Alteraciones en las estructuras ligamentosas

Las lesiones ligamentosas están asociadas frecuentemente con una movilidad excesiva de las articulaciones. Los ligamentos pueden estirarse hasta longitudes significativas sin sufrir daño alguno si la fuerza de tracción es aplicada lentamente. Una aplicación rápida de la fuerza de tracción, no es bien tolerada (Solomonow y cols., 2002).

Cholewicki y McGill (1992) en un trabajo de análisis del funcionamiento del raquis mediante vídeo fluoroscopia, bajo condiciones de carga extrema, establecieron que los ligamentos no generan la tensión necesaria para resistir las cargas extremas que recaen sobre el raquis lumbar, sugiriendo que su función primaria no es asistir a la musculatura, sino limitar el rango de movimiento.

Solomonow y cols. (1998) demostraron en un trabajo realizado en humanos sometidos a cirugía raquídea y en raquis de gatos, que la deformación o acumulación de estrés en el ligamento supraespinoso y, posiblemente en otros ligamentos, activa el músculo multífido con objeto de estabilizar de 1 a 3 segmentos intervertebrales y prevenir la inestabilidad. Se observó que se generan grandes fuerzas musculares cuando se aplican cargas mantenidas en los ligamentos que provocan daños en el mismo, indicando la posibilidad de que el dolor raquídeo pueda estar causado por una sobrecarga ligamentosa. La deformación que aplicaron al ligamento supraespinoso en su estudio simulaba el estrés que se desarrolla en una flexión del tronco.

La deformación inducida en los tejidos viscoelásticos del raquis como consecuencia de una carga cíclica, desensibiliza los mecanorreceptores de los mismos, desencadenando una reducción de la actividad muscular, generando inestabilidad y mayor posibilidad de lesión (Solomonow y cols., 1999).

Las conclusiones de los trabajos del grupo de Solomonow (1999) son:

- La laxitud inducida en los tejidos viscoelásticos del raquis (ligamentos, discos y cápsula articular) por medio de una carga pasiva cíclica en vivo del raquis lumbar de gatos desensibiliza los mecanorreceptores de los mismos y provoca una disminución o completa eliminación de la actividad muscular refleja del multífido.

La laxitud desencadenada en el raquis asociada a una menor participación de las fuerzas musculares reduce la rigidez raquídea y, por tanto, reduce la estabilidad, incrementándose el riesgo de lesión (Solomonow y cols., 2002).

- La disminución en la actividad del multífido es más pronunciada en los primeros 5 minutos de carga cíclica, y se observa una disminución adicional en los siguientes minutos hasta completar los 50. Un 85% de descenso se presentan en los primeros 5 minutos, y una disminución adicional de 5-10% se produce más tarde.

- La disminución significativa de la actividad muscular refleja del multífido durante la caga cíclica pasiva en el raquis lumbar se relaciona directamente con la laxitud de las estructuras viscoelásticas.

- El efecto del incremento de la laxitud intervertebral provocada por la deformación en los ligamentos y discos, acompañada de la disminución o eliminación de las fuerzas musculares de los músculos paravertebrales, expone al raquis lumbar a inestabilidad y posible lesión incluso cuando el sujeto realiza actividad sin carga.


La flexión estática del raquis lumbar impone un gran estrés a los tejidos viscoelásticos, provocando espasmos musculares y requiriendo largos períodos de recuperación antes de recuperar o re-establecer su función normal (Jackson y cols., 2001).

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