Realización correcta y segura de los ejercicios físicos
1)
Conservar curvaturas fisiológicas del
raquis.
2)
Realizar ejercicios dinámicos lentos
con inclusión de fases estáticas.
3)
Evitar posturas hiperlordóticas en la
región lumbar y cervical.
4) Evitar posturas cifosantes e inversiones y rectificaciones lumbares dinámicas no fisiológicas.
5) Concienciarse de la movilidad pélvica y escapular como medio de control de las curvaturas raquídeas.
En la ejecución de ejercicios para el desarrolllo de las capacidades físicas hay que realizar una adecuada preparación, incluyendo actividades de movilidad articular y estiramiento muscular. McGill (2001) opina que los
ejercicios de movilidad y extensibilidad del raquis deben limitarse a flexiones
y extensiones en descarga. Un ejercicio muy seguro y aconsejado es el ejercicio
denominado "gato" o "cat-camel",
ya que reduce la viscosidad espinal (resistencia interna del disco y fricción),
la rigidez raquídea y el estrés pasivo, facilita la movilidad intervertebral y
produce poca presión en las articulaciones intervertebrales (McGill, 1999 y
2001).
Desde cuadrupedia se alterna una
postura de cifosis total (flexión lumbar, dorsal y cervical) y una
rectificación de las curvas (extensión lumbar, dorsal y cervical), acompañada
de anteversión pélvica. La distancia entre el apoyo de manos y rodillas no debe
ser menor que la longitud entre trocánter mayor y la articulación
escápulo-humeral.
Este movimiento de flexión-extensión raquídea debe realizarse lentamente a través de un rango de movimiento completo, realizando unas 5-6 repeticiones. Hay que enfatizar que se trata de un ejercicio de movilidad, y por tanto, no hay que presionar en los rangos finales de flexo-extensión (McGill, 2001).
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