Grado en Filosofía

La salida profesional por excelencia del grado en Filosofía ha sido la Enseñanza en sus diferentes niveles, especialmente en Secundaria, para lo que se hace necesario cursar el Master de Formación del Profesorado con el objetivo de adquirir las competencias básicas para el ejercicio de la docencia. La formación que reciben los estudiantes de Filosofía les “abre horizontes” y les capacita para desempeñar con éxito funciones relacionadas con la gestión de organizaciones privadas y servicios públicos. El Graduado/a en Filosofía desarrolla una serie de competencias muy valoradas en las empresas: visión global, capacidad de aprendizaje, iniciativa, polivalencia, capacidad de análisis crítico, adaptabilidad, etc..

La Administración Educativa y la Enseñanza Privada han absorbido, en gran parte, a los profesionales de esta disciplina (sobre todo para la docencia de Filosofía y de Ética en Enseñanza Secundaria). Las Administraciones Autonómicas convocan periódicamente oposiciones para acceder al Cuerpo de Profesores de Educación Secundaria. El profesional de la Filosofía tiene ante sí la oportunidad de dirigir también su carrera profesional hacia otros ámbitos de actuación, tales como la gestión empresarial, la gestión cultural, el sector editorial, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, la cooperación al desarrollo, los medios de comunicación de masas, la asesoría y consultoría, etc.. Para ello, es necesario insistir en la formación práctica y teórica relacionada con estas ocupaciones, de forma paralela a la formación académica filosófica. La formación generalista que proporcionan los estudios universitarios de Filosofía aporta una gran polivalencia y capacidad de adaptación a cualquiera de estas disciplinas.

Con los complementos formativos adecuados, un Graduado/a en Filosofía se convertirá fácilmente en un excelente profesional en ámbitos ajenos a la enseñanza. La Filosofía, como sustrato de cualquier parcela del saber, aporta conceptos y principios comunes, que son aplicables a las distintas áreas de conocimiento. La familiaridad con los conceptos básicos de Lógica, Ética, Estética, Antropología y demás disciplinas filosóficas permite numerosas aplicaciones en el mundo de la empresa, la medicina, el derecho y las nuevas tecnologías. Un buen ejemplo de ello es el auge de la Bioética, una disciplina filosófica que está generando cierta demanda de filósofos para formar a los profesionales sanitarios y asesorarles en los Comités Éticos de hospitales y de Centros de Investigación Biomédica.