en los viejos territorios de la Romania. Simbiosis histórica de tres lenguas (Castellano, Aragonés y Catalán) es un ejemplo activo de continuo dialectal en la Comunidad lingüística hispánica.
La que el lector contempla en su pantalla es la primera antología de estudios desde la perspectiva sociolingüística que se hace de las hablas murcianas, más en particular, desde el enfoque de los juicios y actitudes de los hablantes murcianos, aunque también se recogen planteamientos dialectológicos tradicionales (Francisco Gómez Ortín), diacrónicos (Mercedes Abad Merino) y estrictamente lingüísticos (Rafael Monroy Casas).
Hemos querido que sean las palabras del Maestro de la Sociolingüística Peter Trudgill las que marquen el tono y definan, por asentimiento, las ‘actitudes’ de todos los autores de estas páginas. Antonio Miguel Bañón ha sido el primero en abordar desde las claves sociolingüísticas las características lingüísticas de la variedad dialectal murciana. Juan Manuel Hernández Campoy, discípulo de Peter Trudgill, introductor y principal difusor de sus estudios en España, ha elevado a la discusión internacional las características especiales de nuestro dialecto. Juan Antonio Cutillas Espinosa, Laura Sánchez López y Andrés Boluda Nicolás detallan en ámbitos rurales y urbanos de la geografía dialectal murciana y desde parámetros sociolingüísticos complementarios (sexo, profesión y edad, respectivamente) las manifestaciones empíricas de algunas de las actitudes de los hablantes murcianos. Finalmente, un discutible planteamiento de didáctica y de política lingüística del editor cierra los contenidos de esta antología.
La Región de Murcia es hoy una comunidad lingüísticamente multilectal y socialmente multiétnica. Ecuatorianos, magrebíes, eslavos y africanos negocian en clima de tensión su estatus en la sociedad murciana, que ya les ha asignado sus roles de trabajadores inmigrantes. El cuadro de actitudes se ha multiplicado por cuatro, las aquí recogidas y ejemplificadas siguen siendo válidas y pueden servir de referencia para una de las partes de la nueva sociedad murciana. Todo vuelve a estar por hacer, gracias a Dios.
Molina de Segura (Murcia), noviembre de 2004
José María Jiménez Cano
|