Asma

Se trata de una insuficiencia respiratoria aguda, provocada por una broncoconstricción que causa una dificultad respiratoria (disnea: dificultad para respirar) de duración variable, con tos, sibilancias y sensación de constricción debida al espasmo de los bronquios. Se trata en muchos casos de una manifestación alérgica.

Existen diferentes tipos de asma: por esfuerzo físico, nervioso, cardiaco por insuficiencia circulatoria, febril, bronquial. Por tanto, podemos decir que hay varios factores predisponentes (genéticos, nerviosos, etc.) y factores que lo desencadenan (humedad, frío, alérgenos, polen, hongos, tensión emocional, esfuerzo físico intenso, etc.).

Causas

Entre las diversas causas que producen el asma destacan:

  • Estrechamiento de las vías respiratorias por uno o más de los siguientes mecanismos: contracción del músculo liso bronquial, edema de la mucosa o aumento de la secreción mucosa (Dirix, 1988).
  • Aumento de la resistencia al paso del aire a través del árbol bronquial, debido a diversos estímulos nocivos.
  • Enfriamiento y sequedad de las vías aéreas, propias de una elevada ventilación por minuto, produciendo broncoespasmos en personas asmáticas. El aire frío y seco es un factor de riesgo.

Síntomas

  • Apariencia ansiosa.
  • Sudor y palidez.
  • Ventanas de la nariz dilatadas.
  • Frecuencia respiratoria acelerada.
  • Vómitos.
  • Postura encorvada del cuerpo.
  • Cansancio físico no relacionado con la actividad.
  • Tos sin motivo aparente.
  • Respiración irregular forzada.

Adaptaciones curriculares durante el ejercicio físico.

  • Realizar ejercicio físico en ambiente húmedo y templado, con períodos temporales de corta duración (< 5 minutos).
  • Ventilar despacio, por la nariz, para evitar la hiperventilación.
  • Realizar actividades de relajación para favorecer el control respiratorio.
  • Uso de adrenérgicos si hay congestión de la mucosa nasal.

Ante un ataque de asma.

  • Relajar y tranquilizar al alumno. Acompañarlo a un sitio aireado.
  • Si el médico le ha prescrito alguna medicación, que la tome.
  • Animarle a que beba agua.
  • Que realice una ventilación controlada y ejercicios de relajación.
  • Si se conoce el factor ambiental que desencadena el ataque, apartarlo.
  • Si fracasan las medidas anteriores, solicitar atención médica inmediata.

Beneficios de la actividad física en el asmático:

  • Mejora la capacidad vital.
  • Fortalece los músculos ventilatorios (diafragma, intercostales, etc.).
  • Mejora la calidad de los movimientos ventilatorios.
  • Disminuye el número de crisis.

Casimiro (1998) propone como actividades físicas:

  • Gimnasia respiratoria. Son aconsejables los ejercicios que dilatan el tórax, lo extienden y movilizan. Evitar el exceso de polvo en las colchonetas o en el patio. Valorar su participación en la recogida del material.
  • Ejercicios aeróbicos leves, siempre sin que no aparezca tos, silbidos torácicos o respiración jadeante. Las actividades de larga duración aumentan el riesgo de asma. Para los asmáticos están indicados los ejercicios intermitentes de baja intensidad.
  • Ejercicios de flexibilidad, coordinación, agilidad, percepción, etc.
  • Realizar todas las actividades progresivamente, para no comenzar con deuda de oxígeno.

Sports Medicine 2004; 34 (13): 861-870

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