Alimentación y Salud

Dietas milagro

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En Europa cada año nos gastamos 93.000 millones de euros al año en productos dietéticos. Sin embargo, un 76% cree que su gasto es inútil porque el mensaje publicitario de los fabricantes no corresponde a la realidad. Esto es grave, pero peor todavía es que haya personas que aún creen en el asombroso " parche que derrite la grasa del cuerpo” o "pierda peso mientras duerme". Los productos “milagro” no ayudan a adelgazar, y en la mayoría de los casos son perjudiciales para la salud. Sólo una dieta equilibrada puede ayudar a perder peso. Pero por desgracia, cada año se multiplica la inversión en publicidad de productos “milagro”, que sólo son engañabobos.

Otro aspecto preocupante son "las dietas milagro", que no conllevan un control profesional y comprometen la salud de quien las sigue. Las dietas sin control al abandonarlas, hacen engordar más kilos de los que pierdes. La explicación es muy sencilla. La pérdida de peso se debe sobre todo a la pérdida de líquidos y glucógeno en lugar de grasa. En consecuencia, al volver a la dieta habitual, aunque se coma poco, nuestro cuerpo asimila muy rápidamente todo aquello de lo que se le ha privado. En una dieta muy restrictiva, el metabolismo baja y llega a reducirse tanto que cualquier migaja engorda y no hay forma de adelgazar. Uno de los elementos clave a la hora de perder peso es el equilibrio alimenticio.

Algunas de las dietas más populares para perder peso rápidamente y que son las típicas que te recomienda una amiga, un falso experto en nutrición o lees en una revista poco seria, son las siguientes:

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  • Dietas altas en proteínas: no han demostrado su eficacia en la pérdida de peso a largo plazo, ya que suelen ser también altas en grasa y escasas en nutrientes básicos como minerales y vitaminas.
  • La dieta de la sopa comegrasas: se trata de una sopa a base de verduras y un cubito de caldo que hace perder de 6,5 a 8,5 kilos en una semana. Es una dieta hipocalórica totalmente desequilibrada. Pretender adelgazar de 6,5 a 8,5 kilos en una semana es una auténtica barbaridad. Lo único que se consigue es perder agua y masa muscular y, al abandonarla, el efecto rebote es inmediato.
  • Dietas disociadas: evitan mezclar en una misma comida glúcidos y proteínas para que el organismo se vea obligado a quemar sus reservas de grasa para obtener más energía. Están basadas en conceptos totalmente erróneos y sin ninguna base fisiológica. La Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) ha lanzado la voz de alerta sobre el peligro de estas dietas, afirmando que la mayoría son "pura fantasía".
  • Dieta a base de frutas: manzana, piña... son dietas hipocalóricas, monótonas y desequilibradas que si se mantienen durante varios días pueden acarrear graves deficiencias nutricionales. Además, lo que se pierde son sobre todo líquidos, por lo que el peso se recupera rápidamente al abandonarlas.
  • "Dieta light": mucha gente llena su cesta de la compra a base de alimentos dietéticos, light o integrales pensando que así va a adelgazar. Nada más lejos de la realidad: aunque algunos tengan menos calorías, por sí solos no adelgazan. La mayoría son, simplemente, productos más sanos o naturales e incluso más calóricos.
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Para realizar una dieta equilibrada, lo más efectivo es acudir a un endocrino o a un dietista- nutricionista profesional, que te aconseje, que te asesore y estudie tu metabolismo. Él debe decirte cuánto te sobra y cómo perder esos kilos de más de manera definitiva.

Está claramente demostrado que las "dietas milagro" carecen de algún nutriente esencial para nuestro organismo, lo que puede acarrear serios problemas de salud, y síntomas tales como dolor de cabeza, cansancio, pelo quebradizo, uñas débiles, o nerviosismo.